Shabbat Tevet 3, 5763 - 7/12/02 (Último día de
Januca)
Comentario de la Parashá Miketz
: Debajo de la cáscara
El poderoso faraón sueña aquel famoso sueño, en el cual siete vacas
espantosamente flacas y enfermizas devoran completamente a siete vacas
rollizas y saludables.
Cuando relata lo soñado, el faraón menciona que: "Estas entraron en su
interior, pero no parecía que hubiesen entrado en ellas, porque su
apariencia seguía siendo tan mala como al comienzo" (Bereshit / Génesis
41:21). Es decir, que a pesar de haberse comido totalmente a las vacas
gordas, las vacas flacas continuaban mostrando su horrible semblante.
Muchas han sido las interpretaciones sobre esta pesadilla.
La principal es la que Dios anunció por intermedio de Iosef: "...vendrán
siete años de hambre. Toda la abundancia anterior será olvidada en la tierra
de Egipto. El hambre consumirá la tierra, y aquella abundancia pasará
desapercibida en la tierra" (Bereshit / Génesis 41:30-31). Es decir, que
lo malo por venir será tan brutal que incluso borrará el recuerdo de las
épocas de bienestar.
Además de esta interpretación válida para su
época, y vigente en cada era de crisis, hay otras enseñanzas que podemos
extraer de este párrafo. Permítanme exponer brevemente una, referida a la
existencia y utilidad del mal.
Debemos saber que nuestra Tradición ilustra que la existencia de la maldad
en el mundo es posible sólo porque en su profundidad se encuentra oculta una
chispa de santidad. Lo que consideramos malo, en verdad es una vasija
que en su muy lejana interioridad esconde una semilla de energía positiva.
Es decir, el mal es una cáscara vacía y sin contenido propio, ya que
para lo único que sirve es para contener chispas de bondad.
Esta luminosa chispa suele pasar completamente desapercibida, pues está
hondamente envuelta por pesadas capas de desagradable maldad.
La misión de cada persona de Bien es extraer esas chispas positivas de entre
las cáscaras de impureza, y así descartar lo que es perverso y negativo.
¿Cómo se logra desechar la cáscara para nutrirse con lo provechoso que está
oculto?
Nuestra Tradición nos brinda un método: persistente, constante y diligente
estudio de Torá y práctica de acciones buenas (las mitzvot).
¡Shalom iekarim! ¡Les deseo Shabbat
Shalom! ¡Jag Urim Sameaj!
Moré Yehuda Ribco
Relato a
propósito del comentario
El rabi de Lublín dijo: "Amo al hombre malvado
que se sabe malvado más que al virtuoso que se sabe virtuoso.
Pero, respecto al malvado que se considera virtuoso se ha dicho: "No se
arrepienten ni siquiera en la puerta de la muerte" (TB Eruvin 19). Porque
piensan que los mandan al infierno para mejorar las almas de los
otros y no por sus propios pecados."
De la Parashá Miketz
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