Respeto interno por el otro

Hemos hablado, en nuestros comentarios semanales respecto de la parashá, muchas veces acerca de la autoestima, porque creemos que es una piedra angular para la constitución armónica y equilibrada de la persona y de la sociedad.
Sabemos que la finalidad primaria de la Torá no es proveer de una fórmula para fortalecer nuestra percepción propia, nuestra auto-imagen; sino que la Torá procura en primer término que reconozcamos la autoridad del Eterno, para que de ese modo acatemos con mayor prestancia y solvencia Sus mandamientos.
Empero, cuando mayor es la autoestima saludable, con más perfección se cumple con los divinos Deseos.
Y en un ciclo de crecimiento, cuanto más correcto es el cumplimiento de los preceptos, más crece la autoestima.

En esta parashá encontramos varios temas que nos permiten ahondar en la materia, y hasta des-cubrir aspectos que podrían haber pasado desapercibidos.

Prestemos atención a esta prescripción, que parece totalmente fuera de época y uso:

"Si tu hermano se empobrece estando contigo, y se vende a ti, tú no le harás servir como esclavo."
(Vaikrá / Levítico 25:39)

En la lectura habitual del poco sagaz, nos quedaríamos con la idea que esta frase es propia de la antiquísima vida en el Medio Oriente, en donde aún eran sometidas las personas como esclavas a causa de deudas económicas.
Es que el mandamiento es bastante explícito al respecto, ¿no?

Sin embargo, el fondo del mandamiento es este:

no trates a tu prójimo como si su vida careciera de sentido, como si él fuera un accidente del Cosmos.
Reconoce en él a un hijo del Eterno, y ayúdale a desarrollar sus mejores potencialidades.

¿De dónde sabemos que éste sería el sentido esencial del mandamiento?
Para entenderlo, preguntémonos: ¿Por qué la Torá debía prohibir que al esclavo no lo hagamos trabajar en labores sin sentido ni utilidad real? ¿Acaso un esclavo no está al servicio de su amo? ¿Acaso el amo no puede mandarle a realizar cualquier actividad, por falta de sentido que sea?
Y la respuesta surge por sí misma: la Torá espera que nosotros podamos tener un respeto interno por la dignidad del prójimo, incluso por aquel que está en el escalafón más bajo de la sociedad, puesto que todos, desde el dignatario hasta el misérrimo esclavo, todos somos criaturas del Eterno, a Su imagen y semejanza creados.
Un ser humano, sin importar su estado social, mantiene vigente su chispa de divinidad, y por tanto, es su deber desplegar su espiritualidad, alimentar su plano espiritual como corresponde, para que de esa manera alcance su máximo nivel en Este Mundo, y en el Venidero.

Así pues, no tenemos la potestad de hacer que el otro (aquel que depende de nosotros) tenga una vida carente de sentido, ni de fomentarle su necedad. Es nuestra obligación repudiar y rechazar todo tipo de idolatría, también aquella que hace de la vanidad y el sinsentido una manera de vida.

¿Cómo podemos vincular esto con la autoestima?
El que tiene una autoestima endeble generalmente tiende a desmerecer al prójimo, a destratarlo, a restarle valor y sentido a sus cosas.
No estamos hablando del que se opone a las ideas del otro, o a la conducta del otro,
no, estamos hablando de aquel que su intento está en rebajar al otro, quitarle valor como persona, desacreditarlo como hijo del Eterno1.
Una persona que aprende (a pesar de sus sentimientos) a valorar y valorizar los aspectos positivos del otro, sean aquellos aspectos reales o solamente los potenciales, está aprendiendo también a valorarse a sí mismo.
Es decir, aquel que tiene la predilección de someter al prójimo, de tratarlo como a esclavo, de ningunearlo, en el fondo, es a sí mismo a quien desprecia2.

Pero el que es capaz de hallar sinceramente lo positivo, lo valioso, hasta en aquel que socialmente pareciera carecer de valor, sin dudas que es una persona que no se desvaloriza, ni se falta a sí mismo el respeto.
Recordemos que solamente aquel que respeta/honra al prójimo, es el que obtiene verdaderos respeto y honra3.

Así pues, a la hora de hacer algo para aumentar en autoestima,
no dejemos de estimar (valorar) correctamente y positivamente al prójimo.

¡Les deseo a usted y los suyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!

Moré Yehuda Ribco


Notas:
1- No es casualidad que la idolatría de Jesús endilga a los judíos el ser "hijos del Diablo" y otras mentiras hediondas y pérfidas más.
Solamente alguien con muy poca altura en la escala de la autoestima, es capaz de acusar de tremenda falsedad a un conjunto de personas, que por lo general son dignas y correctas.
2- Siguiendo con la nota anterior, ¿qué pasa con el idólatra que se rebela contra el Eterno pero enchastra la reputación de Israel?
En realidad ocurre que su espíritu sufre tanto por no tener contacto directo con el Eterno, y les resulta tan dolorosa esa percepción, que no encuentran otro modo que proyectar su maldad y pecado en el otro, en los judíos. Así pues, los que dicen que los judíos son, por ejemplo, "hijos del Diablo", "quieren dominar al mundo", "mentirosos y diabólicos", etc.; en verdad es que ellos se sienten que son "hijos del Diablo", ellos quieren dominar al mundo, etc.
Un ejemplo típico: los nazis, borrado sea su nombre, acusaban y acusan a los judíos de querer dominar al mundo… pero… ¿no estaba en los planes nazis convertirse en el único imperio mundial?
¿¡De qué pues acusaban a los judíos!? ¿De sus propios pecados?
Es en esta línea que el profeta Isaías dijo: "Pero a él lo han angustiado nuestras transgresiones, nuestros pecados lo han afligido. El castigo que nos trajo paz fue sobre él, y en sus heridas fuimos nosotros sanados." (Ieshaiá / Isaías 53:5).

3- Avot 4:1.

 

Relatos, anécdotas y enseñanzas

El maestro explicó a sus congregados: El necio argumenta: ‘¡Estos son mis bienes! ¡Ésta es mi familia! ¡Ésta mi propiedad!’
Y el necio no se da cuenta que ni siquiera él mismo se pertenece realmente…

Preguntas y datos para meditar y profundizar:

  • ¿Cómo se relaciona el relato con el comentario a la parashá que hemos brindado?

  • ¿Cuál es la manera de ser generoso realmente?

  • En ti y en mí
    "Mi siervo eres tú, oh Israel; en ti Me gloriaré."
    (Ieshaiá / Isaías 49:3)

    • ¿Cómo puede ser que el Todopoderoso, que es glorioso en Sí mismo, expresa que Su gloria está en el pueblo judío?

    • ¿Qué cosas dice el Eterno que Lo glorifican?

  • El equilibrio
    "Solamente el amor domina al temor"
    (Zohar, Shemot 216a)

    • De acuerdo a esta enseñanza, ¿cómo podemos hacer para alcanzar mayor estabilidad en nuestra vida?

    • ¿Cuál es el mejor camino para vencer nuestros temores cotidianos?

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