| |||
“EL ETERNO HARÁ GRANDES COSAS” Por el Sr. Alfredo Zambrano G.
La grandeza del Señor y de sus obras es una indiscutible verdad que está claramente registrada y sellada en todo el Tanaj. Es un hecho que ha sido reconocido y proclamado por todos los patriarcas, justos, profetas, sacerdotes y reyes de Israel. Por ejemplo:
2. Yehoshúa (Josué), refiriéndose a la salida de Egipto, dijo: “… porque el Señor, nuestro Dios,… hizo delante de nuestra vista aquellas grandes señales…” (Yehoshúa –Josué- 24: 17).
4. Nehemías comenzó su intercesión por Yehudá, diciendo: “…te ruego, oh Señor, Dios del cielo, el grande y temible Dios,…” (Nehemías- 1: 5).
Ahora bien, la grandeza del Eterno y su majestuoso poder no han terminado ni menguado. Dijo el profeta Isaías: “He aquí que no se ha acortado la mano del Eterno para salvar, ni es sordo Su oído para oír…” (Isaías- 59: 1). Él es la Roca inconmovible de los siglos y por medio de sus siervos, los profetas de verdad, anuncia que hará grandes cosas en nuestros tiempos y en nuestra generación.
2. También declaró: “!Porque la tierra estará llena del conocimiento de la gloria del Señor, como las aguas cubren el mar¡” (Jabacuc 2: 14). 3. Isaías también anunció: “… y será manifestada la gloria del Señor, y la verá toda carne juntamente, porque la boca del Señor lo ha dicho” (Isaías- 40: 5).
Todos estos anuncios proféticos, donde el Eterno promete manifestar su poder y grandeza y actuar con grandes hechos, apuntan de manera especial a esta generación. Por lo tanto: Si el Señor ha dicho que hará grandes cosas: Desea ver grandes cosas: No te rindas ante la adversidad y lo difícil de los tiempos. No te sonrojes ante los desafíos que tienes por delante. Que tus deseos y anhelos no apunten al fracaso y a la derrota. Pon tus ojos en la bendición del Santo y ella se manifestará claramente en ti y en los tuyos. Esta fue la clave que caracterizó a los grandes hombres y mujeres de la antigüedad. Esta fue su más grande motivación. Si el Señor ha dicho que hará grandes cosas: Espera grandes cosas: No esperes menos que eso. Espera progreso, desarrollo, crecimiento, avance, liberación, éxitos integrales, mayor plenitud y refinamiento del carácter. Realmente, mi amigo, ¿qué estás esperando ver en estos agitados días tanto en tu vida como en tu familia y nación? ¿Está tu pensamiento en sintonía con el pensamiento del Eterno? Si el Señor ha dicho que hará grandes cosas: Ora por grandes cosas: Pide al Señor cosas dignas de su grandeza. No pidas miserias al Dios que ha prometido hacer grandes cosas. No ores por desiertos y desolaciones si Él te ha prometido bendición abundante. Si el Señor te ha dicho ¡haré grandes cosas!, pues lucha en tus rezos por ello. No busques pequeñeces. Él ha dicho: “Clama a Mí, que Yo te responderé, y te anunciaré cosas grandes y recónditas, que tú no las conoces” (Jeremías- 33: 3). Si el Señor ha dicho que hará grandes cosas: Habla conforme a grandes cosas: Sacia tu boca de virtud, confianza y rectitud y te elevarás como un águila de Dios en esta generación. No hables con mediocridad ni bajeza. No te quejes. No murmures. Habla con el lenguaje del Eterno y su Torá. Refina tu boca. Lo que desea ver, lo que esperas ver, lo que pides en tus plegarias ver, háblalo, decláralo: a ti mismo, con tus parientes y amigos, con tus vecinos y compañeros de estudio o trabajo, con otros noájidas o con tus hermanos judíos. No siembres con tus palabras odios, temores, desesperanzas. Anima, alienta, fortalece y esparce motivación y seguridad, enmarcado siempre en el pensamiento del Eterno que está expresado en su Torá. Si el Señor ha dicho que hará grandes cosas: Apoya con tus Finanzas las grandes cosas y los grandes