Claves: Biblia, bíblico, Tanaj, Pentateuco, Noaj, Noé, arca,
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preservación, ambiente
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Shalom.
Gracias por participar.
Dios encomendó a Noaj/Noé:
"Hazle una claraboya y termínala a un
codo de la parte alta. La puerta del arca estará a uno de sus lados.
Construye también un piso bajo, uno intermedio y uno superior"
(Bereshit / Génesis 6:16)
Para empezar, nada hay que nos asegure que
entre los tres pisos mencionados, no hubieran existido entrepisos. No es
disparatado suponer esto. Porque se mencionan tres pisos para resumir,
acotando la existencia de tres niveles que marcaban una diferencia neta en
el arca.
Tal como Rashi menciona:
-
El superior para las personas.
-
El medio para los animales.
-
El inferior para los desperdicios.
Y al parecer esta distinción es lógica.
Pero, si nos ponemos a meditar un instante veremos que posee algunas
aparentes incongruencias. Mencionemos dos:
-
¿Toda una cubierta para sólo 8 personas,
mientras una cubierta similar para centenas o millares de animales? No es
una distribución racional y equilibrada.
-
¿Un piso inferior para desperdicios? ¿Acaso
no podían verter los mismos fuera del arca? No parece un atesoramiento
muy útil.
Estos aparentes desatinos son fácilmente
explicables:
-
En la cubierta superior residían los humanos
y se almacenaba los alimentos, de modo tal de preservarlos y distribuirlos
convenientemente. No hubiera sido eficaz dejar el alimento a disposición
del antojo de los animales.
Por lo cual, el reparto en dos niveles diferenciados tiene su fundamento
racional.
-
Hay al menos dos maneras de entender que se
guardaran los desperdicios.
El primero, es que se los aprovechaba ingeniosamente: una parte como
lastre y balancín, otra para reciclar, otra para diversos usos.
El segundo, sabemos que parte de la devastación llamada Diluvio, tuvo su
origen en el daño generalizado que la humanidad provocó al ecosistema, a
la naturaleza. Cuando los sobrevivientes estaban presenciando el
fin de una Era, y sirviendo como simiente para otra, no hubiera sido muy
inteligente caer en los errores que llevaron al desastre. Por lo
cual, se abstuvieron (en ese momento) de echar fuera lo que podía y debía
ser reciclado.
Finalmente, esta estratificación más allá de
lo material, nos sirve para modelo de conducta.
Nuestra vida personal y social también se compone de estos tres niveles (y
una claraboya a lo alto):
-
La conducta plenamente humana, que es el
estudio de Torá y el cabal cumplimiento de los preceptos. Es decir, el ser
humanos, y meramente seres humanos.
-
La base animal, que sustenta y preserva
nuestra existencia en el mundo. Es un nivel que debe ser cuidado,
protegido y encaminado para posibilitar el mejor desarrollo del primer
nivel.
-
El sustrato de los desperdicios, que son
aquellas actitudes, conductas, modos de vida que sin son dejados
tirados, sin el tratamiento vigoroso y adecuado, atentan contra
(o no ayudan) el florecimiento de los dos niveles superiores.
-
Como habrán observado, hay un cuarto
elemento que no es un nivel en sí mismo, y que es la claraboya, la ventana
abierta hacia los Cielos.
Éste es vínculo cristalino con la espiritualidad, trascendiendo los
rígidos marcos que brinda el "arca" llamada vida terrenal.
Evidentemente, aquel que no está a gusto en el primer nivel, y lo ha hecho
su hogar, su placer... ¿cómo pretenderá echar una ojeada certera al
infinito?
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Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |