Claves: Torá, Tradición, preceptos, mandamientos, Dios, Hashem,
amor, fidelidad, rabino, rabbí, estudio, constancia, trabajo, esfuerzo,
dedicación, espíritu, corrientes, apego, ortodoxo
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Pregunta: Hola, me llamo Reuben A., vivio en
caracas y en Yerushalaim; me gustó su página. Me interesaría saber de donde
adquirió todos estos conocimientos, usted no menciona ser rabino sino
Lic.Prof; está de más preguntar si ustedes son ortodoxos, pues pude darme
cuenta que lo son.
Disculpe la molestia.
Reubén A.
Venezuela
(Deben incluir en todos sus mensajes para
nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive) |
Shalom.
Gracias por participar.
Dos preguntas hace:
-
Si no soy rabino, ¿cómo hago para contestar
lo que contesto?
-
¿Soy ortodoxo?
En principio, me parecen preguntas que no hay
necesidad de contestar, pues el sitio SERJUDIO.com habla por sí mismo, y
además
hay una página en la cual me presento.
Pero, luego de meditar un instante, pude
encontrar que estas preguntas sí debían ser contestadas, pues se podía
aprender algo útil y de edificación.
Así que le responderé.
-
Para el judío estudiar Torá con constancia y
asiduidad es tanto una obligación, como un impulso del alma. Tal como
fuera escrito:
"Nunca se aparte de tu boca este libro de la Torá; más bien, medita en
él de día y de noche, para que guardes y cumplas todo lo que está escrito
en él. Así tendrás éxito, y todo te saldrá bien." (Ieoshúa / Josué
1:8).
Y:
"Ciertamente muy cerca de ti está la Palabra, en tu boca y en tu
corazón, para que la cumplas." (Devarim / Deuteronomio 30:14).
No es necesario ostentar el título de rabino, ni el de maestro, para
estudiar y enseñar Torá, tal como leemos:
"Estarán estas palabras que Yo te mando hoy, sobre tu corazón. Las
repetirás a tus hijos y hablarás de ellas sentado en casa o andando por el
camino, cuando te acuestes y cuando te levantes." (Devarim /
Deuteronomio 6:6-7).
Así que, reitero, para el espíritu judío estudiar Torá es como
alimentarse, es una función natural, imprescindible, vital
(lamentablemente hay muchos que son anoréxicos, y otros bulímicos de
Torá).
Gracias a Dios, por ahora a diario recurro a estudiar, repasar,
re-estudiar, criticar lo ya estudiado, refrescar viejas lecciones, buscar
nuevas metas de conocimiento, y procuro hacer partícipes a mis alumnos y
visitantes del sitio con este hambre de Torá (que es Verdad).
Sin embargo, como generalmente ocurre en cualquier rama de la acción o el
conocimiento humanos, no todos los que se involucran en una tarea terminan
siendo idóneos. Por lo cual, se han creado mecanismos de contralor,
comprobación y aval. Para esto (entre otras funciones) sirve el título de
rabino: para que se sepa que el que lo ostenta ha estudiado con profusión,
ha sido examinado, y aprobó con éxitos las pruebas requeridas para
confírmalo en su rol de maestro y autoridad legal (judía).
Siendo así, ya que no cuento con tal venerable título, ante dudas
específicamente de aplicación halájica es inequívoco el concurso de un
rabino titulado y de reconocida capacidad.
-
Sobre el título de ortodoxo, ya en otra
ocasión he rechazado el uso de etiquetas para deshumanizar y
encasillar a las personas. (Si le interesa busque ese texto en los miles
que tenemos publicados, para ayudarle a encontrarlo tenga en cuenta que en
su título lleva la palabra "etiquetas").
En el caso concreto de los judíos, cualquiera que esté un poco apegado a
nuestro Tradición sabe que no hay diferencias por nombres, o por
afiliaciones; sino por grado de cumplimiento de los preceptos.
Así realmente no hay liberales, conservadores u ortodoxos; hay personas
que están apartadas de los preceptos, embelesadas por lo pasajero e
inmóviles en su crecimiento; otras que cumplen preceptos con dudas y
parquedad sintiendo a Dios (y la Tradición) como algo frío y apático; y
otros que cada día buscan mayor fluidez y calidad en su cumplimiento.
En lo personal, prefiero considerarme como que no me he quedado estancado
en la carrera por mejorarme y re-crearme a diario (si es posible),
luchando contra mi natural pereza y torpeza.
Para finalizar, hay un párrafo de la Torá que
encuadra ambas respuestas:
"Escoge, pues, la vida para que vivas, tú
y tus descendientes, amando al Eterno tu Elokim, escuchando Su voz
(estudio de Torá) y siéndoLe fiel (cumpliendo preceptos). Porque Él es tu
vida y la prolongación de tus días, para que habites en la tierra que el
Eterno juró que había de dar a tus padres..."
(Devarim / Deuteronomio 30:19-20)
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Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
y que
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Yehuda Ribco |