¿Odia a tu enemigo?
A ti, mi amigo/a
y hermano/a noájida, ¡Shalom!
Te presentó un texto que probablemente
(y por desgracia) se habrá cruzado en tu vida en otras oportunidades:
"Ustedes han
oído que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo."
(Mito de Mateo, capítulo 5, verso 43)
Hagamos un ejercicio.
Dime por favor, ¿qué tiene de malo, de nefasto, de terrible este pasaje?
Reléelo si no te has dado cuenta.
Aparentemente está muy bien todo lo
que expresa esta cita.
Pareciera ser un consejo muy saludable y positivo, que llena de vida y
amor todos los resquicios de la sociedad. Que propone cancelar el
odio por el enemigo. Que denuncia a los que enseñan a aborrecer al enemigo.
Pareciera ser un mensaje positivo, ¿no?
Sin embargo, te aseguro que es todo lo
contrario.
Yo te afirmo que este fragmento es otro ataque en contra del Eterno y en
contra de todos los que somos fieles al Padre.
Es otra de las flechas que son disparadas desde el mitológico libro de
los adoradores de Jesús (al que suelen llamar "Nuevo Testamento"), que
busca destruir la paz y justicia en el mundo.
Es una sentencia siniestra que persigue derramar sangre de inocentes,
difamar al judaísmo, confundir al ingenuo, atrapar a las personas en la
perversión de la idolatría.
Y por si fuera poco, es una mentira que se encubre detrás de una media-verdad; y por
tanto, es una más nefasta y agresiva mentira.
¿Sabes por qué puedo afirmar esto?
Pues, porque me atengo a la Torá y la Tradición y te aseguro, sin
espacio para dudas, que en ningún momento en la Tradición judía se
ordena odiar al enemigo.
Te pido que no me creas, sino que te
tomes el tiempo para hojear en el Tanaj, revisa los 613 mandamientos
para los judíos,
investiga en obras literarias de los sabios del judaísmo.
Puedes buscar y rebuscar, hazlo por favor.
Hallarás
pronto el versículo en la Torá que ordena amar al prójimo. También
encontrarás el mandamiento que exige que el judío ame al extranjero, es
decir, al que no es judío. También comprobarás que se nos exige que
seamos absolutamente justos en nuestros juicios, sin beneficiar o
perjudicar a nadie. Por supuesto que hay versículos en los cuales se nos
habla de qué debemos hacer si salimos a la guerra en contra de nuestros
atacantes, pero incluso en esas situaciones (dramáticas y no queridas
por la Torá) se nos exige que seamos mesurados y justos, procuradores de
la paz aun en medio de la batalla.
Puedes dedicar meses a tu búsqueda
minuciosa en el Tanaj, en la Tradición, y NO encontrarás un solo
versículo que te diga: "odia a tu enemigo".
¡Todo lo contrario!
Es un mandamiento que ayudemos al enemigo si su animal de carga ha
sufrido un percance y se ha caído su carga, es más, debemos ayudarlo a
él antes que a un amigo si ambos tiene similar problema al mismo tiempo.
También se nos ordena que no odiemos ni guardemos rencor a nuestro
hermano, que evitemos la murmuración, que nos abstengamos de humillar
públicamente al otro.
Tenemos prohibido sumarnos a la mayoría para hacer daño.
Es obligatorio que defendamos la justicia, sin dejarnos llevar por
"rostros", es decir, sin favorecer o fastidiar a la gente porque nos sea
simpática o no.
¡Pero, NO hay mandamiento de odiar al enemigo!
Creo que a la luz de lo que
te estoy describiendo, puedes advertir cuánto tiene de perjudicial el
pasaje en el Mito de Mateo.
Te hace pasar gato por liebre.
Te hace ver un truco en la mano derecha, para clavarte un puñal con la
izquierda.
Te dice una parte de verdad, para hacerte creer una inmensa falsedad.
Te hace creer que te enseña a amar, y que es original con este mensaje;
cuando realmente te está inyectando un poderoso veneno espiritual que
carcome tus entrañas hasta lo más profundo.
¿Para qué?
En nombre del Cielo, ¿qué buscan los autores de esta mentira disfrazada
de verdad?
Su primer objetivo es que detestes a los judíos y al judaísmo, pues
creerás que son tipos rencorosos, malhadados, rencorosos.
Para que aceptes como cierta la infamia que el "dios del viejo
testamento es de furia y venganza", insensible al amor y deseoso de
beber sangre de enemigos.
Para que asumas como verdad la mentira que Jesús es el que traía un
mensaje de amor y paz que hasta ese momento era desconocido; cuando lo
cierto es que la exigencia de amar al prójimo tenía más de MIL años de
presencia en el pueblo judío antes de (la supuesta existencia de) Jesús.
En fin, el pasaje malicioso de Mateo tiene como objetivo que reproches
nuestra fidelidad a los que somos fieles a Dios, y te sumes al bando de
los idólatras que se presentan como "santos".
Pero, ese es el discurso
abusivo que te quieren hacer creer los "mesiánicos", aunque NO es la
realidad.
Puedes corroborar mi sinceridad si lees el Tanaj, recuérdalo, no me
creas, critícame, pero tómate tu tiempo para que sea la Torá (la Palabra
de Dios) la que decida en última instancia.
