Shabbat Tammuz 5, 5763 - 5/7/03. En Israel se
lee la parashá: Jukat.
Comentario de la Parashá Koraj :
¿En el nombre de qué ideal?
Esta semana corresponde leer la parashá
llamada Koraj (es un nombre propio) que es la
quinta
del cuarto tomo de la Torá, el
sefer Bemidbar, conocido en español como "Números".
Les propongo que para saber quién es este
Koraj que da nombre a la parashá, prestemos atención a un breve párrafo del
Talmud, en el cual se nos relata que: 'Rabbá bar Janna viajaba en una
ocasión por el desierto conducido por un beduino, en cierto punto éste le
señala una roca y le dice que ponga su oído a tierra, y entonces el rabino
escuchó los gritos de Koraj y sus secuaces que testimoniaban desde las
fauces de la Tierra: "Moshé y su Torá es la verdad, somos nosotros los
que estábamos mintiendo"' (traducción libre del
Talmud Babli Sanhedrín 110a).
Para que aprendamos cómo de lo breve que es
sustancioso se puede extraer mucha información, analicemos este corto pasaje
y veremos que podemos inferir que:
-
Koraj se atrevió a desafiar la autenticidad y
divinidad de la Torá.
-
Koraj fue adversario de la autoridad de Moshé.
-
Koraj estuvo rodeado de secuaces que lo
secundaban e instigaban a la rebelión.
-
Koraj y los suyos fueron tragados
(literalmente) vivos por la tierra.
-
El espíritu eterno de Koraj reconoce la
Verdad, y también admite aquello en lo cual hubo errado durante su vida en
Este Mundo. Sin embargo, no todos están dispuestos y/o capacitados para oír
los lamentos del espíritu de Koraj.
-
Lo acontecido con Koraj ha dejado huellas en
la historia, no sólo de Israel, sino para todo aquel que tenga capacidad de
aprender de las moralejas.
-
Su pecado tiene repercusiones a través de las
generaciones, pues su voz sigue clamando desde la tierra muchos siglos más
tarde.
Ahora, comparemos lo que recién hemos
deducido, con la imagen de Koraj que nos presenta el pensador contemporáneo
Martin Buber (en su obra "Moisés", páginas 186-190).
Buber nos enseña que Koraj era un peligroso autócrata determinado a romper
los lazos de la legalidad instaurada por Dios, para de ese modo hacerse con
el poder absoluto sobre el Pueblo. Como método diseminaba el terror entre
aquellos que no estaban "de su lado", proponiendo la destrucción de
lo que no estuviera acorde con sus intereses. Y para validar sus egoístas
aspiraciones de autoridad, reclamaba estar actuando movido por ideales
sagrados y que propendían al bien popular.
Cuando en realidad poco le importaba si sus propósitos eran tan sagrados
(es decir, coherentes con la Torá), y si lo que decía
que quería para el bienestar del Pueblo, realmente era lo más beneficioso
para ellos.
En resumen:
-
el ambicioso Koraj quería suplantar la Torá
(es decir, la autoridad de Dios) proclamando que él
estaba actuando para defenderla y vigorizarla;
-
el pernicioso Koraj decía que su misión era
beneficiar a los que siguieran sus doctrinas, cuando realmente poco y nada
le importaba lo que sucediera con ellos.
Lamentablemente, seguidores de Koraj siguen
surgiendo en cada generación.
Tristemente nunca faltan personas que creen que pueden violar las leyes de
Dios, mientras afirman descaradamente que están cumpliendo devotamente con
Sus requerimientos.
Demagogos que con encendidos discursos falaces y actos de terror, roban de
las personas su esperanza y libre albedrío, viciándolos para que como ovejas
se conduzcan sin pensamiento, sin crítica, sin esfuerzo por alcanzar la alta
meta que Dios les está exigiendo.
Recordemos a alguno de los que vivieron y murieron (o
morirán) en espantosa rebeldía, los que hacen de Koraj su
modelo, entre los más tristemente célebres tenemos a: Jesús, Pablo de Tarso,
Hitler, Arafat, Bin Laden.
Éstos son algunos entre decenas de líderes rebeldes contra la Verdad,
quienes dijeron/dicen hablar en nombre de dioses y de favorecer a sus
seguidores; cuando ciertamente lo único que consiguen es traer dolor,
miseria, muerte y oscuridad...
Es bueno que prestemos atención al consejo
dado por Moshé, de acuerdo a la orden Dios:
"¡Apartaos, por favor, de las cercanías de
estos hombres malvados!
No toquéis ninguna cosa suya.
No sea que perezcáis con todos sus pecados."
(Bemidbar / Números 16:26)
Apartarnos de ellos, de todo lo que es de
ellos, de sus enseñanzas y presuntas bendiciones, ¡ese es el primer paso
para no tropezar en horribles pecados!
Y es importante que tengamos bien en cuenta
las siguientes halajot -normativas- y pautas de
vida:
-
Está prohibido crear o perpetuar conflictos,
no solamente porque el conflicto no se corresponde con una persona de Torá,
o porque sea una conducta buena, o incuso porque sea una ordenanza rabínica.
Sino porque es la misma Torá la que lo prohíbe severamente, ya que dice: "que
no sea como Koraj y su grupo" (Bemidbar / Números 17:5).
-
No sólo es un pecado originar disputas o
sostenerlas, sino que es fuente de otros pecados y desgracias, tales como el
odio, revancha, hostilidad, humillar a otro, maledicencia, traición e
incluso el crimen, entre otros pesares.
