Un
vistazo a la Parashá Miketz
Ubicación:
Miketz ("Al termino") es la
décima
parashá del primer tomo de la Torá, el
sefer Bereshit, conocido en español como "Génesis".
Temáticas:
Podemos señalar las siguientes temáticas en nuestra parashá:
-
Iosef interpreta los sueños de Faraón
Luego de dos años de tensa espera en la cárcel, finalmente Iosef es sacado
de allí, y llevado a presencia de Faraón. El rey había soñado que siete
vacas gordas salidas del Nilo eran comidas por siete vacas flacas,
macilentas. Y soñó que siete espigas rebosantes habían sido comidas por
siete espigas paupérrimas. Iosef le interpretó que habría siete años de
abundancia sin par, pero luego siete años de una hambruna espantosa, y
recomendó poner a alguien a cargo para que se ocupara de aprovisionar al
país.
Faraón lo elevó a él al rango de segundo en Egipto, el más poderoso luego de
Faraón.
-
Iosef el vice-rey
Ya en su cargo, el treintañero Iosef ordena construir silos y almacenes
inmensos. Recoge la abundancia de comida y la almacena diligentemente.
Tras los siete años de llenura, la miseria cunde por Egipto y sus tierras
vecinas. De todas partes arriban hambrientos en busca de algo que llevar a
la boca.
De a poco Faraón se va haciendo dueño de todo el país, gracias a la
diligencia de Iosef.
-
Los hermanos de Iosef llegan a Egipto
El hambre alcanzó la tierra de Israel, por lo cual Iaacov envió a sus hijos
mayores a comprar comida en Egipto. Iosef reconoce a sus hermanos, a los que
acusa como espías, y los envía a la cárcel por tres días. Ellos declaran su
inocencia. Para demostrar que no son espías deberían regresar a Egipto
trayendo consigo a su hermano menor, a Biniamín. Mientras tanto, Shimeón iba
a quedar como rehén en la cárcel egipcia. Los hermanos entonces recuerdan el
dramático suceso cuando ellos tiraron al pozo a Iosef, y sus pedidos de
auxilio y su reclamo de inocencia. Al reconocer Iosef el sentimiento de sus
hermanos, se aparta y llora.
-
Los hermanos de Iosef regresan de Egipto
Los hermanos, camino al hogar, encuentran en las bolsas de comida, que
adquirieron en Egipto, que estaba también el dinero con el que ellos habían
abonado. Y ahora tenían miedo de ser acusados de haber robado el dinero.
Al encontrarse con Iaacov le cuentan los sucesos, pero Iaacov se niega
terminantemente a permitir que Biniamín vaya con ellos a Egipto.
Cuando la escasez volvió a sentirse, Yehudá se comprometió ante su padre a
hacerse cargo y responsable del bienestar e integridad de Biniamín.
Con esa promesa, Iaacov permitió que sus hijos regresaran a Egipto
nuevamente.
-
Los hermanos con Biniamín en Egipto
Cuando llegan los hermanos a Egipto, son agasajados en casa de Iosef.
Shimeón es liberado, y todos juntos comparten una comida. Finalmente los
hermanos emprenderán como hombres inocentes su camino a casa, para lo cual
Iosef les hace entrega de grandes sacos de comida. También les es retornado
el dinero, sin que ellos lo supieran, y en el saco de Biniamín es escondida
la copa personal de Iosef.
Los policías, adrede, descubren este "robo", y prenden a Biniamín, y lo
llevan como esclavo de Iosef. Yehudá se ofrece él como voluntario, en lugar
del joven, pero los oficiales rechazan ese ofrecimiento y se llevan detenido
a Biniamín.
Para destacar:
-
Bitajón en Hashem,
Confianza en el Eterno
El Rav Mordejai Katz en "Estudiar y enseñar", nos instruye:
"Aconteció después de
dos años completos..."
(Bereshit / Génesis 41:1).
Iosef languidece en prisión por dos años desde que el mayordomo
fuera liberado, a pesar de haber comprobado la grandeza de la mano del
Eterno en su vida, él depositó su confianza en el mayordomo, no en el
Eterno.
Cuando el Rav Levi Itzjac de Berditchev vio a un hombre corriendo por su
parnasá (sustento), él le preguntó: '¿Como sabes que tu parnasá
está delante de ti, y no detrás de ti? ¡Ten un poco de confianza en tu
eventual éxito, ten un poco de aprecio por lo que haces, ten confianza en el
Eterno, y entonces verás que no debes correr tan duro!'
Nosotros debemos recordar esa bitajón en todo momento.
-
La grandeza de quien
reconoce su error
En "Creciendo por medio de Torá", del Rav Zelig Pliskin, nos enseña:
"Y se decían el uno
al otro: -Verdaderamente somos culpables con respecto a nuestro hermano..."
(Bereshit / Génesis 42:21).
Rabí David de Zeviltov comentaba: 'Si una persona hizo algo errado y
reconoce que se ha equivocado, él podrá ser perdonado; pero, si el deniega
su error, no hay penitencia para él'.
Cuando los hermanos de Iosef dijeron que ellos eran inocentes, Iosef los
acusó de ser espías; cuando ellos dijeron que eran culpables, él reaccionó
con plena compasión hacia ellos y se emocionó hasta el llanto.
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
Moré Yehuda Ribco
|