Claves: Pueblo, elegido, especial, consagrado, Tanaj, Biblia,
Talmud, Torá, Israel, tierra, Ierushalaim, Jerusalén, autoridad, rey,
emperador, Ciro, Persia, Babilonia, exilio, Templo
|
Pregunta: Hola:
Que el Eterno te bendiga, hoy te escribo por este texto de Isaías:Para que
me lo puedas explicar.
Isaías 45: 1, 4-6
1 Así dice el Señor a su Ungido Ciro, a quien he tomado de la diestra para
someter ante él a las naciones y desceñir las cinturas de los reyes, para
abrir ante él los batientes de modo que no queden cerradas las puertas.
4 A causa de mi siervo Jacob y de Israel, mi elegido, te he llamado por tu
nombre y te he ennoblecido, sin que tú me conozcas.
5 Yo soy El Señor, no hay ningún otro; fuera de mí ningún dios existe. Yo te
he ceñido, sin que tú me conozcas,
6 para que se sepa desde el sol levante hasta el poniente, que todo es nada
fuera de mí. Yo soy El Señor no ningún otro
Muchas gracias y bendiciones
Rodrigo D.
Argentina
(Deben incluir en todos sus mensajes para
nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive) |
Shalom.
Gracias por participar.
Ante todo veamos un texto confiable, es decir
una traducción leal judía y erudita:
"Así ha dicho el Eterno, a Su ungido, a
Ciro, a quien tomé por su mano derecha para sojuzgar a las naciones
delante de él, para desvestir a los reyes de sus armaduras y para abrir
puertas delante de él, de modo que las puertas de las ciudades no se
cierren:
(2) 'Yo iré delante de ti y allanaré las montañas. Romperé las puertas de
bronce y haré pedazos los cerrojos de hierro.
(3) Yo te daré los tesoros de la oscuridad, las riquezas de los lugares
secretos, para que sepas que Yo soy el Eterno Elokim de Israel, que te
llama por nombre.
(4) A causa de Mi siervo Iaacov [Jacob], y de Israel Mi escogido, Yo te
llamo por tu nombre. Te doy un título de honor, aunque tú no Me conoces.
(5) Yo soy el Eterno, y no hay otro. Aparte de Mí no hay Elokim. Yo te
ciño, aunque tú no Me conoces,
(6) para que desde el nacimiento del sol y hasta el occidente se sepa que
no hay nadie más que Yo. Yo soy el Eterno, y no hay otro.
(7) Yo soy quien forma la luz y crea las tinieblas, quien hace la paz y
crea la adversidad. Yo soy el Eterno quien hace todas estas cosas.'"
(Ieshaiá / Isaías 45:1-7)
Para empezar a comprender este texto
(cualquier texto, en realidad) es menester contemplar su marco (el
contexto).
Por lo cual, leamos estos versículos previos al pasaje que usted consulta:
"Acuérdate de estas cosas, oh Iaacov
[Jacob]; y tú, oh Israel, porque eres Mi siervo. Yo te formé; tú eres Mi
siervo. Oh Israel, no Me olvides.
(22) He borrado como niebla tus rebeliones, y como nube tus pecados.
Vuelve a Mí, porque Yo te he redimido.''
(23) Cantad loores, oh cielos, porque el Eterno lo ha hecho. Gritad con
júbilo, oh profundidades de la tierra. Prorrumpid en cántico, oh montañas,
el bosque y todos sus árboles. Porque el Eterno ha redimido a Iaacov
[Jacob] y será glorificado en Israel.
(24) Así ha dicho el Eterno, tu Redentor; el que te formó desde el
vientre: ''Yo, el Eterno, hago todas las cosas. Yo solo despliego los
cielos y extiendo la tierra, sin la ayuda de nadie.
(25) Soy quien deshace las señales de los adivinos y enloquece a los
magos. Soy quien hace volver atrás a los sabios y convierte en necedad su
erudición.
(26) Soy quien confirma la palabra de su siervo y cumple el plan de sus
mensajeros. Soy quien dice a Ierushalaim [Jerusalén]: 'Serás habitada'; y
a las ciudades de Yehudá [Judá]: 'Seréis reedificadas; Yo levantaré sus
ruinas.'
(27) Soy quien dice a las profundidades del mar: '¡Séquense!' y 'Yo secaré
tus ríos.'
(28) Soy quien dice de Ciro: 'Él es mi pastor.' Él cumplirá todo mi deseo
al decir de Ierushalaim [Jerusalén]: 'Sea edificada', y del templo: 'Sean
puestos tus cimientos.'"
(Ieshaiá / Isaías 44:21-28)
Ahora pasemos a la historia.
Como corolario de un lento hundirnos en el pecado y la indiferencia respecto
al prójimo y a Dios, en el año 586 AEC (según el cálculo gentil) el santo
Templo de Ierushalaim fue devastado por las hordas de Babilonia.
Tras lo cual, las masas judías fueron deportadas a tierras babilónicas.
Y allí penamos el cruel destierro unos setenta años.
El exilio y la desesperanza promovieron un espíritu de retorno a la esencia
personal, y al camino de lo correcto. En resumen, el destierro físico
movilizó el reencuentro de Israel con Dios. Y Éste, misericordiosamente
borró las transgresiones del pasado (44:22) (Pondré entre
paréntesis la cita correspondiente al texto que hemos trascrito más arriba).
Cuando esos setenta años pasaron, Babilonia ya había caído a manos del
imperio naciente Persa (44:27), y una nueva perspectiva se abría para los
judíos (44:26). Se comenzó a acariciar la posibilidad de regresar al suelo
patrio, y a reedificar la santa ciudad de Ierushalaim, así como la morada
desde la cual adorar al Eterno. El instrumento de Dios para la redención de
Su pueblo era el emperador Persa Ciro (44:28).
Fue Dios el que dio las victorias a Ciro, el que lo transformó en el hombre
más poderoso de su época (45:1).
Fue Dios el que facilitó las guerras del rey persa (45:2), y Él el
que le dio el triunfo sobre la prepotente Babilonia con todos sus tesoros
robados a los despojados y secretos arrancados de sus víctimas (45:3).
La fama de Ciro, y su éxito, está en las manos de Dios (45:3).
Pero, no por virtud de Ciro, o para su gloria es que fue agraciado por el
Eterno, sino para servir al rescate de Israel (45:4). Es decir, el poder del
gran rey estaba en función de su utilidad a los planes de Dios respecto a la
liberación y retorno a la patria de Su pueblo escogido, de los judíos en su
regreso a Tzión. Si no fuera por haber servido a Dios rescatando a Israel,
¿quién recordaría a Ciro? (45:4).
Como este texto es una profecía enunciada antes del nacimiento de Ciro,
nadie en su sano juicio podría suponer que es de Ciro, o de cualquier otro
la salvación (45:5). Ya que Dios es el único salvador, y el único que
anuncia Su redención con años de antelación, siendo su palabra certera y
leal (45:5). Al momento de cumplirse lo profetizado por Isaías, ¿no se
sabría con claridad la verdad de Dios, y de Su elección por Israel? (45:6)
¿No se reconocería la vanidad de esperar la salvación fuera de Dios?
Dios es el único Dios, perfecto, sin asociados, sin opositores, sin partes.
Dios, Uno y Único.
Dios es el creador de lo bueno y lo malo, el que hace la derrota y edifica
la victoria.
Dios es todo, y fuera de Él nada existe (45:7).
Si este texto le ha sido de provecho, no
olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración
económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |