Queridos Talmidim y Javerim, Shabbat Shalom:

"Y Avraham era viejo, y bien entrado en días; y Hashem había bendecido a Avraham en todo." (Bereshit 24:1)

A simple vista, este pasuk no presenta ninguna complejidad: Avraham llegó a cierta edad avanzada, en la cual se pudo decir que las bendiciones del Eterno le alcanzaron para bien...

Pero, ¿existe la persona que esté satisfecha?

Sabemos que el ser humano, diríamos por naturaleza, es ambiciosa, busca siempre ser más, tener más, saber más, abarcar más, por lo cual, en general no podemos hablar de que exista la persona que esté colmada en TODO... pues, por más y mucho que se posea, o se crea ser, siempre hay un plus que no es accesible, siempre hay algo más que no nos pertenece, y que afortunadamente y por desgracia codiciamos.

Sin embargo, Avraham había sido bendito...en TODO...

¿En qué?

    La persona materialista diría que en TODO, es decir, poseía inmensas riquezas, vivía holgado, sin preocuparse... tenía TODO cuando CUALQUIER cosa quería...

Claro, esto no explica cómo Avraham hizo para domesticar su instinto de codicia o de ambición, pues de ser materialista SIEMPRE hay un ALGO MÁS que se quiere...

    Otra persona, quizás un sabio humanista, podría decirnos que la bendición de Avraham radicaba en su vejez, en su gran número de años, y que por lo tanto, ya los ímpetus de los años mozos no lo inquietaban, el anhelo por abarcar y extender más su poder y dominio ya había sido superado, por un sencillo tema de años vividos, o de experiencias acumuladas; por lo cual, desde esta perspectiva, Avraham tenía TODO, pues, ya NADA ambicionaba. Como muchas personas de edad, vivía del pasado, o de un endeble presente, sin aguardar NADA nuevo ni mejor...

    Una persona íntegra y sabia nos diría que la bendición radicó no en el número de dólares que poseía (o sus equivalentes); ni siquiera (solamente) en la sabiduría que provee el Nirvana de nada esperar, nada querer, nada desear; sino que Avraham era bendito por saber alegrarse y agradecer y bendecir con lo que H’ le daba.

De esta manera, y sólo así, Avraham era bendito en TODO, pues TODO tenía.

Ya nuestros jajamim enseñaron en Masejet Avot que el hombre rico es aquel que sabiamente se conforma con lo que posee...

Y no es que sea despreciando los bienes materiales que uno llega al grado de Justicia e Integridad que nos hace mejores personas, sino en darle el VALOR correcto a las cosas, se tengan en nuestro poder o no...