Pregunta: Hola apreciable y
excelentisimo maestro, quiero agradecerle nuevamente por la respuesta a mi
anterior duda.
Nuevamente desearia que usted puediera aclarar otro
problema que tengo. Como usted ya sabe, no tengo informacion exacta, y con
lo unico que cuento es una biblia cristiana, pero prefiero seguir su consejo
de guardar ese libro y no usarlo mas.
tengo 2 preguntas relacionadas con la descendencia de Moises:
¿Que sucedio con los hijos de Moises despues de que Jetro se presento ante
el en el desierto?
¿Tuvieron alguna participacion destacada en la historia posterior del pueblo
Hebreo?
Sin mas por el momento le agradezco de antemano el tiempo en que usted se
tome en leer este mensaje.
Saludos desde Mexico
Leonardo S.R.
País: México
(Deben incluir en todos sus mensajes para
nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive) |
Shalom.
Gracias por participar.
De nada, es un placer poder servir a las personas de buena fe.
Y felicitaciones por desechar las falsas traducciones del Tanaj, es decir
las falsarias versiones cristianas llamadas "Biblias". Apartarse del
error es uno de los primeros pasos para aproximarse al Bien.
Pasando a su pregunta.
Pocos son los datos que contamos acerca de la vida y obra de los
descendientes de Moshé, nuestro gran maestro. Luego de la breve mención del
encuentro con el padre en el desierto (Shemot / Éxodo 18:2-5),
cae un manto de mudez sobre ellos. Es que, según parece, no fueron de
destaque sus contribuciones a la causa del judaísmo (1 Divrei
Haiamim / I Crónicas 23:14-17), sino que contribuyeron como cualquier
otro buen hijo del Pueblo al sostén y desarrollo de sus valores, principios
y metas.
Es decir, no heredaron del padre títulos de nobleza, o cargos de alguna
especie, o una jerarquía eclesiástica particular; sino que vivieron su
propia vida, tal como corresponde que se haga.
Debemos notar que entre los velos del
silencio, hay un pasaje que resalta, y que es absolutamente lamentable: "Los
hijos de Dan erigieron para sí la imagen tallada; y Iehonatán [Jonatán] hijo
de Guershom [Gersón], hijo de Moshé [Moisés], él y sus hijos fueron
sacerdotes de la tribu de Dan hasta el tiempo del exilio de la tierra"
(Shofetim / Jueces 18:30).
¡Lo inconcebible se hizo realidad!
Un nieto del gran hombre, del más fiel siervo de Dios y la humanidad, se
transforma en esmirriado líder de idólatras.
Triste e increíble.
Aunque... ¡no tan increíble!
Pues, ¿por qué no podría pasarle al nieto de Moshé? ¿Acaso no pasó en todas
las generaciones, y muchísimo en la nuestra? ¿Acaso ser descendiente del que
habló cara a cara con Dios es un seguro de eterna corrección? No, no
lo es... en el judaísmo (frente a Dios en realidad) nadie es meritorio por
su apellido o abolengo, nadie es justo o sabio por creer en algo o por
pertenecer a alguna agrupación o familia. Cada uno es una construcción
propia, y como tal es valorado.
Por lo cual, debemos recordar quién fuera la abuela paterna de Iehonatán, ni
más ni menos que la hija de Itró/Jetró, Tzipora/Séfora, que fuera criada
bajo las enseñanzas del paganismo hasta su ingreso (ya adulta) al seno del
naciente hebraísmo.
Y como ya hemos enseñado, nada de singular tiene el hecho de que el influjo
materno sea más poderoso que el paterno.
Además, el medio social favorecía el apartarse del Camino de la Torá, ya que
las seducciones hacia la idolatría eran (son) variopintas, atrayentes y
sumamente intensas.
Por lo cual, la atracción hacia lo negativo se comprende, estaba en lo más
recóndito de la cultura de su familia y en la sociedad.
Así que, el joven nieto se descarrió llegando a hacer exactamente lo opuesto
a lo que su abuelo había recibido como mandato por parte de Dios.
Sin embargo, la buena semilla estaba plantada tanto en su abuela como en él,
por lo que finalmente germinó en Iehonatán, ya que leemos: "Shebuel [Sebuel]
hijo de Guershón [Gersón], hijo de Moshé [Moisés], era jefe sobre los
tesoros" (1 Divrei Haiamim / I Crónicas 26:24).
¿Quién es este Shebuel?
No es otro que Iehonatán el hijo de Guershom.
¿Y por qué se le llamó Shebuel?
Shebu-El se traduce como "vuelto a Dios", es decir, en determinado
momento Iehonatán pudo luchar contra la mala vida que estaba llevando, y
reconociendo sus errores se apartó de la senda incorrecta para retornar a
Dios y a su esencia más noble (TB Baba Batra 110a).
¿Qué nos enseña todo esto?
A no confiarnos en los éxitos y logros del pasado (propios, de familiares o
ajenos), y a continuar bregando a diario por mejorarnos y mejorar a los que
nos rodean.
No debemos descansarnos en nombres, ideologías, deidades o religiones; sino
atrevernos a juzgarnos con estricta justicia para condenar lo negativo, de
modo de hacer emerger cada vez más lo positivo.
De lo contrario, podemos caer en el pozo de Iehonatán sin llegar jamás a ser
un Shebuel.
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Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
y que
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Yehuda Ribco |