Lic. Prof. Yehuda Ribco // Tishrei 4, 5765 - 20/9/04 |
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Crecimiento: los hijos reciben... | |
Claves: Cabalá, Kabbalah, mística, sod, secreto, Dios, bienestar, paz, armonía, desarrollo, crecimiento, felicidad, salud, normas, generosidad, egoísmo, equilibrio, alegría, enfermedad, rectificación, alimento, comida, sangre, refinamiento, trascendencia, psicología, emocional, hijos, familia, crianza, educación, adicción, emoción, intelecto, sefirot, poder, esfera, facultad, midá, justicia, retributiva, retribución, tikún, profecía, Dios, religión, Midrash, Talmud, Rabino, rabínico, oral, Torá, estudio, bíblico, Biblia, Israel, israelita, hebreo, judío, judaísmo | |
Tres son los factores que interactúan para la formación de la personalidad:
En esta oportunidad veamos un poco acerca del tercer factor. Así pues, los que modelan deben tener doble cuidado en su actuar, pues (lo quieran o no) están perpetuando su estilo de vida (educando) a sus hijos en sus mismas sendas. Esta educación a través de sus conductas puede tener tres tipos de resultados, en orden de frecuencia son:
Desde el punto de vista de los padres, estos tres tipos de reacción suelen ser juzgados como:
Mencionaremos un ejemplo extremo, que ilustra lo que pueden llegar a ser los
resultados en la personalidad de los hijos a partir de las acciones
paternas. Es un ejemplo drástico, pero que tristemente
es muy común (ya desde Noaj/Noé, es así ver Bereshit /
Génesis 9:21-25): el del abuso de alcohol por parte de alguno de los
padres. Cada patrón de conducta de los padres, sea positivo o negativo, educa a sus hijos y los refuerza en la edificación de su personalidad, no debemos olvidarnos de esto. Anotemos un detalle no menor, cada uno de estos tres tipos pueden estar presentes en la misma persona, al mismo tiempo. Al momento de educar hijos para que anden por los caminos del bien y la corrección, ¿qué es lo que deberíamos priorizar? Se ha comprobado que los niños que se sienten seguros y cuidados por sus padres, despliegan con mayor facilidad y eficacia sus potencialidades positivas, y desarrollan a su vez una personalidad aseguradora y cuidadosa. El sentimiento de seguridad de un hijo, que
conlleva un adecuado amor propio, fundamentalmente se forma a partir de la actividad y las
actitudes aseguradoras y cuidadosas que tengan sus padres en la vida, y
especialmente hacia él. Así, por ejemplo cuando se está educando para actuar con responsabilidad, es preciso no basar la instrucción en el miedo ni en cuestionar sobre su propio bienestar. ¿Colaboró usted ya con SerJudio.com? Yehuda Ribco E-mail: comentario@serjudio.com |
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©2004
Yehuda Ribco,
Montevideo, Uruguay. ___Queda
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