Claves: Muerte, vida, idolatría, pagano, demonio, Satán, diablo,
infierno, dolor, ídolo, dios, magia, hechicería, brujo, mago, encantamiento,
Sheol, shed, djin, shedim, Lilith
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Shalom.
Gracias por participar.
El demonio NO existe, entonces, ¿cómo
realizar pactos con algo imaginario?
Con el ángel Satán tampoco es posible celebrar pactos, pues es un emisario
al servicio exclusivo de Dios.
En general cuando los Sabios hablan de demonios (shedim), están
usando lenguaje metafórico para referirse a conductas, actitudes,
sentimientos, etc. Así por ejemplo Lilith, la famosa demonio, es la
representación del lenguaje figurado rabínico para los deseos lujuriosos y
lascivos.
Aunque, es preciso que explique que hay otra opción. Puede ocurrir (aunque
dudo que acontezca) es que se produzca una asociación entre alguna
entidad descarnada (con alma pero sin cuerpo, ver en Bereshit Rabá 7) y un
ser humano. Este tipo de conexiones es casi improbable que ocurra, y de
efectuarse ninguno de ambos seres se beneficia.
Le explico brevemente que las entidades descarnadas, son seres animados,
criaturas de Dios, tales como nosotros, o como leones, o como ratas, o como
moscas, pero que fueron creados con vida, pero sin cuerpo. En lenguaje
moderno, son seres-animales de dimensiones alternas a la nuestra, tan
perdidos en sus acciones como los que buscan al conectarse con ellos alguna
ventaja. Evidentemente que estos seres no están en relación con nosotros, ni
tienen superpoderes, ni nos pueden afectar directamente, pues
viven en un plano distinto de realidad. Y son peligrosos, tal como
jugar con un tiburón es un riesgo.
Para la mente infantil y primitiva, todo lo diferente y llamativo resulta
atractivo, y especulan con su poder. Y así como se tomaron a animales
poderosos (leones, tigres, águila, tiburón, búfalo, etc.) como tótem en
culturas arcaicas; algunos farsantes venidos de magos, pretenden
imponer sus paganas fantasías adorando shedim. Ésta es una idea tan
peregrina y bizarra, como cualquier otra adoración o ritual idolátrico.
Sólo Dios es el que guarda los secretos del Universo, y sólo Él el amo de
toda vida.
Ya lo atestigua la Torá hace miles de años: "Ofrecieron sacrificios a los
demonios (shedim), no a Elokim; a dioses que no habían conocido, a dioses
nuevos, llegados de cerca, a los cuales vuestros padres no temieron."
(Devarim / Deuteronomio 32:17).
Esto significa que los shedim eran adorados como deidades poderosas
por los idólatras canaaneos y sus vecinos, pero no así por los hebreos que
eran fieles al Uno y Único. Y está muy claro: aquel que confía en el Eterno,
¿por qué habría de temer particularmente a estos shedim? No más que
lo que se debe temer a una fiera suelta. Con la diferencia que aún dentro de
lo improbable, es más frecuente toparse con una fiera que con un shed.
Y la otra diferencia es que en la actualidad, nosotros los civilizados
raramente aceptaríamos adorar deidades animales; pero, ¿estamos tan lejos de
adorar falsos dioses o demonios? Creo que no. Que la idolatría está
demasiado cercana, e incluso a veces se disfraza de piedad.
Tomemos en consideración las palabras del salmista: "Más bien, se
mezclaron con gentiles, y aprendieron sus obras. Sirvieron a sus ídolos, los
cuales llegaron a ser una trampa. Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los
demonios (shedim); derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y
de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán. La tierra fue
profanada con los hechos de sangre...." (Tehilim / Salmos 106:35-38).
¿Entiende lo que esto significa?
Que cuando la podredumbre de la idolatría invade la vida, la persona termina
presa de la miseria, del fango, de la muerte... a pesar de que los ídolos no
existen realmente...
Sobre la magia ya hemos escrito,
siga
este enlace, y este otro también.
Quiero agregar a lo que ya enseñamos en esas oportunidades, que la magia es
parte del servicio de adoración a falsas deidades; por lo tanto, un inmenso
peligro que acecha. Pues, si fueran reales o no los efectos de la magia
(cosa que discutimos en esos textos mencionados), es indudable que muchos
caen bajo los influjos emocionales de la magia; y otros caen presa de
falsas ideas que los apartan de la Verdad y el camino del Bien.
En resumen, sean los demonios reales o
imaginarios; y sean los efectos de la magia reales o imaginarios; los
peligros que representan son inmensos y cualquier persona deseosa de crecer
y construir se apartará de pensamientos al respecto.
Por último, recuerde que: "Aunque ande en
valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú (Dios) estarás
conmigo. Tu vara y Tu cayado me infundirán aliento." (Tehilim / Salmos
23:4).
Confíe en Dios, y seáLe leal y el temor por lo aparente se apartará de su
vida.
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Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |