MI AMIGO APRECIADO:
AQUÍ ESTOY OTRA VEZ, NECESITÁNDOLO,
Y AL MISMO TIEMPO DÁNDOLE GRACIAS AL TODOPODEROSO POR LA FORTALEZA Y EL
ÁNIMO QUE ME
DA PARA SEGUIR ADELANTE Y ESPERANZADO,
MI SEÑORA MADRE,
FALLECIÓ A LOS 74 AÑOS, HACE UNAS HORAS REGRESAMOS
DE SEPULTARLA,
EL FULMINANTE INFARTO QUE LE DIO NOS HA DEJADO
A TODA MI FAMILIA DOLIDOS Y TRISTES,
LE COMUNICO ESTO POR EL APRECIO Y RESPETO QUE
SIENTO POR USTED Y ESTOY SEGURO QUE CUALQUIER
PALABRA SUYA SERÁ BUENA PARA NOSOTROS,
GRACIAS
H.
Mi amigo.
Que el Eterno sea el reposo del espíritu de su madre.
Amén.
La tristeza y el dolor son naturales,
pues indican que algo en nuestra propia alma se ha quebrado con la
separación.
Cada deceso de una persona querida,
es como una pequeña muerte para nuestra alma...
queda un espacio vacío, una palabra no dicha, un abrazo ausente, una promesa
sin cumplir, una esperanza apagada, un adiós que no salió de la boca (o del
corazón)...
Solamente el tiempo y nuestras buenas acciones, el amor
auténtico, nos van restaurando el alma.
Cuando esto ocurre,
el dolor deja su lugar al amor,
la tristeza al recuerdo que nos lleva a construir una mejor vida.
Usted sabe que en lo más profundo
la gente no tiene miedo a la muerte,
el miedo que más corroe las entrañas
es el de haber vivido una vida vacía,
sin sentido.
Yo no tuve el honor de conocer a su recordada madre,
pero conociéndolo un poco a usted,
estoy seguro de que su madre no tuvo miedo a vivir,
y por tanto al morir entró con paz de espíritu al paraíso.
Ahora, en esta nueva vida que ella comenzó,
está cosechando los buenos frutos que supo sembrar a lo largo de sus años de
vida.
Que estas palabras le sean de referencia,
quizás de consuelo también.
Viva de tal modo que al morir no esté angustiado por haber malgastado su
vida.
Viva de tal modo que sirva de positivo influjo para cercanos y lejanos, de
esa manera permanecerá indisolublemente ligado a la vida.
Un abrazo mi querido, para usted y sus amados.
Siempre con usted
su amigo
Yehuda
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Notas:
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