Receta “mágica”

Agradecer.
Un tema fundamental, pero que no atrae las miradas ni los corazones, mucho menos las acciones.

Agradecer, pilar de la existencia humana, pero que del que se escapa.

Pareciera como si la mera palabra “gracias” produjera urticaria o alguna otra rara enfermedad, pues se la evita a más no poder.

Agradecer, todo, lo bueno y lo que no consideramos que lo es.
Agradecer es una gran virtud.

No se precisa de monumentos, ni edificios, ni libros, ni estelas, ni ritos, ni plegarias, ni congregaciones, ni púlpitos, ni cualquier otra ceremonia o cotillón, tan solo decir “gracias”… sí, solamente decir “gracias”, aunque quizá hasta ni se sienta uno agradecido.

Agradecer, si no es una de tus costumbres, podrías comenzar a aprovechar esta oportunidad e incluirla en tu dieta diaria.
Por ejemplo, no dejar que pase un día sin agradecer al menos cien veces.
Sea a Dios, a tus padres, cónyuge, hijos, compañeros, colegas, enemigos, ayudantes, empleados, patrones, gente del servicio, amigos…

Vamos, esto no es difícil.
Ni siquiera te pido que lo sientas, solo que lo expreses con voz clara, amigable, confiada, sincera.
Vamos, repite después de mí: “Gracias, muchas gracias, es usted muy amable”.
Y si quieres, le agregas una pequeña sonrisa, pero que sea genuina.
Y de paso, si te atreves, hasta llegas a admitir que sí, que te sientes agradecido realmente… ¡no te hará daño, tampoco al otro!

Vamos, repite conmigo: “Gracias, muchas gracias, es usted muy amable”.
¿Cuántas veces ya lo dijiste hoy?
(Ojo, tampoco es que te pongas obsesivo con ir contando y batiendo algún record, solamente que te des cuenta que tienes numerosas chances por día para agradecer, y probablemente no lo haces, o no tomabas conciencia).

Está muy bien comenzar el día agradeciendo estar vivo, con una oportunidad de hacer la diferencia para ti y los tuyos.
Yo le agradezco a Dios, al Uno y Único, puedes tú también hacerlo si te parece. (Solamente NO le agradezcas a los falsos dioses, falsos redentores, falsos salvadores… por favor, eso no.)

Y mucho mejor que simplemente decir “gracias”, es agradecer con buenas obras.
Ahhhh… cosa tan difícil de hallar…
Gente que comparte, es generosa, entrega de lo suyo sin esperar NADA a cambio, y no por ello se desmerece, se siente usada, se sacrifica, se ofusca.

¡Cuánto mejor sería el mundo si cada uno se encargara de agradecer y de agradecer por medio de buenas obras!
Si das un poco de lo tuyo a quien lo precisa y también a quien te da a ti, por ejemplo FULVIDA o SERJUDIO.com, ¿acaso serás más pobre?
¡Todo lo contrario!
¡Serás infinitamente más rico y feliz!

Vamos, dilo y hazlo: “Gracias, muchas gracias, es usted muy amable. Me gustaría poder compartir con usted esto, si no lo toma a mal”.

(Ojo, no lo tomes como un negociado, pactitos con dioses o cosa similar. Si agradeces y agradeces con buenas obras, NO ES para recibir recompensa alguna, sino simplemente porque eres buena gente, porque te gusta ser buena gente, porque quieres ser feliz y hacer feliz a otros).

Se encuentra mucha palabrería en hebreo, rituales, disfraces, aleluyas, estudios de Torah, cabalistería, jesuses y etcéteras variados.
Abunda la religión pero tan poco de lo que es verdaderamente espiritual…

Hasta aquí por hoy.
Gracias por haber compartido conmigo unos pocos minutos de lectura.
Hasta luego.

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Trit

yo pienso que antes de pedirle a D’os ciertas cosas lo primero que debemos hacer es agradecerLe por todo lo bueno que nos da

RTT

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