Simjat Torá 5764
Comentario de la Parashá -
Vezot HaBerajá
:
Te conducen por donde quieres ir
(Esta semana corresponde leer la parashá
llamada Vezot HaBerajá ("Ésta
es la bendición") que es la
undécima y última, del quinto tomo de la Torá, el
sefer Devarim, conocido en español como "Deuteronomio").
Moshé continúa despidiéndose de su pueblo
amado.
Ya los ha reprendido, y ha fustigado para que sigan por el camino de la Torá
y las mitzvot, y que no se extravíen detrás de falsedades
(como cualquier idolatría) ni de los deseos
superficiales de sus corazones.
Él fue (y será por siempre) el más grande de los
profetas y maestros de Luz, por eso sabe que sus últimas palabras no pueden
ser duras o cargadas de pesada tonalidad; sino que deben portar la llama de
la esperanza y el optimismo.
Deja la tojejá y hace sus palabras de nejamá.
Así que, como final despedida bendice a Israel.
A cada una de las tribus le dirá aquello que mejor le servirá como señal
para actuar en el futuro, para que sepan cómo mantenerse fieles a su
identidad, a su esencia, a su nación, a Dios.
Una a una se desgranan las oraciones referidas
a las tribus, y cuando llegamos al final, descubrimos que falta la mención
explícita (1) a una de las tribus,
Shimeón/Simón no está nombrado ni bendecido.
¿Qué es lo que pasó?
¿Acaso el gran Moshé olvidó a una de las tribus de Israel?
¿No se percató de esta omisión?
¿Es un error o un acto adrede?
Para responder debemos remontarnos en la
historia, hacia otra persona que también impartió bendición a modo de
despedida.
Recordemos... Iaacov con su último aliento bendice a sus hijos, los que
fueron padres de tribus, y en un momento dice:
"Shimeón y Leví son hermanos; sus armas son
instrumentos de violencia.
No participe mi alma en su consejo, ni mi honor se adhiera a su asamblea.
Porque en su furor mataron hombres, y en su desenfreno lisiaron bueyes.
Maldito sea su furor, porque fue fiero, y su ira, porque fue cruel. Yo los
dispersaré en Iaacov [Jacob], y los esparciré en Israel."
(Bereshit / Génesis 49:5-7)
¿Qué vemos aquí?
Pues, siglos antes Shimeón pareciera no ser bendecido, ya que él junto a
Leví reciben una reprimenda de parte del padre, quien condena su carácter
violento, quien censura su propensión a dejarse dominar por las bajas
pasiones.
Con el correr del tiempo y de las
experiencias, los descendientes de Leví, los miembros de esa tribu,
aprendieron a canalizar su enorme energía interior (hasta
entonces usada para provocar desastres o sumarse a los alborotos), de
modo tal que alcanzaron niveles altísimos en el servicio al Eterno y en el
amor al prójimo.
Es una realidad que a la poderosísima fuerza que impulsa hacia lo negativo
se le puede cambiar el rumbo, desviarla de la búsqueda de lo malo, para
dirigirla en procura de lo bueno. Esto se consigue merced al trabajo por
crecer y superarse, que lleva hacia lo Alto (recordemos que
Moshé y Aarón eran de esta tribu).
Y de acuerdo a esto, es la bendición que reciben los de Leví tras su
metamorfosis, tras su cambio de personalidad, tras su pasaje de perseguir lo
nocivo a construir el Shalom:
"...ellos guardaron Tu palabra y observaron
Tu pacto.
Ellos enseñarán Tus juicios a Iaacov [Jacob], y Tu Torá a Israel. Pondrán
delante de Ti el incienso y sobre Tu altar la ofrenda del todo quemada."
(Devarim / Deuteronomio 33:9-10)
Por su parte, la esclavitud de Egipto, las
travesías por el desierto, los milagros operados grandiosamente por Dios,
las enseñanzas de la Torá, el ejemplo de Leví y tantas cosas más, para los
de Shiméon no valieron de mucho.
En general, no modificaron su conducta.
No encauzaron su energía hacia el crecimiento, sino que la siguieron
destinando a cosas perniciosas y apartadas de lo bueno.
Se mantuvieron en la triste senda del error.
Por eso, Moshé no los puede bendecir explícitamente, ya que no encuentra
palabras que los hagan cambiar. Es que, no es con palabras que en general
los descarriados encuentran el camino a la Verdad, sino que es a través de
que actúen voluntariamente, es con hechos, con esfuerzo por modificar la
realidad y de paso modificarse a uno mismo (2),
el modo para reparar y crecer.
Sin embargo, Moshé no los deja desamparados,
ya que oculta la bendición para Shimeón dentro de la que dirigió a Yehudá,
con la esperanza de que el buen ejemplo de los miembros de esta tribu
(los judíos de todas las épocas, que se mantienen fieles a la
Tradición de Israel) finalmente pueda educar a sus hermanos atontados
por las pasiones infieles, y llevarlos a lo mejor que ellos pueden alcanzar.
Esta enseñanza es muy provechosa para nuestras
vidas.
Tenemos en nuestras manos el destino que nos construimos, podemos ser como
Shimeón o podemos ser como Leví.
Podemos dejarnos caer o arrastrar hacia lo que es perjudicial, o podemos
emplear el inmenso potencial interno que todos tenemos, para construir y
crecer a la Luz de la Torá.
En nuestras manos está...
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Gmar Jatimá Tová!
Moré Yehuda Ribco
Notas:
1- La bendición de Shimeón está oculta entre las palabras
dirigidas a Yehudá.
2- Una de las finalidades generales de los mandamientos es precisamente
refinar a la sociedad y refinar al que los cumple. Más datos sobre este
importante aspecto, lo hallará en
http://serjudio.com/cursos/rescurso2a.htm.
Otras interpretaciones de este pasaje de la
Torá, y más estudios los hallan
HACIENDO CLIC
AQUÍ y
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