Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz

Busca:   

 Lic. Prof. Yehuda Ribco (Jeshvan 24, 5763 - 30/10/02)

Inicio (Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz kosher kasher)Contacto (Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz kosher kasher)Apoyo (Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz kosher kasher)

BeShem H' El Olam


 Respuestas a Preguntas
// Elegido

    Herencia de la madre

Claves: Tanaj, Torá, Biblia, Palabra, profecía, inspiración, Dios, Hashem, eterna, pacto, alianza, judío, hebreo, conversión, madre, padre, nacimiento, gestación, matrilineal, educación, mixto, matrimonio, casamiento, nación, gentil, Rut, patriarca, matriarca

judíos preguntas respuestas mashiaj hamashiaj fiestas jaguim shabat shabbat rezos plegaria Dios Pregunta: Hola, quisiera saber ¿Por que en el judaismo el niño toma la religion de la madre y no la del padre? ¿y como se puede justificar segun lo escrito EL TANAJ ? Gracias...

Marioly F.
País: Desconocido

(Deben incluir en todos sus mensajes para nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive)

Shalom.
Gracias por participar.

Se hace así por varias razones, la principal porque es lo que Dios ha ordenado.
Preste atención por favor a la Palabra eterna:

"No emparentarás con ellas (las naciones gentiles): No darás tu hija a su hijo, ni tomarás su hija para tu hijo.
Porque desviará a tu hijo de en pos de Mí, y servirá a dioses ajenos...
"
(Devarim / Deuteronomio 7:3-4)

Lea con cuidado:

  • no dar la hija de Israel al hijo de nación extranjera; y

  • no tomar hija de nación extranjera para el hijo de Israel.

Notará que la prohibición recae activamente en lo concerniente a la "hija", tanto la propia como la gentil; en tanto que el "hijo" queda en situación secundaria, pasiva.
Esto es así porque (según expresa Dios) la pertenencia (o no) innata al judaísmo se hereda por la línea materna. Por lo tanto, se debe reforzar el compromiso femenino con la subsistencia del judaísmo, ya que son las mujeres el pilar activo que determina la religión de sus críos.
Lea con cuidado nuevamente:

  • "Porque desviará (la hija gentil) a tu hijo de en pos de Mí".

Advertirá que es la mujer la que desvía o la que guía a su familia en lo referente al compromiso con lo trascendente (con Dios). Recuerde a Adam y Javá/Eva, ¿quién condujo a quién para transgredir el mandato divino? (vea también en Bereshit / Génesis 21:12).
Esta natural cualidad directriz femenina, es en parte, (como ya hemos enseñado) porque la mujer (judía o gentil) al momento de nacer se encuentra espiritualmente en un grado superior al varón.
Ahora, pensemos un poco. Si la mujer conduce a su hombre, ¿no hará así con sus hijos?
Por lo tanto, es la mujer la que está dotada naturalmente para definir la afiliación religiosa del hijo (ver TB Kedushin 68b).

Usted pedía fundamentos en el Tanaj, y ya se lo hemos dado. Ahora, si me permite, le seguiré demostrando a partir del texto consagrado.
Está narrado que:

"Ciertamente Sara tu mujer te dará un hijo, y llamarás su nombre Itzjac [Isaac]. Yo confirmaré Mi pacto con él como pacto perpetuo para su descendencia después de él."
(Bereshit / Génesis 17:19)

Avraham con su esposa Sará tuvo a Itzjac/Isaac.
Con sus otros mujeres fue bendecido con otros hijos, incluso alguno mayor en edad que el hijo de Sará.
Pero, ¿a quién escogió el Eterno para constituirlo en pleno heredero del judaísmo (hebraísmo en aquella época patriarcal)?
Exclusivamente al hijo de Sará y no a otro.
¿Por qué será?
¿Acaso porque lo que condiciona el estatus judaico innato es la afiliación materna?
Exacto, por eso.

Veamos otro caso:

"Itzjac [Isaac] prefería a Esav [Esaú] (su hijo) ... pero Rivcá [Rebeca] prefería a Iaacov [Jacob] (su hijo)."
(Bereshit / Génesis 25:28)

El padre, uno de nuestros patriarcas, prefiere a Esav, y lo instruye (en la medida de sus limitaciones).
Por su parte, la madre, una de nuestras matriarcas, es afín a su otro hijo, a Iaacov, y por eso comparten el tiempo junto, y el niño va madurando de acuerdo a las costumbres y prácticas maternas.
El criado de acuerdo a las instrucciones paternas: "Esav [Esaú] cuando tenía 40 años, tomó por mujer a Judit hija de Beeri el heteo, y a Basemat hija de Elón el heteo. Éstas fueron amargura de espíritu para Itzjac [Isaac] y Rebeca." (Bereshit / Génesis 26:34-35).
Es decir, se apartó del camino de lo correcto, desvió sus pasos hacia lo que era pernicioso para él, para sus padres e incluso para el prójimo.
En cambio, "Rebeca dijo a Itzjac [Isaac]: –Estoy hastiada de vivir por causa de las mujeres heteas: Si Iaacov [Jacob] toma esposa de entre las mujeres heteas, de las mujeres de esta tierra, como éstas, ¿para qué quiero la vida? Entonces Itzjac [Isaac] llamó a Iaacov [Jacob], lo bendijo y le mandó diciendo: –No tomes esposa de entre las mujeres de Canaán." (Bereshit / Génesis 27:46-28:1). Y Iaacov se fue lejos, a hallar esposa entre las que eran idóneas a la ideología y prácticas de su familia.
¿Qué vimos en este relato?
Pues, el vivo ejemplo de lo que ya habíamos estudiado más arriba: la educación de la madre es la que conduce los destinos religiosos de toda la familia, empezando por el marido y continuando por los vástagos. Vemos como el hijo apegado a la madre es fiel a sus creencias, y hace lo posible para permanecer fiel a las mismas y no torturarse ni traicionar el amor de su madre.
Pero, el que es criado de acuerdo a las instrucciones del padre, no es tan exitoso.
En resumen, por la línea materna se sostiene con más fidelidad el lazo de la religión familiar.

