Claves: Gentil, cristiano, Jesús, Yeshua, Ieshu, fe, religión, 
    antijudío, antisemita, violencia, odio, persecución, maldad, celo, venganza, 
    judío, cristo, Dios, Mesías, Israel
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     Shalom. (Aunque por lo que escribe parece 
    difícil que en su vida haya un ápice de paz...) 
    Que el pueblo judío haya padecido a causa de 
    Ieshu/Jesús no es una novedad, ya que muchas de las matanzas, persecuciones, 
    expulsiones, conversiones forzosas y otras atrocidades fueron cometidas 
    contra Israel por los amantes seguidores del ídolo del amor llamado 
    Ieshu. 
    Sin embargo es evidente que Dios no estuvo involucrado en el lado del 
    asesino en esas perversidades contra Sus hijos amados. 
    En todo caso, Él lloró nuestras lágrimas, y padeció nuestras torturas. 
    En todo caso, Él fue inmolado en las llamas de la Inquisición, y se elevó 
    desde los hornos de Auschwitz. 
    Él está por siempre en medio de Israel, tal como dijera: "Yo habitaré en 
    medio de los Hijos de Israel, y seré su Elokim." (Shemot / Éxodo 29:45). 
    Así que, no estamos sin Dios, ni Dios nos abandonó a nuestra suerte. 
    Por si no sabe, en los textos que usted considera sagrados está escrita Su 
    promesa eterna: "Porque el Eterno tu Elokim es Elokim misericordioso; no 
    te abandonará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que juró a tus 
    padres (los patriarcas de los judíos)" (Devarim / Deuteronomio 4:31). 
    Para el que tiene ojos corazón y cerebro comprende que es: ¡Todo lo 
    contrario al abandono! 
    Hay que leer lo que el profeta Mijá/Miqueas dijo, y comprenderlo cabalmente, 
    pues para pensamientos como el que usted expresa, ya el profeta hace 
    milenios nos dio una respuesta: 
    
      "(7) Pero yo miraré al Eterno; esperaré 
      en el Elokim de mi salvación. ¡Mi Elokim me escuchará! 
      (8) Tú, oh enemiga mía, no te alegres contra mí; pues aunque caí, me 
      levantaré. Aunque yo habite en tinieblas, el Eterno será mi luz. 
      (9) Porque pequé contra el Eterno, soportaré Su ira, hasta que Él juzgue 
      mi causa y me haga justicia. Él me sacará a la luz, y yo veré Su justicia. 
      (10) Mi enemiga lo verá, y la que me decía: ''¿Dónde está tu Elokim?'' se 
      cubrirá de vergüenza. Y mis ojos la verán. ¡Ahora será pisoteada como el 
      lodo de la calle!... 
      (18) ¿Qué Elokim hay como Tú, que perdona la maldad y olvida el pecado del 
      remanente de Su heredad? No ha guardado para siempre Su enojo, porque Él 
      se complace en la misericordia. 
      (19) Volverá a compadecerse de nosotros. Pisoteará nuestras iniquidades y 
      echará nuestros pecados en las profundidades del mar. 
      (20) Concederás la verdad a Iaacov [Jacob] y a Avraham [Abraham] la 
      lealtad que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos." 
      (Mijá / Miqueas 7:7-20). 
     
    ¡Aunque esté en tinieblas, Dios es mi luz! 
    Para cualquiera que entiende el idioma español, no hay necesidad de 
    traducirlo... ¿no? 
    El misterio que subyace al dolor de Israel es la prueba de que (como 
    cualquier humano) hemos estado equivocados por extraviarnos tras pasiones y 
    falsedades (tal como lo es Ieshu), y que sin embargo a pesar de todo 
    sobrevivimos y avanzamos en pos de la auto-superación. 
    Así que en definitiva, lo que para usted (en su escaso entendimiento) es una 
    señal del abandono de Dios, para los que somos leales a Él nos demuestra 
    que, lamentablemente, a través de lo que sufrimos hemos estado siendo 
    limpiados de nuestros errores y nos hemos estado perfeccionado para estar 
    capacitados para ser dignos representantes de Dios en la tierra. 
    Tal como el diamante es pulido y cortado para hacer que su belleza surja de 
    entre las impurezas, Israel es depurado de sus errores. 
    Hay dos modos para esta purificación: 
    
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Por el estricto y fiel cumplimiento de los 
      preceptos y estudio de Torá; o, 
   
      - 
      
Por el camino del dolor y exilio. Para este 
      modo tortuoso es que Dios se procura de herramientas como usted, que afean 
      sus vidas y las del prójimo con pensamientos sangrientos y vengativos.  
     
    Tal como un padre humano se aleja un tanto 
    para posibilitar que su hijo aprenda a caminar por sus propios medios, el 
    Eterno (aparentemente) se aparta un tanto de Israel, para darnos la 
    oportunidad para crecer por nuestro propios medios y llegar así victoriosos 
    (tras los dolores de la lejanía) a Su regazo amoroso. 
    Así que en definitiva, le sugiero que antes 
    que sea tarde reconsidere sus actitudes negativas hacia la vida, y así podrá 
    vivir realmente y ser un edificador, en lugar de un destructor. 
    Queda en sus manos la elección de lo que le espera en su futuro: o la vida 
    (siendo amigo del pueblo de Israel), o la no-vida (siendo enemigo de Dios y 
    los judíos). 
    Tal como Dios (ese sobre el que usted dice tener fe) expresara con claridad 
    al primero de los judíos: "Bendeciré a los que te bendigan, y al 
    que te maldiga maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la 
    tierra." (Bereshit / Génesis 12:3). 
    Le pido, le ruego, le imploro que con su 
    conducta construya su bendición, mientras aún tiene ocasión... 
    Si este texto le ha sido de provecho, no 
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    Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
    y que 
    sepamos construir Shalom 
     Yehuda Ribco  |