Por tanto, es mejor no ingresar al ámbito de la disputa, ni aproximarse a
aquel que en nuestra Tradición es denominado rashá
-malvado-, que es el que da vida a las contiendas.
-
Aquel que gusta de provocar o mantener
rivalidades con los maestros de Torá, es severamente sancionado por parte de
Dios, ya que está dicho: "porque despreció la palabra del Eterno y
quebrantó su mandamiento. Tal persona será excluida por completo; su
iniquidad estará sobre ella." (Bemidbar / Números 15:31).
-
Ni siquiera para defender el honor de un padre
o madre está permitido contender.
Es preciso buscar mecanismos apropiados para cumplir tanto con el precepto
de honrar a los padres, como con aquel que ordena no estar envuelto en
trifulcas.
-
Ni por temáticas intrascendentes, ni por
aquellas de importancia está permitido crear conflictos.
Una cosa es argumentar y debatir (leshem shamaim),
y algo bien distinto es contender y discutir irracionalmente.
-
¿Cuándo se está argumentando y debatiendo
correctamente?
Cuando no se sienten ánimos negativos ni se quebranta ningún mandamiento, y
lo que se busca es la verdad y no meramente que una de las opiniones
prevalezca sobre las otras porque sí.
El debate permitido es aquel que cumple con la profecía de: "Amad la
verdad y la paz." (Zejariá / Zacarías 8:19).
(Ver Pirké Avot 5:17).
-
No solamente las disputas se dan con gritos,
insultos, golpes y gestos fieros; a veces las peores contiendas se producen
usando gestos amables, sonrisas seductoras y palabras que aparentan suave
amistad.
-
Es aconsejable que la persona siga todos los
días de su vida el consejo del salmista: "Apártate del mal y haz el bien;
busca la paz y síguela." (Tehilim / Salmos 34:15).
Y si por alguna causa uno se ha visto envuelto en un conflicto, o es testigo
de alguno, lo saludable es bajar el calor del momento y fomentar el
entendimiento.
Y de no poder calmarse en ese momento, entonces lo apropiado es dar media
vuelta e irse de la disputa.
Cuanto más preceptos se cumplan correctamente, y más Torá se estudie en
profundidad, mayor capacidad de tolerancia hay para no ingresar al espantoso
mundo de la hostilidad.
-
Maimónides aconsejó a su propio hijo, Rabbí
Avraham: "Esfuérzate por ser paciente y tolerante, pues éste es el recto
camino del verdadero héroe, y es esta actitud en si misma un triunfo certero".
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
Moré Yehuda Ribco
Otras interpretaciones de este pasaje de la
Torá, y más estudios los hallan
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Relato
El día de salir solo de la madriguera llegó
para el ratoncito.
Mucho había aprendido hasta ese momento acerca del mundo fuera de la
madriguera, ahora por fin lo experimentaría.
Y se sentía confiado, pues su madre lo estaría aguardando allí, lista para
aconsejarle acerca del Gran Mundo.
Pasados unos instantes, y tras de dar el
ratoncito unos pocos y aventureros pasos, regresó corriendo y con el corazón
en la boca.
Gritando se abrazó a doña ratona y le dijo: 'Mami, un monstruo enorme y feo
está allí fuera. Tiene orejas y rabo muy largo, unos dientes grandísimos, y
una voz que mete mucho miedo.'
Y le dijo la madre: 'Hijo querido, eso que describes es un perro.
Generalmente son muy lentos y torpes como para causarnos problemas.
Respétalo y te dejará tranquilo.'
Con este sano consejo en mente, sale nuevamente el ratoncito al Mundo.
No transcurrieron ni dos minutos, cuando
lloroso ya estaba asido de su madre: 'Una cosa muy extraña casi me atrapa la
cabeza cuando estuve a punto de alcanzar un pedacito de queso. Hizo un ruido
espantoso y saltó con una fuerza impresionante. Tengo miedo...'
Y la madre lo consuela aconsejándole: 'Ay hijito, eso era una trampa para
ratones. En tu vida, si Dios permite, verás muchas de ellas. Debes saber que
están ahí y que son muy fáciles de reconocer pues siempre son aparatos raros
que tienen objetos muy atrayentes para ti, pero si te mantienes alejado y
eres prudente, en nada te dañaran.'
Con este otro consejo, nuevamente se
aventuró el ratoncito, ya más seguro de conocer lo que el Mundo le tenía
reservado.
Y pasó una hora, un día, toda la vida, y la madre no lo volvió a ver... es
que ella, entre tanto consejo que le dio, había olvidado decirle que
desconfiara y huyera si se presentaba ante él un animal muy simpático y
juguetón, con una amigable voz, movimientos ágiles, suave pelambre y
sugerentes proposiciones de comer manjares fáciles de alcanzar y de tener
una vida holgada... pues ese era el más peligroso de sus enemigos.
Preguntas para meditar y profundizar:
-
¿Cómo se puede relacionar este relato con el
comentario que brindamos de la parashá?
-
¿En qué se asemeja la táctica de Koraj, al
gato del cuento?
¿Quiénes serían los ratoncitos?
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Dijo el más sabio de los hombres: "El
prudente ve el mal y se esconde, pero los ingenuos pasan y reciben el daño."
(Mishlei / Proverbios 22:3).
¿Cómo se relaciona esta moraleja con nuestra vida cotidiana?
-
¿Qué está queriendo decir David con la frase:
"Al malvado le matará la maldad, y los que aborrecen al justo serán
desolados." (Tehilim / Salmos 34:22)?
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