En esta ocasión veremos como podemos poner en
práctica en nuestra vida diaria algunos de los conceptos fundamentales
de la Cterapia.
Para que la actitud negativa desaloje nuestro corazón
Cuando nos alcance una situación adversa
(accidente, enfermedad, muerte de algún familiar, despido, disputa
familiar, etc.),
cuando alguien nos diga algo con intención dañina (eres inepto, no
vales nada, estás loco, tu opinión no cuenta, basura, estúpido,
etc.),
cuando en nuestro corazón es negatividad lo que cunde (no puedo, no
valgo, no sirvo, no sé, soy basura, soy estúpido, etc.),
¿cómo debemos proceder para no caer en el pozo de la oscuridad?
Estos versículos deben ser repetido constantemente,
en voz apenas audible por usted mismo,
hasta que sienta calor, serenidad y confianza firmes en su corazón:
"No temas, porque Yo
estoy contigo.
No tengas miedo, porque Yo soy tu Elokim.
Te fortaleceré,
y también te ayudaré.
También te sustentaré con la diestra de Mi justicia."
Por esto,
"Ciertamente el bien y la misericordia
me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Eterno
moraré por largos días."
(Ieshaiá / Isaías 41:10, Tehilim / Salmos 23:6)
No nos engañemos, pensando que es una fórmula
mágica que convierte un desierto en un fértil jardín, da esplendor
al que la enfermedad ha consumido, u otorga dinero para sus
necesidades al hambriento.
Es una afirmación de nuestro indestructible vínculo con la Fuente de
todo Bien, que nos vigoriza y da ánimos para afrontar con entereza
cualquier situación.
No es la situación dramática la que principalmente consume nuestras
energías espirituales, sino especialmente el sentir que nada tiene
sentido, que la vida es un vacío, que no hay una postrer justicia.
Pero, cuando sabemos en nuestro corazón que el Eterno está con
nosotros, que todo tiene un sentido, entonces podremos hallar luz en
la más oscura de las noches.
Luego de haber repetido estas frases y sentido su
influjo benefactor, enfoquemos nuestra mente en lo positivo, no en
la negación de lo negativo.
Concentrémonos solamente en que las palabras de bendición hasta que
penetren en el último rincón de nuestras almas.
Concentrémonos en el "bien y la misericordia",
en el "te fortaleceré",
en el "te ayudaré",
en el "te sustentaré".
Al terminar esta meditación íntima,
debe dibujar en su mente el escenario positivo que reemplaza
completamente lo que lo ha molestado (enfermedad, discusión,
insulto, angustia, etc.),
teniendo presente que usted está habitando en la casa del Eterno, en
Su Presencia bondadosa.
Además, se debe dar (o separar) dinero con la
finalidad de hacer tzedaká -caridad-, en la justa medida de
las posibilidades (o un poco más).
El acto de generosidad tampoco debe ser tomado como un negocio que
se está haciendo con Dios, al estilo de "yo le doy a los pobres,
entonces Tú me darás lo que te pido". En realidad se debe dar al
necesitado porque él lo necesita y porqué en el acto de dar estamos
sembrando bien en nuestro corazón.
Estas semillas de bien que sembramos, en lo externo e interno,
tendrán sus buenos frutos para ser cosechados.
CTerapia online
Notas:
1- |