Y, demos el último rastro en el Tanaj.

"Rut respondió (a su suegra Naomi): –No me ruegues que te deje y que me aparte de ti; porque a dondequiera que tú vayas, yo iré; y dondequiera que tú vivas, yo viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Elokim será mi Elokim."
(Rut / Ruth 1:16)

Rut confiesa su adhesión al judaísmo, a sus principios, objetivos y modo de vida. Se transforma así en el modelo clásico del converso justo.
Pero, veamos minuciosamente sus palabras.
¿El camino de quién desea acompañar?
¿El de Moshé, el de Avraham, el de algún sabio o profeta?
¿Menciona el Dios Eterno y Creador?
¿Habla de la divinidad que se reveló en Sinai?
¿Quiere ser judía como lo fue su difunto marido?
¿Su interés en la conversión está en el pueblo y cultura de su familia política?
Pues, no.
Ella habla del pueblo de su suegra.
Se interesa en el Dios de su suegra.
Quiere vivir a plenitud el judaísmo que su suegra representa.
¿Por qué?
Porque el judaísmo es algo que se mama, que se impregna en el espíritu por medio del influjo materno. En este caso, de su madre espiritual, su suegra Naomi (vea Rut / Ruth 2:11).

Permítame agregar tres razones más (de varias posibles, aunque son innecesarias frente a lo que está estipulado por Dios) para la herencia matrilineal de la judeidad :

  1. El óvulo está en la mujer ya cuando nace la madre; en tanto que el espermatozoide que aporta el padre es un producto transitorio del momento.
    Por lo cual, el hijo ha nacido cuando nació su madre.
    Evidentemente que éste es un lenguaje metafórico, pero que encierra una verdad esencial: la profunda conexión madre-hijo va más allá de la intimidad única en el período de la gestación, pues se inicia con el propio nacimiento de la madre.
    Así que, ¿es ilógico mantener el lazo que nunca se ha quebrado?
    Pero, el lazo del padre es circunstancial, crucial sin dudas, pero no de tanta profundidad y entrañable naturaleza. (¿Recuerda a Sará, estudiada antes? Piense en Agar, la concubina de Avraham y el hijo suyo que crió, rebelde y burlador).
    Entonces, ¿de quién sino de la madre recibir la condición de pertenecer al judaísmo?
     

  2. Cuando el feto reside en el vientre materno, no sólo se alimenta materialmente a través de ella; también emocional y espiritualmente.
    Una madre embarazada que es estudiosa de Torá, cumplidora de preceptos, respetuosa de Dios y el prójimo está vigorizando el espíritu de su criatura nonata.
    El bebe va recibiendo los múltiples y variados aportes maternos. Y esta recepción se mantiene (con la ayuda de Dios) a lo largo de los años de existencia físicamente separada.
    Cuanto más próximos sean la madre con su hijo, más éste se modela de acuerdo al ejemplo de aquella (¿recuerda Rivcá y Iaacov más arriba mencionados?).
    Indudablemente que la presencia del padre y su acción en la construcción de la personalidad del hijo es fundamental, indispensable, e incluso hay más de un mandamiento de la Torá al respecto. Pero, el más responsable, cariñoso, solícito, educador padre se enfrena al límite que los cuerpos imponen. A diferencia de la madre, pues hasta la más desamorada ha sido habitada por su hijo, y su influjo se hace notar.
    Como sabemos, luego la vida sumada al carácter personal, irán modificando este influjo, modelando sobre el modelo primordial (¿recuerda al descarriado Esav?), pero, el primer baño cultural es la imborrable matriz materna.
    ¿De quién entonces es factible recibir la innata y la adquirida herencia judaica?
     

  3. La identidad materna es un hecho casi indudable, pero la paternidad es un campo oscuro.
    Por lo cual, lo razonable es atribuir la identidad religiosa de aquella que visiblemente es progenitora, y no del padre que es un probable progenitor.

En definitiva, el mandamiento existe y debe ser mantenido.
Y las razones para su existencia y mantenimiento son bien válidas y poderosas, tanto hoy como hace 3500 años cuando fuera ordenado.

Si este texto le ha sido de provecho, no olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.

Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

 Yehuda Ribco

email: comentario@serjudio.com?subject=Rap1603


Inicio | Arriba | Más Respuestas | Reglas para los mails