Hay una duda que es esencial al ser humano: "¿Para qué
vivo?"1.
En cada persona, desde los pequeños a los más ancianos, está inserta la
semilla de la duda con respecto al sentido de la vida.
Es una cuestión ineludible, parte constituyente del ser humano.
Ante esta realidad constante, existen cuatro reacciones habituales:
-
Tratar de responder a la duda creativamente, de la
mejor manera posible, dentro de las limitaciones propias del individuo.
-
Adoptar de manera alguna respuesta hecha por otro y
sostenerla imperturbablemente, sin análisis maduro, sin crítica
racional.
-
Rehuir dar respuestas, e incluso rechazar que existe la
tal duda existencial.
-
Negar la posibilidad de cualquier sentido a la vida,
sugiriendo que es una tontería el preocuparse por este tema. Entiéndase
bien, no se duda de que esté planteada la pregunta, sino del valor de la
misma o de la validez de cualquier respuesta. Por esto mismo, a veces se
lanzan respuestas "alocadas", con la finalidad de acallar la duda que no
se puede silenciar.
¿Cuál crees que ha sido tu actitud hasta ahora con respecto
al sentido de tu vida?
Por supuesto que lo ideal es construir una respuesta
creativa, empleando para ello los basamentos y utensilios que brinda la Torá
y la Tradición, conjugados por una reflexión serena y emocionalmente
equilibrada.
Pero, tristemente es la menos transitada de las opciones.
Atención, no te sientas mal si encuentras que no has estado
dando este estilo de respuesta, pues ahora que gracias a Dios estás leyendo
esto, tienes la oportunidad de cambiar el estado de las cosas.
La CTerapia tiene la intención de brindar herramientas y
guía para que cada persona pueda ser el constructor de su respuesta, de su
sentido de vida trascendente.
En vista de esto, quisiera enumerar ahora una serie de
respuesta clásicas ante la duda existencial, para de ese modo ayudarte a
encontrar en dónde estás, y hacia dónde podrías encaminarte para crecer en
todos los planos de tu existencia.
Lo catalogaré de acuerdo a los cinco planos de existencia humana, para mejor
comprensión y practicidad a la hora de emprender alguna acción para tu
crecimiento.
Te marcaré con color verde aquellas opciones que son realmente camino de
vida.
Plano Físico/Material
Las respuestas se centran en el acopio de bienes materiales: glotones,
físico-culturistas, avaros, ambiciosos, lujuriosos, obsesionados con su
cuerpo, etc.
También se pueden dar las respuestas abiertamente lesivas en lo material:
adicción a drogas, compulsión a accidentarse, intentos de auto-eliminación,
violencia física, derroche, integrar bandas de forajidos o extremistas,
terroristas, fetichismo, etc.
Por estos se ha dicho:
"Yo dije en mi corazón: '¡Ven,
pues; te probaré con el placer, y verás lo bueno!' Pero he aquí que esto
también era insignificancia.
A la risa dije: '¡Eres locura!'; y al placer: '¿De qué sirve esto?'
Propuse en mi corazón agasajar mi cuerpo con vino y echar mano de la
necedad-mientras mi corazón siguiera conduciéndose en sabiduría-, hasta
ver en qué consiste el bien para los personas, en el cual se han de
ocupar debajo del sol, durante los contados días de su vida.
Engrandecí mis obras, me edifiqué casas, planté viñas,
me hice huertos y jardines, y planté en ellos toda clase de árboles
frutales.
Me hice estanques de aguas para regar con ellas un bosque donde
crecieran los árboles.
Adquirí siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa. También tuve
mucho ganado, vacas y ovejas, más que todos los que fueron antes de mí
en Ierushalaim [Jerusalén].
Acumulé también plata y oro para mí, y tesoros preciados de reyes y de
provincias. Me proveí de cantantes, tanto hombres como mujeres; de los
placeres de los personas, y de mujer tras mujer.
Me engrandecí y acumulé más que todos los que fueron antes de mí en
Ierushalaim [Jerusalén], y en todo esto mi sabiduría permaneció conmigo.
No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni rehusé a mi corazón
placer alguno; porque mi corazón se alegraba de todo mi duro trabajo.
Ésta fue mi parte de todo mi duro trabajo.
Luego yo consideré todas las cosas que mis manos habían hecho y el duro
trabajo con que me había afanado en hacerlas, y he aquí que todo era
insignificancia y aflicción de espíritu. No había provecho alguno debajo
del sol."
(Kohelet / Predicador 2:1-11)2
Están las personas que se esmeran por
sublimar, por elevar desde el plano material a otros superiores, todos los
bienes materiales con los que han sido provistos. Por ejemplo, al bendecir
por los alimentos consiguen no solamente extraer los nutrientes físicos,
sino también hacer alumbrar la chispa de espiritualidad que está contenida
en el alimento que ingerirá.