Ya sabes que si tú no te
dejas seducir por los lindos cuentitos, ni te engañas por el brillo de
espejitos, ni te dejas embaucar por los que son ágiles con la palabra
malvada, ni aceptas que te quieran hacer sentir culpable; entonces le
pondrás un "stop" al que te quiere hacer este daño.
Si no haces caso a las mentiras de esta ideología, y de los misioneros
que las difunden, entonces te mantendrás limpio de pornografía
espiritual y firme en tu servicio a Dios, en tu honesto esfuerzo por
perfeccionarte cada día, en tu voluntad por ser mejor para con el
prójimo.
¡Tenlo presente por favor!
Cada letrita de verdad que sale de boca de un misionero (especialmente
de los que se hacen llamar "judíos mesiánicos", o netzaritas, o
judíos-cristianos, entre otros) sirve como envoltorio para un
diccionario de mentiras y engaños.
Cada chispa de luz que te brindan, sirve para esconder un manantial
completo de terror y oscuridad.
Cada supuesto milagro o liberación que recibes en nombre de falsos
dioses (Jesús entre ellos), es una cadena de esclavitud espiritual y
emocional más que anudas a tu alma.
Dime, ¿vale la pena una
eternidad de dolor a cambio de un rayito de supuesta esperanza?
Respóndete, ¿qué ganas cuando desprecias una eternidad de gozo junto al
Padre, por unos instantes de sociabilidad en la congregación de los
rebeldes?
Sé sincero y dite, ¿es virtuoso que eches por la ventana el
placer más perfecto a la diestra del Padre, a cambio de una falsa
promesa de "no ir al infierno"?
¿Vale la pena que mantengas
tus lazos con los "mesiánicos" y "evangélicos", que tú sabes que te
asfixian y te angustian, (¡tú sabes que es así!), cuando puedes hallar
una vida de plenitud en la comunidad de los noájidas?
¿Amas tu vida, y por eso
desecharás toda relación con Jesús (sea que lo llamen así, o Yeshua, o
como sea); o escoges la muerte (en Este Mundo y en la Eternidad)?
Piénsalo.
No tomes tu decisión ahora.
Medítalo.
Pero no te dejes engañar ni seducir, por favor.
Y ámate, porque si lo hicieras realmente no permitirías seguir viviendo
en la confusión y el sectarismo fanático de los "mesiánicos".
Por otra parte, si realmente
Jesús hubiera sido dios, o una parte de Dios; o el Mesías tan esperado
por los judíos, ¿no crees que sabría de memoria que en la Torá y en la
Tradición NO se ordena "odiar al enemigo?
¿Cómo puedes permitir que te sigan presentando a Jesús como supuesto
dios y supuesto redentor, cuando abiertamente desconoce la Palabra de
Dios y ataca sin piedad a los que son fieles al Padre?
Es hora de que te liberes.
Es hora de tu libertad.
Te confieso que no será
sencillo tu camino hasta la ansiada Tierra Prometida.
Te confieso que será un viaje con altos y bajos, con traiciones de los
que consideras amigos, con momentos de vacilación, con deseos de volver
a la negra prisión que conocías.
Te confieso que habrá enemigos que te odiarán, aunque ellos afirmen que
vienen en nombre del "dios del amor", y harán lo posible para que
caigas.
Te confieso que no será sencillo.
Pero te aseguro que llegarás finalmente a la Tierra Prometida.
Te aseguro que encontrarás que todos los enemigos y obstáculos habrán
desaparecido.
Te aseguro que por fin tendrás tranquilidad y sosiego.
Te aseguro que tu alma descansará en un abrazo con el Eterno.
Pero, mientras sigas con tus
dudas y no avances hacia Dios por medio del cumplimiento de los
mandamientos de los noájidas;
mientras no cortes los puentes que te unen con las comunidades
mesiánicas (que son rebeldes contra Dios);
mientras asistas a iglesias a predicar o a oír prédicas del tema que
fuera (aunque sea un método para zurcir calcetines);
mientras no te despojes de todo objeto, libro, pensamiento de idolatría;
entonces no estás siendo libre, sino un sufrido esclavo que teme a la
vida.
Te pido que luego de que
reflexiones tomes con firmeza la mejor decisión, aquella que te dará
serenidad en esta vida y plenitud en la siguiente vida.
Aléjate de la maldición, de
la muerte, del mal, del pecado, del odio, de la mentira.
Apártate de esos que siguen detrás de un falso dios, de un falso
redentor.
Acércate a la Luz, a la
verdad, a la vida, a la esperanza real.
Acércate a Dios, ven con nosotros.
Un gran abrazo a todos mis hermanos, noájidas y judíos, que a pesar de las dificultades aman
intensamente a Dios y desean servirLo y por tanto aman a su prójimo y le ayudan.
Y un afectuoso saludo a ti, hermano/a y amigo/a, que todavía estás bajo el liderazgo equivocado pero que sabes que pronto te liberarás y nos acompañarás en el Camino del Bien y de Luz.
Shalom y bendiciones, cuídate y goza de lo permitido
Notas:
1-
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