Comprador
de ilusiones
Está escrito en la parashá: “Pero si tu corazón se aparta y no
obedeces (la Torá); si te dejas arrastrar a inclinarte ante otros dioses y les rindes culto, yo os declaro hoy que
ustedes encontrarán que se han perdido...”
(Devarim / Deuteronomio 30:17,18)
“En medio de la plaza de la ciudad el
forastero pregonó: 'Quien desee participar del milagro de la piedra
de sopa que se acerque'.
Unos cuantos curiosos se aproximaron al extraño espectáculo.
Dijo el extranjero: 'Para demostrarles el poder de la piedra
milagrosa, preciso que alguien me facilite una gran olla con agua'.
Uno de los espectadores la trajo. El mago la puso a hervir. Cuando
el agua estuvo a punto, lanzó la piedra dentro. Al cabo de un rato se
sirve un generoso plato de sopa de piedra. Sorbe una cuchara y su
cara se transforma en un gesto de disfrute. Tras lo cual anuncia: 'Para
realzar el sabor, vendría muy bien unas patatas'.
Uno de los curiosos salió corriendo, y al rato una bolsa de papas era
añadida a la sopa. Vuelve a probar el forastero y dice: 'Con un poco de
carne y otro de verduras, este caldo estaría estupendo'. Ahora son tres
los espectadores que corren a sus casas para traer lo solicitado, que es
agregado a la olla. Prueba nuevamente el mago, y grita: 'Un
toquecito de sal y unas rebanadas de pan, serían un lujo'. Y sin tardanza
pronto alrededor del caldero lleno de sopa de piedra había pan,
vino, gaseosas, frutas, helados... ¡todo un festín!
Luego de comer como un rey, el extranjero anuncia: 'Aquel que quiera
comprobar el milagro puede servirse de la sopa de piedra'. Y todos
reclamaron su porción. El banquete duró unas cuantas horas. Al finalizar
el extranjero les dijo: 'Ya que han verificado el poder de la piedra de
sopa, les comunico que está a la venta. Con ella podrán comer
ustedes y sus familias por siempre, sin pagar un peso.'
Y no tardaron los ingenuos que pujaron para adquirir tal notable timo.”
Shabbat Shalom - Shaná Tová les desea Yehuda Ribco
Destellos de la parashá
Sidrá 51ª de la Torá; 8ª del sefer Devarim.
Entre pesukim 29:9 y 30:20.
Haftará en Ieshaiá 61:10- 63:9.
Todo el pueblo de Israel,
sin excepciones es testigo y firmante del pacto eterno con Dios.
El Pueblo se comprometió a aceptar la Torá y cumplir sus reglamentos.
En tanto que Dios asumió el papel de Protector y Salvador de Israel.
La Torá afirma que para Israel es más sencillo de lo que parece a simple
vista. Lo que debe hacer cada uno de los integrantes de la Nación, es
decidir entre lo que es bueno y lo que no lo es... y optar siempre por lo
positivo, por lo que promueve la vida, apartándose del engaño, el error,
la miseria, la pereza, el incorrecto proceder.
Y la decisión se debe tomar basados en la palabra de la Torá, pero
también en lo que el corazón sabe qué es lo mejor, pues tal como está
escrito: "las palabras de la Torá están muy cercanas, en el
corazón y en los labios... para decirlas y cumplirlas".
Siendo fieles a las mitzvot -los preceptos-, que nos educan de
la mejor manera, un camino de crecimiento es lo que se abre frente a
nosotros.
De la Parashá
|