Shabbat: Kislev 4, 5764, 29/11/03
Comentario de la Parashá -
Toledot:
¿Por qué comes la manzana?
(Esta semana corresponde leer la parashá
llamada Toledot ("Generaciones") que es la
sexta del primer tomo de la Torá, el
sefer Bereshit , conocido en español como "Génesis").
La parashá pone en el tapete el temprano
conflicto entre Esav y Iaacov.
Estos conflictos se fundamentan en la radical diferencia de sus caracteres.
Esav lleva una vida dedicada por entero a conseguir la satisfacción
corporal, a los deleites del momento, a los logros que llenan el estómago
sin medir el precio ni el riesgo.
En tanto que Iaacov se aboca a la construcción de su faceta espiritual, que
es aquella que esencialmente permanece intocada por las impurezas.
Estos caracteres disonantes se esbozan muy
temprano en la historia personal de ambos hermanos mellizos.
Recordemos que la Torá narra que ellos ya en el vientre materno contendían.
Según nos explican alegóricamente los sabios intérpretes, el motivo era la
adhesión del patriarca de Israel a Dios y la Verdad, en tanto que Esav era
precoz adicto a la idolatría y falsedad.
Ambos genios contrapuestos batallaban sin tregua por demostrar su postura:
Iaacov con argumentos racionales y plenos de claridad, en tanto que Esav
dislocaba a su interlocutor con agresiones, medias verdades y confusas
explicaciones basadas en dogmas y ceguera.
Estas personalidades se van acentuando con el
pasar de los años y las vivencias.
Así, Esav se hace cazador, burlesco, hábil con las armas, experto en
muertes, sutil en engaños y mentiras, despiadado y sediento de cosechar
éxitos y trofeos.
Por su lado Iaacov, se va haciendo a la luz de las santas enseñanzas de sus
mayores, modesto, responsable, frugal, trabajador, esmerado.
En un momento de la historia, el que está
construyendo su vida a base de verdad y justicia, tropieza con las sendas
oscuras de su contendiente.
Por un minúsculo lapso, el honesto Iaacov se reviste con las indumentarias
hediondas, con los modismos y conductas, del fatal Esav.
De haber perseverado en ese camino de perdición, el patriarca se hubiera
sumido también él en el fango inmundo de la idolatría y la falsedad.
Sin embargo, de la médula de su ser un grito de alerta lo impulsó a escapar
de la falsa vida que había adoptado momentáneamente como propia.
Su espíritu le reclamaba retornar a la senda de la corrección, trabajo y
santidad, ya que se veía circundado por la miseria innominada de la
perversión y el pecado.
En ese momento, el justo patriarca, tomando impulso de sagradas fuentes, con
esfuerzo y dedicación se desvistió de los ropajes de falsedad que había
adoptado, y retomó la búsqueda que lo llevaba a la adhesión a Dios, y al
sincero amor al prójimo.
La historia de Iaacov construyendo su
personalidad consagrada a la Luz y Verdad, continúa. Pero, nosotros queremos
detenernos en una sola cuestión: ¿por qué cayó el patriarca en el lazo de la
idolatría y la avidez vacía de sentido trascendente?
Respuestas podemos dar varias, todas quizás
atinadísimas, de las cuales queremos mencionar solamente dos.
La primera, Iaacov se había dedicado con demasiada consistencia solamente a
las cosas tendientes a lo espiritual, pues las consideraba las únicas de
valor, en tanto desechaba como si fueran impuras las cosas materiales.
Pero, el ser humano está compuesto naturalmente de una faceta espiritual,
así como de una espiritual.
Dejar de lado una de éstas, es poner a la persona a vivir en un estado de
desequilibrio, de falta de armonía.
Iaacov tropezó con la maldición de actuar según la senda de Esav por no
haber procurado el equilibrado y suficiente bienestar a sus normales y
benditas necesidades físicas.
Esto debería servir como enseñanza para aquellos que erróneamente consideran
que en la disciplina extremadamente rigurosa y carente de humanidad se
encuentra la vía para alcanzar al Eterno.
No es así.
Al Eterno se llega mediante la combinación del cuerpo y el espíritu.
Y esto se traduce en la práctica como: elevar las apetencias físicas por
medio del idóneo y cabal cumplimiento de los preceptos. Así, por ejemplo, el
ascetismo no es la forma judía de vida, sino que es la relación sexual
dentro de parámetros establecidos por la normativa. O, por ejemplo, el ayuno
y quebranto del cuerpo tampoco es el modo de vida judío, sino el proveerse
de los alimentos apetecibles y nutritivos que se encuadran dentro de las
reglas dietéticas judías.
En resumen, aquel que abjura de su cuerpo pretendiendo así alcanzar la
elevación, realmente se está poniendo en serio riesgo, y a merced de caer en
las trampas de Esav y sus allegados.
Desgraciadamente, en la actualidad muchos son los que son aprisionados por
las pestes de los falsos-judíos-mesiánicos, y otras maldiciones similares,
cuando pretenden vivir una vida de dedicación al Eterno pero desconociendo
los límites correctos que Él ha establecido (directamente o
por medio de los Sabios de Israel). Esa seudo adhesión espiritualista
a Dios, es un resbaloso tobogán que lleva a vestirse con las malolientes
ropas de los idólatras, hasta que finalmente el nauseabundo olor queda
impregnado en la persona convirtiéndose en su recién nacida personalidad.
La segunda respuesta.
Iaacov quería encontrar prosperidad material para poder elevarla hacia
planos de espiritualidad.
Por su ignorancia en las cosas materiales, el único método que encontró
cercano fue el de su mellizo Esav.
Entonces, copió el método, pero no los objetivos ni la finalidad.
La finalidad de la vida de Esav era vivir. Su objetivo, pasarlo bien,
disfrutar, "comer, beber y gozar porque mañana estaré muerto". Para Esav
Este Mundo, es y era EL único mundo.
Por su parte, Iaacov llegó a captar que Este Mundo es el espacio/tiempo para
sembrar buenas acciones, que luego serán cosechadas, tanto Aquí, como en el
Mundo Venidero. Pero, como hemos dicho, Iaacov ignorante de cómo proceder
con las cosas de Este Mundo adoptó costumbres de Esav, suponiendo que iba a
tener la suficiente capacidad como para sublimarlas y hacerlas trabajar en
pos de lo que realmente vale. Sin embargo, no es así. Los caminos de Esav
son perniciosos, y no se extrae buen jugo de ellos, ni siquiera con
habilidad y gran dominio espiritual.
Apartarse de esos caminos, es asegurarse no estar en el rumbo de la maldad.
Nuevamente, en la actualidad hay muchos que creen que pueden transitar los
senderos de Esav para beneficio de los justos. Y con esa falsa presunción
van apartándose de la Luz y la Verdad, hundiéndose en la gangrena podrida de
la idolatría. Marchan detrás de las abominables doctrinas de Pablo de Tarso,
adoran pecadores como Jesús, asumen posturas de santidad para ocultar su
inmensa perdición... ¿por qué? Pues, por suponer que ellos pueden andar por
el camino de Esav pero mantener intacta la personalidad de Iaacov, pero, se
equivocan atrozmente.
Quiera el Eterno ayudar a los extraviados a
que puedan escuchar a su esencia que desde su interior les está clamando,
para que regresen a la senda de la Verdad.
Que tomen el ejemplo del patriarca, que en un minúsculo santiamén reconoció
el tufo pestífero de la idolatría y la ruindad, y prontamente escapó de eso.
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
Moré Yehuda Ribco
Notas:
Otras interpretaciones de este pasaje de la
Torá, y más estudios los hallan
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