Conoce usted a alguien que cumpla con el siguiente perfil:

1.      Carismático

2.      Religioso

3.      Buen Lector

4.      Excelente en relaciones interpersonales

5.      Sabe escuchar a los demás

6.      Sabe comunicarse con otras personas

7.      Buen discurso

Y

8.      Sin una profesión académica: oficio, trabajo.

Este el es, en un 90% el perfil curricular de una persona que se ha dedicado toda su vida a las falsas religiones, y en especial, al seudo “judaísmo” mesiánico o netzarita.

Nacidos, criados y formados en la religión de la mentira, aprendieron que no era necesario obtener una profesión académica puesto que la prioridad era el “llamado de Dios”. (Se enseña en estos falsos movimientos que una persona nació para ejercer algún “llamado” o “ministerio” dentro de su círculo religioso, por tanto es un grave pecado dedicarse a formarse a nivel secular).

La frase más trillada es “Dios proveerá”. Frase que no es mentira, sino una verdad absoluta, puesto que todo proviene de Él. Pero usar esta verdad como EXCUSA para llevar una vida pasiva e irresponsable que traerá como consecuencia incomodidades económicas, es una aberración.

Al estar en la seudo “yeshiva” de AMI, conversé de manera privada con el Director de dicho lugar. Le comenté mi interés por obtener una carrera universitaria con el propósito de no repetir patrones de conducta que había notado tanto en ellos como en otros “líderes”.

El director estuvo de acuerdo. Me felicito porque  mi razonamiento era producto de la madurez que tenia que alcanzar como persona. Incluso me brindó su apoyo. Dijo que podía contar con él.

En la reunión final del segundo año de “Yeshiva”, planteé al “Bet Din” (Directiva) de AMI, mi intención de obtener el titulo universitario. Ya tenia cuatro años adelantados, sólo faltaba uno.

Mis intenciones de terminar la carrera universitaria estaban basadas en una premisa que es básica dentro del Judaísmo Verdadero: “El estudio de Torá debe ir acompañado de un oficio”.

Me sorprendí grandemente cuando el líder principal de AMI (que se hace llamar Jajam), me negó el permiso para llevar a cabo el último año de universidad. Argumentó que me saliera de la “yeshiva” y terminara la universidad o que me olvidara de la universidad y terminara la “yeshiva”.

Recuerdo que me dijo: Si quieres terminar la universidad, entonces debes darte de baja de la “yeshiva” y luego a la vuelta de un año podrás retomar la “yeshiva”. Pero no puedes hacer las dos cosas a la vez”.

En  mi mente rondaba la idea: “¿Qué clase de Judaísmo es este que exige absoluta dedicación al servicio a Dios sin oportunidad a dedicarse a un oficio secular” “Acaso es un pecado no querer depender de los diezmos y las ofrendas?”

Cuando escuché la negativa por parte del líder principal de AMI, le dije:

“Qué raro! Yo había hablado con el Director de la Yeshiva y él me dijo que estaba de acuerdo con mi idea, que no veía ningún problema”.

¿Saben cuál fue la reacción del Director?

Esquivar mi mirada. Busqué su mirada pidiendo apoyo. Pero no dijo absolutamente nada. No fue capaz de defender algo que él creía que era cierto. Algo en lo que estaba de acuerdo, según había hablado en privado conmigo.

Y hoy día pienso:

¿Por qué no me apoyó en ese momento? ¿Por qué no fue capaz de emitir su opinión al líder principal de AMI?

¿A qué le tuvo miedo?

Y hoy conozco la respuesta:

Miedo a perder la aprobación de los demás. Aunque no dijo nada en ese momento, su silencio fue la mejor mentira jamás inventada para no perder la aprobación de su “líder”.

Y esta es la actitud de muchos dentro de dicha organización. Quedarse callados y no reconocer la Verdad, so pena de perder la admiración y los beneficios que otros podrían darles.

Ese fue el precio de la Verdad en ese momento. Juzgue el lector si esa es la actitud correcta de alguien que promueve la santidad y la justicia pero que teme decir lo que sabe y reconoce como verdad por miedo a ser rechazado.

Por otro lado, ¿cuál es el precio de la Verdad ahora que muchos están abandonando el seudo “judaísmo mesiánico, sefardita, netzarita”?

¿Qué hace que muchos líderes, que creen y saben de las mentiras neotestamentarias, aun permanezcan promoviendo dichas enseñanzas?

Pues, la falta de profesión académica, oficio o trabajo.

Conozco y sé de gente que aun están dentro de estos falsos movimientos porque no tienen una profesión que les brinde el sustento. Su sueldo proviene de predicas, diezmos y ofrendas.

Si ellos llegaran a declarar públicamente que están de acuerdo con que el Nuevo Testamento es una mentira en su contenido, automáticamente perderían mucho dinero.

Ese está siendo ahora el precio de la Verdad.

No saben hacer otra cosa que “predicar el evangelio”. Se dan cuenta que a estas alturas de la vida, una profesión honesta seria una ardua tarea.

Ellos no se dan cuenta que la prueba más grande que tienen que afrontar no es obtener una profesión. Sino renunciar al facilismo de vivir del dinero (diezmos u ofrendas) de los demás.

El camino noájida, está disponible para todo aquel que sepa y entienda que la Verdad no tiene precio.

El camino noájida es para aquel que comprenda que sus falsos argumentos están condicionados por el beneficio que estos aportan. 

Piensen en esto:

¿Si profesando sus mentiras neotestamentarias, Dios les ha provisto lo necesario, cuánto más les proveerá cuando ustedes dejen su avaricia y decidan vivir honrado la Verdad?

Porque la Verdad no tiene precio.

Si no eres judío, sé feliz: eres noájico.

Por el pronto retorno de los fieles de entre las naciones,
Lic. Jonathan Ortiz /Ex-judío mesiánico que recibió formación "rabínica" falsa en AMI (Alianza Mesiánica Israelita).
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