Actuando de esta manera, con tendencia a lo elevado, se encuentra una
respuesta a la interrogante inherente a la persona humana.
Plano Emocional
La respuestas giran en torno a temas emotivos, tanto de emociones luminosas
como lóbregas: amistad, conseguir "el amor", gozar de felicidad,
pasarla bien, formar familia, tener hijos, dejar herederos, etc. O:
depresión, desesperación, ansiedad, angustias, desesperanza, mala suerte, el
destino adverso, supersticiones, religiones, reclusión en sectas,
fanatismos, fe en esto o aquello, mantener parejas disfuncionales, etc.
Para estas personas se ha dicho:
"Entonces dije en mi corazón:
'Lo mismo que le acontecerá al necio me acontecerá también a mí. ¿Para
qué, pues, me he hecho más sabio?' Y dije en mi corazón que también esto
era insignificancia."
(Kohelet / Predicador 2:15)
Están aquellos que por medio de ser
sensibles para con el prójimo, y desarrollando una sincera humildad, han
podido descubrir una manera de responder a su duda esencial.
Plano de los Deseos o Social
Las respuestas se reúnen en temáticas tales como popularidad, poder,
influencia pública, condecoraciones, títulos académicos, compañías vistosas,
posesiones codiciadas, renombre, gestas sociales, etc.
Estos logros pueden ser socialmente correctos, aunque pasados de límites
quizás; o francamente delictivos o inmorales.
Sobre estas personas está dicho:
"Todo el duro trabajo del
hombre es para su boca; y con todo eso, su alma no se sacia."
(Kohelet / Predicador 6:7)
Están los que siendo auténticamente
solidarios, los que asisten pródigamente al prójimo sin motivos ulteriores,
han hallado el camino a una respuesta genuina a la duda del ser.
Plano Intelectual
Las respuestas suelen ser máximas de filósofos, poetas, pensadores
laicos, gurúes seudo espirituales, científicos, es decir, de personas que
han cultivado en ciertos aspectos el plano intelectual. Otra posibilidad es
el pergeñar conceptos, que van desde los más triviales a los más complejos,
para de esa manera presentar alguna respuesta más o menos coherente.
Para estas personas se ha dicho:
"Porque en la mucha sabiduría
hay mucha frustración, y quien añade conocimiento añade dolor.
Vi todas las obras de Elokim. Ciertamente el hombre no logra comprender
la obra que se hace debajo del sol. Por más que se esfuerce buscándolo,
no lo alcanzará; aunque el sabio diga que lo conoce, no por ello podrá
alcanzarlo.
Además de esto, hijo mío, queda advertido: El hacer muchos libros
[especulativos] es algo sin fin, y la charlatanería fatiga el cuerpo."
(Kohelet / Predicador 1:18; 8:17; 12:12)
Están también los que usando su
razonamiento y conocimientos de Torá (y quizás de ciencias), encuentran
caminos para dar algunas respuestas profundas a la duda existencial.
Plano Espiritual
La persona encuentra que el cumplir los
mandamientos, aquellos que el Eterno le ha encomendado, es la respuesta para
todas las dudas existenciales. Cuando además de su adhesión al Eterno, por
medio del cumplimiento de los mandamientos, la persona profundiza en Torá
(de acuerdo a sus capacidades y limitaciones), la respuesta creativa y
saludable surge desde el centro de su espíritu y le brinda una calma y
confianza espléndidas.
Estas personas gozan de lo permitido y se cuidan, en todos los planos de su
vida.
Sobre esto está anunciado:
"La conclusión de todo el
discurso oído es ésta: Teme a Elokim y guarda Sus mandamientos, pues
esto es el todo del hombre.
Porque Elokim traerá a juicio toda acción junto con todo lo escondido,
sea bueno o sea malo."
(Kohelet / Predicador 12:13-14)
Pues hasta aquí este breve repaso sobre probables respuestas, las más
frecuentes entre las personas.
Te pido que te tomes un tiempo para encontrar con autenticidad las
respuestas que tu le das a la vida, y el tipo de reacción que tienes ante la
duda: ¿Para qué vivo?
Cuenta conmigo para lo que te pueda ayudar en tu viaje de
crecimiento.
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1- El libro de Kohelet,
Predicador o Eclesiastés, se concentra precisamente en esta duda
y en la búsqueda teórica y práctica de respuestas. Hemos escrito
en otras oportunidades sobre este tema, así como sobre el libro
consagrado. Búscalo por favor en serjudio.com
2- Las citas de Kohelet solo
sirven como mero ejemplo parcial, pues el libro, como he dicho
en la nota previa, está dedicado con profundidad e intensidad a
esta temática. Sería necesario un estudio verso por verso para
descubrir cada gota de inmensa enseñanza que en ellos está
depositada.
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