Llamado
a Noájidas en Montevideo - Uruguay
Apreciados amigos noájidas de
mi país.
Los saludos con todo cariño y respeto.
Espero que el Eterno les haya dado bien a ustedes y todo lo de ustedes.
Conozco a muchos de ustedes
personalmente, a otros por correo y sé que hay muchos más, silenciosos pero,
que están a nuestro lado habitualmente.
Algunos de ustedes provienen
de familias "mixtas", y no encuentran en ninguna religión la serenidad y la
plenitud que su espíritu anhela.
Algunos descienden de familias gentiles, y se dan cuenta de que las
supersticiones y doctrinas de sus mayores no representan sus expectativas
espirituales.
Todos, vengan de donde vengan, con mucha necesidad de calmar esa sed
interior que no se calma ni con misas, ni con navidades, ni con cervecita,
ni con pastores vociferantes, ni con mate en la rambla, ni con el clásico,
ni con el trabajo, ni con la facu, ni con el tablado, ni con "festejen
uruguayos", ni con... todo eso que han probado y solamente los deja más y
más secos y faltos de luz.
Es que... el combustible del espíritu no se encuentra ni en iglesias, ni en
partidos políticos, ni en eventos sociales; se encuentra en el manantial de
Vidas que el Eterno ha dispuesto para ese fin.
Cuando llegan a reconocer esta
verdad que les acabo de bosquejar, comienzan una nueva peregrinación y
una nueva etapa de penas.
Pues, la vida del noájida no suele ser sencilla en nuestra sociedad. El
noájida no tiene dónde reunirse, no consigue puertas que se abran, no tiene
facilidad para conseguir enseñanza o consejo pero si encuentra incomprensión
y falta de maneras de expresar su identidad. Seguramente tiene innumerables
preguntas, pero carece de respuestas, y ni siquiera sabe dónde conseguirlas.
Es probable que sus allegados no comprendan su anhelo espiritual y su
rechazo a la idolatría, la distancia que ponen entre ustedes y la religión o
dogmas generales.
Esto lleva, probablemente, a
sentirse solitario, perdido, extraño, desapegado, confundido, quizás con
algo fallado en su vida.
Y cuando se cargan con estos sentimientos, uno empieza a suponer que algo
está mal en uno, y por tanto se encierra, silencia sus creencias y anhelos
espirituales; actitudes que solamente sirven para acentuar el sentimiento de
inoperancia, soledad, tristeza...
Hay una solución para todo
esto.
La tenemos al alcance de la mano, y quizás por eso no nos hemos dado
cuenta...
Creo que es la hora que nos
reunamos, que formemos un grupo de fieles al Eterno, para servirLo como es
Su Voluntad, y para que dediquemos nuestra labor también para beneficio del
prójimo.
Es hora que ustedes, los
fieles al Eterno noájidas, tengan su centro, su lugar, sus momentos, su
instrucción, la compañía de otros que aspiran a similares objetivos
trascendentes.
Es hora de beber de buenas
aguas de fresca fuente de vida, y de comenzar a irradiar brillante luz, cual
faro en la costa, para conducir a buen puerto a otros que andan en
penumbras.
Este es el momento, no hay que
dejarlo pasar.
Comuníquense conmigo, por
favor, (fieles@serjudio.com), para
que nos encontremos y hagamos realidad esto que tan necesario nos resulta.
Planificaremos, organizaremos y daremos vida a un centro que nos una y
fortalezca, que nos brinde identidad y plenitud, que nos ilumine y nos
permita alcanzar nuevas alturas espirituales y existenciales.
"Si no es ahora, ¿cuándo
será?
Y si tú no lo haces, ¿quién lo hará?" (Avot)
¡Cuídense y gocen de lo
permitido!
Shalom.
Moré Yehuda Ribco
e-mail:
fieles@serjudio.com
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