Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz

Busca:   

 Lic. Prof. Yehuda Ribco (Av 6, 5762 - 15/7/02)

Inicio (Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz)Contacto (Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz)Apoyo (Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz)

BeShem H' El Olam

 

Semana Shabbat 13/6/98 - Siván 20, 5758 - -

Parashá: Behaaloteja Bemidbar 8:1 - 12:16

La Luz que brilla

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


 
Esta parashá comienza con el tema de la luz en el Santuario, y de cómo debe ser encendida. Prestemos atención a esta explicación que se encuentra en el Midrash Bereshit rabá, parasha guimel, donde leemos: "Dijo rabbí Simón: Cinco veces está escrito aquí luz (la palabra luz aparece cinco veces en la primera parashá de la Torá), paralelamente a los cinco libros de la Torá."
Pasemos a explicar. "Dijo Dios que sea la luz" - por el sefer Bereshit; que en él aprendemos que Hashem fue el creador de la luz (y del Universo).
"Y fue la luz" - por el sefer Shemot, que en el acompañamos la salida de Israel de la oscuridad de Mitzraim a la luz de la liberación.
"Y vio Dios que era buena la luz" - por el sefer Vaikrá, que él rebosa de mitzvot, que son la luz de la existencia.
"Y separó Dios entre la luz y la oscuridad" - por el sefer Bemidbar, cuando acompañamos las peripecias del pueblo de Israel y comprobamos la separación entre los que son salidos de Mitzraim y los que son ingresantes a Israel.
"Y llamó Dios a la luz, día" - por el sefer Devarim, que alumbra con la abundancia de mitzvot, tal como un glorioso día.

Efectivamente, es en esta parashá (Beaalotejá), que podemos comprobar el inicio de la separación del pueblo de Israel, entre los que son dignos de entrar a la Tierra Prometida, y aquellos que no lo son. Entre los que son el futuro promisorio, y los que solamente son libertos pero aún esclavos. La gran luz que se comenzó a descubrir con el portento de Ietziat Mitzraim, en Bemidbar llega a una cúspide, en la cual el pueblo se dirige amoroso hacia Hashem. En las dos parshiot anteriores (Bemidbar y Nasó), aprendimos de la disposición de las tribus rodeando el santuario, de su orden y organización, de las banderas que indicaban la pertenencia a tribus dignas y unidas de un pueblo cuyo centro era la Torá. Es decir, de los esfuerzos por organizar una vida dedicada a Hashem, sin otros miramientos.
También en esta parashá este proceso, de aproximarse a la gran luz, se continúa. Como dijimos, en el comienzo de la parashá se trata el tema de las luces de la Menorá en el Templo. Luego se habla de la consagración de los leviim, para trabajar en honor de Hashem, dedicando su vida a esa tarea santa. Y tenemos el korbán pesaj, y, principalmente, los preparativos para el primer viaje rumbo a la Tierra Prometida. Con esta preparación llegamos al sumo de la luz que permite irradiar el pueblo de Israel. Tanto es así que leemos: "Entonces dijo Moshé a Jobab, hijo de Reuel Midianita, su suegro: Nosotros partimos para el lugar del cual Hashem ha dicho: Yo se los daré. Ven con nosotros, y te haremos bien: porque Hashem ha hablado bien respecto a Israel." (Bemidbar 10:29)
"H' ha hablado BIEN respecto a Israel". ¿Hay algún elogio mejor en todo el universo?
Ir a asentarse en la Tierra Prometida permitía convertir a ese pueblo pendenciero y pedigüeño en un pueblo bueno; es decir, sacar de entre las oscuridades cotidianas los esplendorosos rayos de santidad.
Sin duda estamos en uno de los momentos más 'brillantes' del Israel de la antigüedad, el momento en que son considerados como una joya, dignos de vestir a un gran rey.
PERO, al ir finalizando esta parashá: la desazón.
El pueblo se deja llevar por su esclavitud a la estupidez: quieren las habladurías y no la santidad.
El pueblo se deja llevar por su esclavitud a la avidez: quieren la carne y no la luz.
Y en la parashá próxima: la hecatombe.
El pueblo manda a los que inspeccionan la tierra, y como resultado: prefieren el desierto y no la Tierra Prometida. Prefieren la oscura muerte bajo el sol calcinante del desierto, y no la resplandeciente vida de mitzvot en la Tierra Prometida por H'.
Recién al final de la parashat Jukat, vuelve a brillar la luz de este pueblo, cuando la generación nueva, de aquellos que entrarán a la Tierra cumplen los mandatos del Eterno.

Parece pues correcta la apreciación de Rabbí Simón, en este libro H' separa: entre dos tipos de personas, entre luz y oscuridad.




Licenciado en Psicología Prof. Yehuda Ribco - Siván 5758

Darjey Noam

(En las citas de textos o parshanim, los comentarios entre paréntesis son nuestros y no de las fuentes)

http://serjudio.com

mailto:carta@serjudio.com