Por Alfredo Zambrano G.

Antes de entrar de lleno al tratamiento de este tema, quisiera dar una importante concepción de lo que es el antagonismo. Así se define en cualquier diccionario moderno: Contrariedad, discrepancia, disensión, rivalidad, enemistad, oposición, rechazo y ataque.

Señales de una persona antagonista:

Sobre la base de las definiciones antes expuestas, podemos señalar las características básicas de una persona antagonista:

• Es un ser integralmente insatisfecho.

• Comúnmente manifiesta ante la vida actitudes de rivalidad y oposición.

• Muestra contrariedad y discrepancia ante todo aquello que legítimamente le aprovecha.

• Es intolerante; es decir, manifiesta actitudes agresivas y hasta violentas hacia las personas que difieren de sus puntos de vista.

• Se opone, rechaza y ataca toda invitación a establecer la paz, la justicia y la verdad.

• Carece de sentido de fidelidad. Por ejemplo, no armoniza con la Visión-Misión de su organización, ni con los grupos en cuales supuestamente se “integra”.

• Su mejor arma: la crítica y el chisme. Cuando habla, genera toda clase de disensiones, rivalidades y división.

• Llega a convertirse en un elemento de tensión y contrariedad en cualquier equipo de trabajo.

    El antagonismo es inevitable:

Este concepto nos permite afirmar que:

• El antagonismo ha formado parte de la historia de la humanidad, aún desde sus mismos inicios (Véase Génesis 3: 1-24 y 4: 1-10).

• Donde se formen sociedades, grupos, organizaciones y comunidades siempre estará presente el antagonismo.

• En una empresa o institución cualquiera puede tener variadas ramificaciones: subalterno contra subalterno, subalterno contra superior, superior contra subalterno, superior contra superior. En el seno de una familia: padre contra hijo, hijo contra padre, hermano contra hermano, esposo contra esposa.

¿Por qué surge el antagonismo?:

• Debes entender que no todas las personas piensan y sienten igual que tú. El antagonismo surge cuando no logramos manejar (hacia la paz y la justicia) estas diferencias propias del ser humano. ¿No es esta una de las causas principales de la xenofobia, el racismo y, del peor de todos los males, el antisemitismo?

• Tu yetzer hará, tu mala inclinación, busca devorarte como persona y, por consiguiente, desintegrarte de la sociedad en la cual funcionas como individuo.

• Tu yetzer hará, tu mala inclinación, busca devorar el propósito para el cual has nacido al mundo. Recuerda que tu existencia está ligada a un propósito de vida, y que el verdadero concepto de éxito es llegar a cumplir el propósito para el cual has nacido al mundo.

Sácale provecho a las situaciones antagónicas:

Si te ves rodeado de personas antagonistas, o atrapado en un ambiente antagónico, actúa con equilibrio y madurez:

• Despierta y ejercita aquellas cualidades que se encuentran dormidas y encarceladas en lo más profundo de tu ser; no te dejes cargar ni atormentar por esas presiones externas. Vuélvete creativo, como el rey David, que disimulo ser loco para escapar de las garras de los filisteos. (Véase 1 Samuel 21: 11-16).

• Fortalece y avanza en tu vinculación con el Creador. Esta era una de las grandes virtudes del rey David. La contrariedad que sufría de sus semejantes lo conducía directamente a la presencia del Eterno. (Véase el Salmo 141). Si el antagonismo te está desafiando, entonces sigue la ruta de vida que demarcó el rey David. Cuéntale al Eterno por lo que estás pasando, y dile que tú necesitas ser fortalecido por Su bondad y que quieres vencer esta adversa situación que te está dañando como persona. Hay Salmos muy importantes para leer en esos momentos. Sin embargo, te recomiendo que sigas el orden y la clasificación que han establecido los Jajamim y no los “seudos maestros”, esos líderes religiosos que son ajenos a la Torá y al Judaísmo.

•      Desarrolla sentido de Dirección y Propósito en la vida. Detrás de esas situaciones de conflicto y ataque hay un bien oculto, que si te esfuerzas en descubrirlo lo podrás usar como un instrumento de avance y crecimiento.

• Recuerda esto toda tu vida: Todos los hombres y mujeres que han influido positivamente en la historia de la humanidad, sufrieron en carne propia el antagonismo y el rechazo de sus contemporáneos. Así que, sigue avanzando y creciendo en tu camino, y nada de pensar en el retroceso.