Claves: Torá, Tanaj, Biblia, mandamiento, precepto, judaísmo,
judío, gentil, bien, mal, moral, ética, Dios, Hashem, religión, pobre,
sociedad, cultura
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Shalom.
Gracias por participar.
Bien, primero habría que definir qué es
"pobre".
¿Pobre es aquel que tiene menos dinero que yo?
¿O el que vive en la calle?
¿O el que siendo materialmente rico, espiritualmente está vacío?
¿O el solitario?
¿O el enfermo?
¿O el esclavo?
¿O el idólatra?
Es tan arbitrario el concepto de pobre, que nuestra normativa ordena
que incluso aquellos que viven de la caridad están obligados a dar
caridad.
Por lo que podemos entender, pobre es una etiqueta que cada sociedad se
encarga (explícita o implícitamente) de definir.
Pero, ciertamente que pobre no es el humilde (el que no es orgulloso), pues
el verdaderamente humilde es inmensamente rico (espiritualmente). En tanto
que el orgulloso está marchitado en su escasez espiritual; tan menesteroso
es que precisa llenarse con vanidad y auto-elogios.
Y ciertamente que en la pobreza material, en sí misma, no se encuentra
ninguna bendición.
Segundo habría que definir: reino de los
cielos.
Hasta donde yo recuerdo en el judaísmo no existe un concepto como éste
referido a patrimonios a ser recibidos por humanos. Ya que maljut shamaim
-Reino Celestiales- es otra forma de indicar el Dominio absoluto del Eterno
sobre Su creación; y no sirve para señalar un lugar (físico o espiritual) o
herencia para las personas. En todo caso, la persona que le es fiel al
Eterno (a través del único modo posible, que es el estricto cumplimiento de
Sus mandamientos) está evidenciando con los actos de su vida el esplendor
del maljut shamaim.
Es decir, podemos demostrar nuestro apego y servicio al maljut shamaim,
cumpliendo con los preceptos ordenados por Dios.
Tercero, Dios en Su Torá perfecta nos señala
que Él evalúa a las personas de acuerdo a sus acciones, y no de acuerdo a
quienes son (NO a cómo son etiquetadas socialmente).
Es decir, las necesarias consecuencias de cada uno de los actos de la
persona dependen de si el acto está o no en armoniosa relación con Dios, y
con el mundo, con el prójimo y consigo mismo.
Esta relación armoniosa y constructiva se consigue exclusivamente a través
del ponderado cumplimiento de los preceptos que le corresponden (7 para los
gentiles, 613 para los judíos).
Sin importar si es rico o pobre, judío o gentil, mujer y hombre, bonito o
feo, etc.
Por lo anteriormente dicho, no encuentro
sentido a la pregunta: ¿reciben los pobres el reino de los cielos?
Le ruego que disculpe mi ignorancia, y le aconsejo que busque en las
palabras de la Torá (a través de las enseñanzas de los Sabios de Israel) el
verdadero camino al Reino de los Cielos.
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Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |