Claves: Dios, Hashem, creencia, fe, religión, judaísmo, judío,
mandamiento, precepto, acción, sentimiento, idea, amor, deseo, querer,
emoción, ideal, plegaria, rezo, Shemá, Kriat, Keriat, Israel
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Shalom.
Gracias por participar.
Las razones por las cuales el Eterno prefirió
escribir ciertas cosas y no otras, o de tal o cual manera, ¿quién las puede
comprender?
El es Dios, el Todopoderoso y Omnisapiente, y Su Torá es perfecta.
Podemos cuestionarnos, podemos estudiar, podemos profundizar, podemos
reconocer nuestra ignorancia; pero NO podemos rechazar de plano la Palabra
del Eterno.
Tras esta breve introducción, permítame darle
una breve idea acerca del amor.
En otros textos de nuestra autoría hemos tratado esta temática, por lo cual
ahora seré escueto.
Amor es una palabra tan usada, que ya no se sabe de qué se habla cuando se
habla de amor.
Tenemos (al menos) tres niveles diferenciados del amor:
-
Deseo.
-
Querer.
-
Edificación.
Que significan:
-
Deseo: es el plano de los sentimientos y
emociones. Es cuando no hay acciones concretas, sino tan solo
especulaciones, anhelos, ansias, sueños, planes, ideas, pensamientos,
obsesiones, imaginaciones.
Ejemplo: yo deseo a esa chica, pero me quedo en eso, en el deseo.
-
Querer: es en el plano de la acción, cuando
se pretende atraer al objeto/sujeto del querer a la órbita personal.
Requiere de esfuerzo y dedicación, y su meta es satisfacerse a sí mismo,
no beneficiar al objeto/sujeto del querer.
Es mayormente una actividad de índole egoísta.
Ejemplo: yo deseo a esa chica, y la quiero para mí. Sin dudas que me
resulta exquisita y adrede no la perjudicaría, pero la conquisto,
la atraigo, y formamos una relación que me satisface.
-
Edificación: es en el plano de las acciones,
y que repercute en el de las emociones. Se busca en primera instancia el
provecho de la persona/objeto que es amado, y luego el bienestar personal.
Cuando se ama desde este nivel, suele emerger en el amado lo mejor que
tiene de sí mismo; y reluce lo mejor que uno guarda en su interior.
Ejemplo: amo a esa chica, por lo cual la respeto en su total dimensión
humana.
Quizás cuando la Torá expresa: "Y amarás al
Eterno tu Elokim con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus
fuerzas" (Devarim / Deuteronomio 6:5), nos está enseñando que en
cualquier nivel que estemos del amor, debemos amar a Dios. Si somos
infantiles por medio del deseo, si somos inmaduros a través del querer, y si
hemos crecido entonces por medio de lo mejor de nosotros. Y esto se puede
expresar de la siguiente manera:
-
Digo que amo a Dios, pero no cumplo Sus
mandamientos, ¿para qué?, ¡si ya lo amo y eso es suficiente!
No, no es suficiente, una persona así está muy lejos de andar por los
caminos que Él desea para la persona. Pero, al menos Lo ama, y
presumiblemente se aparta de la idolatría y el pecado activo...
-
Digo que amo a Dios, y cumplo con
aquellos de Sus mandamientos que me agradan, y además lo hago a la espera
de recompensa. ¿No es eso acaso el motivo para los mandamientos?
No, el motivo para cumplir con los mandamientos no es el premio; sino
cumplirlos porque así Él ordena que se haga.
Esta persona está lejos de amar con sinceridad de corazón a Dios, pero al
menos se aparta de la idolatría y del pecado, y además está actuando de
manera bondadosa (pues cumple con los mandamientos).
-
Ni siquiera es necesario que diga que amo
a Dios, pues eso se trasluce al serLe totalmente fiel, acatando Sus
mandamientos con deleite y constancia, y dedicando lo mejor de mis empeños
a Su servicio.
Esta es la persona que realmente ama a Dios con todo, y se
resguarda de alejarse de Él.
Evidentemente que el ideal de la Torá es el
tercer tipo, el amor real que edifica, y es lo que se pretende de toda
persona.
Pero, como la Torá marca el ideal desde el realismo, también considera
positivamente a los que no han conseguido aún aproximarse al ideal, y les
marca un lugar para ello, y una meta para alcanzar.
Como ve apreciado lector, la Torá es divina y
perfecta, y muy humana a la vez.
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Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |