Shabbat: Jeshvan 27, 5764, 22/11/03
Comentario de la Parashá -
Jaié Sará:
¿Bendito en todo?
(Esta semana corresponde leer la parashá
llamada Jaié Sará ("Las
vidas de Sara") que es la
quinta del primer tomo de la Torá, el
sefer Bereshit , conocido en español como "Génesis").
Nuestra parashá afirma:
"Avraham era ya anciano y muy avanzado en
años, y el Eterno había bendecido a Avraham en todo."
(Bereshit / Génesis 24:1)
Ante esta realidad, surge naturalmente una
pregunta: ¿qué más le queda por hacer o vivir al patriarca, si ya ha llegado
a "ser bendito en TODO"?
¿Qué más puede desear una persona a la que el Eterno ha satisfecho en todas
sus necesidades, que ha sido colmado en sus anhelos y que puede disfrutar de
una tranquila y dichosa senectud?
Al ser bendito en todo, bien podría parecer que el sendero de Avraham
estaría llegando a sus últimos tramos en Este Mundo, por lo cual, él tendría
ya su mirada puesta solamente en la vida eterna, y en la pasividad y
abandono que suele preludiar la muerte.
Sin embargo, a continuación la fiel Torá narra que Avraham todavía se
encarga de educar a su maduro hijo heredero, a Itzjac. También nos enteramos
de que el patriarca insiste, y que con denuedo busca la manera de procurarle
esposa digna y apropiada a su hijo, para que la simiente consagrada no se
corte.
Incluso se nos cuenta que el patriarca tuvo energía y voluntad de propagar
su estirpe material (ya que no la espiritual, pues ésta
seguiría exclusivamente por medio del canal de Itzjac), para esto
contrajo nuevamente enlace matrimonial y procreó más hijos en su ancianidad.
Sin dudas que Avraham siendo muy anciano no reposa, ni descansa, ni se
aquieta su ímpetu juvenil, ni se adormece en la satisfacción, ni goza del
relax que antecede a la extinción.
Por el contrario, pareciera como si quisiera sacarle hasta la última gota
del jugo a Esta Vida.
Da la impresión de que Avraham no se conforma con lo que ha vivido, y
reclama para vivir con mayor intensidad, con mayor profundidad, con mayor
calidad.
Es precisamente esta rebeldía contra la modorra y la flojera, y su brava
acción de alcanzar la trascendencia (personal, familiar y
colectiva), lo que significa "ser bendito en todo".
La bendición integral no se halla en conformarse con la riqueza material y
el gozo de tranquilidad para el cuerpo.
La bendición total, es vivir trabajando y esforzándose para alcanzar cada
día mayor altura espiritual.
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
Moré Yehuda Ribco
Notas:
Otras interpretaciones de este pasaje de la
Torá, y más estudios los hallan
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Relato
En cierta ocasión el gran rabino venía a
pasar el Shabbat a casa del más distinguido hombre de la ciudad.
Por ser un acontecimiento de indudable importancia, los miembros de la
familia se dividieron las tareas de organizar y preparar la cena y
alojamiento del destacado sabio.
Parecía estar todo en perfecto orden, cada quien estaba en su actividad y
las cosas se iban preparando con mesura y agilidad.
Sin embargo, un pequeño detalle habían dejado de considerar: ¿quién echaba
la sal para la sopa?
Como nadie se había atribuido ese rol, ni nadie se le había designado, cada
uno que pasaba por la cocina salaba un poco el caldo.
Llegada la noche se procedió a santificar el día, a bendecir por el vino y
la jalá, y se sirvió el primer plato, la sopa de entrada.
Los numerosos miembros de la familia y los invitados de segundo rango
dejaban de lado la sopa ni bien la probaban, pues, realmente era un caldo
incomible por lo salobre.
El único que parecía no advertir nada y continuaba disfrutando cada
cucharada, era el gran rabino.
Preocupados por su bienestar, y pensando que quizás el anciano hombre no
contaba ya con la sensibilidad como para percibir lo salado, algunos de los
comensales le indicaron respetuosamente al rabino acerca del sabor cargado
del caldo, y le instaban amablemente a dejar de comerlo.
Ante lo cual, el rabino enseñó: 'Les agradezco el cariño y cuidado que ponen
por mi persona. Ya he sentido el fuerte sabor de esta sopa, pero, ¿cómo no
continuar saboreándola? ¿Acaso cada pizca de sal que cada miembro de la
familia agregó, no demuestra la consideración y el aprecio que esa persona
tiene por mí, al punto que se interesa en sazonar amorosamente el manjar que
yo iría a disfrutar? No mis queridos, esta sopa es un manjar para mi ánimo
que no he de despreciar porque está un poco salada de más.'
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