Un estudio
acerca de la Parashá
A veces, en la pregunta está la
respuesta
Está escrito en la parashá:
"Levántate,
anda a lo largo y a lo ancho de la tierra (Prometida), porque a ti
(Avraham) te la daré." (Bereshit / Génesis 13:17)
Era
hacia el fin del año lectivo, y como siempre por esas fechas, el
instituto buscaba nuevos ayudantes de asignatura. Razón por la cual, el
maestro en ciencias, propuso el siguiente problema:
'Como parte de la carrera para investigador policial, uno de los cursos
requiere aprender a reconocer los gestos, señales, indicios, modos para
advertir al que miente. El instructor sienta al estudiante en una habitación
de interrogatorios junto a tres ayudantes, que hacen las veces de
sospechosos. La consigna es simple: Hay uno sólo de ellos que miente, ¿cuál
es?
Entonces pasa a oír las declaraciones
A: - Ellos dos (B y C) siempre mienten.
B: - Ellos dos (A y C) siempre mienten.
C: - Yo siempre digo la verdad.
Ahora bien, ¿qué responderían ustedes? Tienen un par de horas para
responder. Luego oiré las respuestas, y la decisión será inmediata, el
que conteste correctamente tendrá un grado en la cátedra el año
entrante, con la posibilidad de avanzar enormemente en su carrera.'
Y sus discípulos, cada uno por su lado, se pusieron a especular.
Pensaron, razonaron, calcularon. Hicieron croquis, representaban roles
para sí mismos, y escondían sus magros resultados de sus compañeros.
El tiempo pasaba imperturbable a la congoja de los jóvenes... ¿acaso
detendría su fluir por lo que aconteciera en la vida de ellos?
Y las horas pasaron.
Y las respuestas, todas ellas dejaron una sensación de derrota en el
pecho de los presentes.
Con amabilidad, lamentó el maestro la oportunidad desperdiciada. Los
alentó a continuar sus estudios sin perder la esperanza, pues un pequeño
contratiempo no debe ser óbice para abandonar la carrera. Y tras unas
nuevas palabras de estímulo, abandonó el instituto y abordó su vehículo.
Lentamente se puso en marcha. Cuando uno de los jóvenes estudiantes salió
como disparado del edificio, persiguió el coche de su maestro para
pedirle: 'No me interesa la promesa de una recompensa, le pido por favor,
que me diga cómo hago para hallar la respuesta apropiada.'
Y le dijo el maestro: 'Tu tenaz búsqueda de la verdad es en sí misma la
respuesta que precisas... será un gran placer para mí recibirte el año
entrante en tu nuevo trabajo de ayudante de cátedra'.
Shabbat
Shalom les desea Yehuda Ribco
Destellos de la parashá
Sidrá 3ª de la Torá y 3ª
del sefer Bereshit / Génesis.
Entre los versículos 12:1 y 17:27.
Se lee la haftará en el sefer Ieshaiá / Isaías 40:27 – 41:16.
En esta parashá
-sección semanal de la lectura de la Torá-, nuestro primer patriarca
(Avraham) reconoce que Dios es el origen de todo lo que existe. Por lo
cual lo acepta como su Dios, como el único Dios.
Esta frase que parece contar algo corriente, en realidad implicó una
revolución social. Durante largos siglos la humanidad había olvidado la
existencia de Dios. Sin embargo, el alma humana vive sedienta por la cercanía
a Dios, el deseo de hallarLo reside por siempre en nuestra alma.
Entonces, sin reconocer otra solución, ellos inventaron dioses. Y
llamaron dios a los astros, a elementos de la naturaleza, a lo que les
parecía poderoso, a personas, a ideas... a cosas... cosas que no son
Dios.
En medio de esa cultura. Sumergido en la total idolatría. Rodeado del
desconocimiento de Dios. Perseguido y aislado, a pesar de todos los
pesares... Avraham halló el camino hacia Dios, hacia el crecimiento, la
paz y la armonía.
Avraham, nuestro patriarca, nuestro modelo.
De la Parashá
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