Un
vistazo a la Parashá Shoftim
Ubicación:
Shoftim ("Magistrados") es la
quinta
parashá del quinto tomo de la Torá, el
sefer Devarim, conocido en español como "Deuteronomio".
Temáticas:
Podemos señalar las siguientes temáticas en nuestra parashá:
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Sistema judicial
Se insiste en la importancia de contar con un sistema local y nacional de
magistrados para que impartan estricta justicia, así como con alguaciles que
sean el brazo ejecutor de la ley. Un juez debe ser imparcial, y rechazar
cualquier soborno.
El sistema judicial estaba concebido de tal manera que si un tribunal no
lograba resolver un caso, lo pudiera trasladar a una corte de mayor
jerarquía para que fuera la justicia lo que imperara en las relaciones
sociales.
El Sanhedrín, ubicado en el complejo edilicio del Templo era la Corte
Suprema de Justicia.
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Idolatría criminal
Se determinaba que un reo era culpable de idolatría tras una minuciosa
pesquisa, y tras un concienzudo proceso legal que daba garantías a las
partes (por ejemplo, el número mínimo de testigos a presentar
era dos, y los testigos eran los primeros en llevar a cabo la sentencia
contra el culpable).
El que fuera hallado culpable de idolatría por la Corte, recibía la
sentencia de muerte por lapidación.
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Sistema monárquico
En la contingencia de que el pueblo solicitara un rey, al uso de los
gentiles, el Eterno lo escogería de entre los israelitas. Se determinan en
la Torá ciertas leyes que restringen el poder absolutista del monarca, así
como se lo conmina a ser un modelo de persona fiel al Eterno por medio del
estricto cumplimiento de los mandamientos de la Torá y una sublime manera de
vida.
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Cohanim
Luego de enumerar las ofrendas y remesas que debían recibir los sacerdotes,
se enuncian leyes particulares para los sacerdotes.
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Superstición
La Torá prohíbe terminantemente todo tipo de superstición y brujerías. Los
que son fieles al Eterno no tienen ninguna necesidad de caer en esos vicios
que solamente engañan y perjudican la pureza del espíritu.
Los falsos profetas, que hablan en nombre de dioses falsos, o en nombre del
Eterno cosas que Él no mandó, deben ser juzgados y de ser culpables
sentenciados a muerte.
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Testimonios
Dos es el número mínimo de testigos de un robo.
De hallarse que algún testigo ha mentido, debe recibir como castigo el
castigo que quería que recibiera el que acusó en falso.
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Ejército
El judío no debe temer cuando va a batalla contra el enemigo, pues el Eterno
está de su parte.
Tres son las categorías de exentos de ejército: 1) el que tiene casa nueva
pero no la ha estrenado; 2) el que plantó un viñedo pero aún no disfrutó de
sus frutos; 3) el recién desposado, o el comprometido a matrimonio.
Podían quedarse en la retaguardia aquellos que manifestaran fuertemente su
terror a la batalla.
El ejército israelita debe reclamar paz antes de salir a la guerra, pero no
debe hesitar en luchar cuando sea necesario.
El ejército tampoco tenía derecho a hacer como quisiera en el campo de
batalla, sino que debía obedecer estrictas reglas, que en parte servían para
que la guerra no deshumanizará a los solados judíos.
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Responsabilidad por una muerte
Si se halla un cadáver en el campo, no se sabe quién es ni quién lo mató, la
responsabilidad recae sobre los habitantes de la ciudad más cercana. Los
jefes de ésta deben hacer una ceremonia en la cual anuncian que son
inocentes del crimen, y piden al Eterno para que los perdone y pueda haber
concordia y justicia.
Para destacar:
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Patrón de medida
El Lubavitcher Rebbe, Rabí Menajem Mendel Schneersohn ztz"l (en "El
huerto de la Torá") nos enseña:
"Justicia, justicia
perseguirás"
(Devarim / Deuteronomio 16:20).
Desde el mismo momento de su creación, el hombre siente la necesidad de
buscar la verdad. Al mismo tiempo, sin embargo, él tiene que confrontar los
límites que implica su propia subjetividad, y tomar conciencia que los
hallazgos frutos de su perspicacia son de rango limitado.
Al entregar la Torá, el Eterno proveyó a la humanidad con un estándar
objetivo acerca de la Verdad.
Contrastando con nuestras ideas subjetivas, la Torá nos da valores
objetivos, guías y principios que son de aplicación en cualquier situación,
en cualquier lugar y en cualquier tiempo.
¿Cual es la responsabilidad del hombre?
Juzgar.
Someterse y someter a su entorno a escrutinio y determinar cuál es la
conducta prescrita por la Torá.
Él entonces debe actuar conforme a ese juicio y esforzarse por modificar su
vida y su entorno en concordancia.
De esta manera, él se eleva a sí mismo y a su entorno, elevándolos a una
conexión que trasciende la concepción humana de lo bueno.
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Misericordia diaria
En "Ama a tu prójimo" el rav Zelig Pliskin nos enseña:
"leerá la Torá
todos los días de su vida, para que aprenda a reverenciar al Eterno su
Elokim, guardando todas las palabras de esta Torá y estos estatutos a fin de
ponerlas por obra."
(Devarim / Deuteronomio 17:19).
El Jafetz Jaim apunta que la Torá enfatiza que nosotros debemos caminar en
el camino del Eterno todos los días de nuestra vida, en tanto los Sabios
recalcaron que esto significa que nosotros debemos emular Sus caminos
confiriendo bondad y compasión hacia otros cada día.
Algunas personas erróneamente creen que si ellos hacen por alguien un favor,
especialmente uno grande, han cumplido con su obligación de hacer
misericordia por las próximas semanas.
Así pues, la Torá nos recuerda nuestra obligación de actuar
misericordiosamente cada día de nuestra vida.
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
Moré Yehuda Ribco
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