proyectos de vida: Moisés pidió una ofrenda para la construcción del Santuario y todo el pueblo respondió con sobreabundancia (Shemot –Éxodo- 35: 4-9, 20-29). El rey David pidió una ofrenda voluntaria para la edificación del Templo, que se haría por mano de su hijo Salomón, y los príncipes y todo el pueblo, juntamente con el rey David, apoyaron la Obra (1era de Crónicas 29: 1-9). Participa con tus bienes en el ensanchamiento del Dominio de HaShem entre los hombres. No apoyes con tu dinero la idolatría, en cualquiera de sus formas. No fortalezcas, bajo ninguna circunstancia, los cultos extraviados y antisemitas. Todo aquello que denigre, ofenda o atente contra la Unidad del Eterno y de su pueblo Israel, y menosprecie la obediencia absoluta a la Torá, no debe ser apoyado económicamente, ni de ninguna otra manera. Nuestro servicio es rotundamente hacia el Eterno y hacia la implantación de la justicia, la paz y la verdad entre los hombres. Si el Señor ha dicho que hará grandes cosas: Instruye a tus Hijos para grandes cosas: Extiende la visión noájida (si eres gentil) o el Judaísmo íntegro (si eres judío) a tus hijos, a los hijos de tus hijos y a los hijos de los hijos de tus hijos. No te quedes corto con la visión: afírmala, ensánchala, extiéndela, hazla crecer, perpetúala. Establece a tus hijos y a tu generación en los Preceptos del Eterno (según apliquen) y toda tu línea familiar será firme y bendita. No siembres holgazanería, vicios o pobreza de pensamiento. No siembres idolatría y falsas expectativas apocalípticas. Prepara a tus hijos para vivir con excelencia en la tierra, y prepáralos para el mundo venidero. Pero que sepan mantener el equilibrio, y que sepan dar el todo por el todo por la rectificación de este nuestro mundo. Enséñalos a amar, respetar y obedecer al Eterno. Enséñalos a ser justos, veraces, bondadosos y correctos en sus transacciones con el prójimo. Enséñalos a amar, honrar y mejorar a su país de origen y a otras naciones, según sus capacidades y habilidades. Instrúyelos para el progreso, la refinación del carácter y la excelencia de todas sus acciones. Conclusión: Créele al Todopoderoso que ha prometido manifestar su gloria en estos días de grandes transformaciones sociales y espirituales. Camina bajo esta promesa. Átala a tu cuello; hazla parte integral de tu vida; y verás la bondad del Eterno obrando maravillas a tu favor. Finalmente, siguiendo la línea de pensamiento del profeta Yoel, quien dijo: “¡Oh tierra, no temas! ¡Alégrate y regocíjate, porque el Eterno ha hecho grandes cosas!” (Yoel 2: 21), debemos afirmar a manera de consejo: NO TEMAS: Sabemos que estos tiempos son peligrosos, difíciles y confusos; y te lo digo, no para que vivas turbado y confundido, sino para que te muevas en la dimensión de la emuná (certeza absoluta) en el Eterno y sus fieles promesas, pues Él ha prometido que en medio de estos días difíciles hará grandes cosas. ALÉGRATE Y REGOCÍJATE: Si el Eterno ha dicho que hará grandes cosas, ¿hay razón para estar triste, cabizbajo y meditabundo? Ninguno que confía en HaShem y se regocija en su Presencia será jamás avergonzado. Sus promesas tienen el sello de la inexpugnabilidad y la certeza absoluta. Muévete, por lo tanto, en la fuerza de su poder y no te extravíes. EXÁLTALO: Reconoce los hechos poderosos de Tu Creador y entrégate en Su cuidado y protección. Hónralo, agradécele su ayuda y sigue firme y hacia adelante. Marchemos juntos hacia la rectificación integral de nuestra tierra. Un abrazo… Sr. Alfredo Zambrano G. Director de FULVIDA Táchira- Venezuela | |||
| |||
©2006 Yehuda Ribco, Montevideo, Uruguay. ___Queda terminantemente prohibido el uso de estos textos para fines de idolatría: |