Parashat Itró 5764

Un motivo para crecer…

(Esta semana corresponde leer la parashá llamada Itró ("Jetró") que es la quinta del segundo tomo de la Torá, el sefer Shemot, conocido en español como "Éxodo").

Comienza la parashá con las palabras:

"Itró [Jetro], sacerdote de Madián y suegro de Moshé [Moisés], oyó todas las cosas que Elokim había hecho a favor de Moshé [Moisés] y de su pueblo Israel…"
(Shemot / Éxodo 18:1)

Por oír estas cosas, y por compenetrarse de ellas, es que Itró abandonó su importante posición dentro de la cultura Madianita, para pasar a integrar el preciado grupo de los fieles al Eterno.
Desechó cargos políticos y clericales (hasta ese momento era sacerdote del dios -falso- principal de Midián, y por lo tanto, líder oficial en su sociedad),
obvió las chácharas en contra de su nueva filiación,
y se sobrepuso a la propia modorra que retiene a la persona para que no crezca.
Ahora bien, ¿qué es precisamente lo que Itró oyó como para decidirse a afrontar la tamaña empresa de desarrollarse a la Luz del Eterno?
En el Talmud (Zevajim 116a) tres tanaítas se encargan de darnos tres posibles respuestas:

  1. R. Eliezer tenía la idea que era el relato de la apertura del Mar de las cañas.
    Es decir, lo que impresionó a Itró, al punto de llevarlo a cambiar radicalmente su vida, fueron los milagros y hechos extraordinarios que Dios manifiestamente realizó para Israel.
    Desde esta perspectiva, Itró era algo así como un niño grande, que donde pone sus ojos, inmediatamente pone su corazón y mente.

  2. R. Iehoshúa opinaba que fue la guerra contra Amalec.
    Es decir, la voluntariosa entrega de los Hijos de Israel a defenderse contra las agresiones, a luchar contra el destino adverso, el ánimo sorprendente de los hebreos que cuando parece que están sin salida y a punto de ser exterminados, igualmente encuentran fuerzas espirituales como para superarse y superar a los enemigos e inconvenientes.
    A partir de este pensamiento, podemos suponer a Itró como un hombre que busca la manera de construir un sentido a su vida.

  3. La tercera opinión la brinda R. Elazar haModai, que sostiene que fue la Entrega de la Torá, de parte del Eterno a Israel.
    Es decir, Itró no creció movilizado por el sentimiento voluble que quedó atrapado por los milagros ocurridos, ni tampoco creció por reconocer que el judaísmo cuenta con un modo excelente para encarar la vida y hacerla luminosa;
    sino que lo que reconoció Itró fue el valor intrínseco de aceptar el yugo de la Torá, el único bien espiritual real e imperecedero.

Nosotros podemos tomar ejemplo de este hombre justo (como hacemos a través de la Cabalaterapia).
No dejarnos manipular por la volatilidad de los afectos, pues hoy podemos estar apegados a aquello que es bueno y que nos impresionó positivamente; pero quizás mañana nos impresiona con más fuerza lo que es malo, y terminaremos siendo conducidos por malos caminos.
Tampoco debemos dejarnos seducir por apariencias de excelencia, por lo que hoy se presenta como la llave que dará sentido a nuestra vida, y que en su base carece de la verdadera espiritualidad (Torá y preceptos).
Sino, estar apegados a la Verdad, es decir, a la Torá, que es EL camino para la vida (en Este Mundo y en el Venidero).

Sobre esto ya habíamos dado una introducción en los comentarios previos a la parashá, por lo que les sugiero que relean aquellos interesantes textos.

¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!

Moré Yehuda Ribco


Notas:

Otras interpretaciones de este pasaje de la Torá, y más estudios los hallan HACIENDO CLIC AQUÍ y AQUÍ.

Relato

Entró el rabino a la Casa de Estudio, y para su sorpresa un par de los más hábiles estudiosos estaban charlando animadamente, a todas luces ajenos al estudio de la Torá.
Aguardó un rato el maestro, para comprobar si mantenían su charla ociosa o si había sido una pausa momentánea.
Y no perdió su gesto de asombro al comprobar que la conversación se extendía más y más.
Se aproximó a los jóvenes, y con afable firmeza les pregunto qué estaban haciendo.

Los jóvenes estudiosos respetuosamente le respondieron: Conversamos de cómo vencer las triquiñuelas del Ietzer Hará, porque cada vez tiene nuevas estrategias y maneras de hacernos caer en errores y pecados. Es como si se modernizara a diario…

A lo que el maestro les respondió: Mis queridos, el que ustedes pasen tanto tiempo charlando acerca del Ietzer Hará, en lugar de adentrarse en el estudio de Torá, ¡YA es una triquiñuela del Ietzer HaRá para perjudicarlos!
¿Quieren vencer a su Ietzer? Entonces: hagan lo que deben hacer…

Preguntas y datos para meditar y profundizar:

  • ¿Cómo se puede relacionar este relato con el comentario que brindamos de la parashá?

  • ¿Por qué contestó así el rabino?

  • ¿Cuáles son las triquiñuelas que emplea su Ietzer HaRá para apartarlo a usted del camino del Bien?

  • El inspirado salmista confesó que: "Ríos de agua corren de mis ojos, porque ellos no guardan Tu Torá." (Tehilim / Salmos 119:136).
    ¿Qué quiere decir?
    ¿Por qué llora el salmista?
    ¿Cuál sería el bálsamo para su malestar profundo?

  • El profeta como boca del Eterno anunció: "‘Mi pueblo es destruido porque carece de conocimiento… porque te has olvidado de la Torá de tu Elokim, Yo también me olvidaré de tus hijos." (Hoshea / Oseas 4:6).
    De acuerdo a esta palabra verdadera, aquel que niega la Torá y no la estudia ni la hace parte de su vida cotidiana, es como si estuviera rechazando a… (completar la frase).
    ¿Por qué es así?
    ¿Es necesario creer en intermediarios para alcanzar la bendición del Eterno?

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