Amar al prójimo de verdad

«Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Eterno.»
(Vaikrá / Levítico 19:18)

Este mandamiento de Dios para los judíos no indica que se debe amar al lejano, a aquel que nunca cruzamos ni interactuamos.
Claramente especifica que la obligación es con respecto al prójimo, es decir, aquel que está próximo a nosotros.
La persona que convive, el que está a nuestro lado, con el que seguramente tendremos conflictos –pequeños o grandes- como directa consecuencia de nuestra familiaridad.
El cumplimiento de este precepto requiere una especial dedicación y voluntad, porque podemos fácilmente elaborar excusas para justificar nuestro no-amor. Porque, es obvio que la cercanía produce frecuentes motivos para el desencuentro y por tanto para la falta de amor.
Pero, justamente es en la relación de cercanía que debemos poner en práctica nuestro amor.
Al lejano, aquel que ni siquiera tenemos idea de quien es, resulta simple amar.
¡Todo queda en teoría e imaginación!

Pero, al prójimo, a ese debemos expresar con hechos concretos nuestra disposición de construir SHALOM. Ya no queda la cuestión en bellas palabras y lindas intenciones, ni en lemas para colgar de muros de redes sociales; sino que necesariamente estamos en interacción con todo lo que ello conlleva.
Con el prójimo ya de poco y nada sirven las poesías de hermandad universal, sino que es por medio de acciones concretas de bondad y justicia, a través de lo que pensamos, decimos y realizamos en los hechos.
Que cada ocasión, las complicadas o sencillas, sean de SHALOM depende en buena medida de nosotros.
Tomando siempre en consideración que el AMOR no es un mero sentimiento, sino actos que benefician realmente al otro y sin esperar luego recompensa por ello.

Eventualmente, nuestro marco de acción se amplía, por lo cual el mundo puede considerarse luego nuestro prójimo.
Pero, el paso esencial es con el cercano, el que se interpone con nuestra felicidad… al menos en la consideración del EGO.
¿Se comprende?

Además, tengamos en cuenta que es amar al prójimo como quisiéramos ser amados.
No meramente lo que a nosotros nos parece que el otro debe obtener, o merece que le demos; sino que respetando, honrando, manteniendo la palabra, juzgando meritoriamente, brindando el apoyo, requiriendo el esfuerzo, sosteniendo los límites, conociendo sus necesidades, requiriendo sus anhelos… tantas cosas que componen el rico compendio de la construcción de SHALOM.
¡Vamos a hacerlo!

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Delallel

Si!! Vamos!!
Gran labor de nunca acabar.
Cariños

Jonathan Ortiz

Este es el tipo de textos que algunos leen pensando en que otros deberian leerlo y asi sabrian cómo amarlos, pero en realidad pone las cosas en su lugar ya que el concepto cristiano de amor al projimo ocupa gran lugar en la sociedad.

Gracias Moré!

Jonathan Ortiz

El amor romantico, el sentimiento.

jesua

pero si durante todos sus escritos solo se han asesinado entre uds. desde cain pasando por noe,sanson, saul a david. david a urias.. me puede explicar de cual amor al projimo hablan

Shaul Ben Abraham

Que el pasuk diga primero: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». y concluya con «Yo soy el Eterno», es, me parece, una forma de decir que en el amor al prójimo está HaShem y que esa es una característica suya, así que aquel que la hace Lo imita, pareciéndose, haciendo devekut

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