Claves: Edad, familia, crecer, hijo, joven, púber, adolescente,
niño, mitzvah, mitzvá, nación, noájida, gentil, justo, fiel, siete, padre,
cumplimiento, mandamiento, precepto, Torá, Tanaj, Biblia, educación
|
Pregunta: Estimado Yehudá
Espero que usted se encuentre disfrutando de buena salud!
...me parece que los padres (al menos quienes somos
responsables) deberíamos estudiar (y poner en práctica) las enseñanzas de
Dios que nos corresponden...
Ahora bien, está muy claro que el estudio noahide de
Toráh debe ser tutelado por maestros judíos capacitados.
Entonces, mi interrogante ahora va en el sentido de que,
puesto que el pueblo judío usualmente (lastimosamente) vive ante amenazas
(por ejemplo terroristas) que le obligan a cerrarse a ajenos a su pueblo,
¿sería posible que se preparen gentiles en casas de estudio (como en las que
estudian los rabinos) para poder enseñar-compartir los Mandamientos
Universales?
Que el Creador le siga bendiciendo!
Juan R. M.
País: Chile
(Deben incluir en todos sus mensajes para
nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive) |
Shalom.
Gracias por participar.
Es correctísima su primer apreciación: los
padres son los más fundamentales modeladores de la vida de sus hijos.
Si bien en cierto momento de nuestras vidas, las personas solemos tomar en
nuestras manos la construcción de nuestro destino, es indudable que lo que
portamos como modelo interiorizado que nos han brindado nuestros padres nos
acompañará (nos guste o no, lo reconozcamos o no)
hasta el lecho terrenal. A veces nos resulta como aliciente para fomentar
nuestro auto-conocimiento y mejor edificación personal. A veces está
funcionando como escollo o lastre, que sirve para oscurecer nuestra
comprensión y aprehensión de la vida. Y en ocasiones es el reflejo aciago
que pugnamos por no trasmitir a nuestros descendientes, y que por lo tanto,
trabajamos para corregir.
Por lo tanto, es imprescindible que los padres sirvan como el más fino y
precioso modelo para que sus hijos se construyan como personas íntegras.
¿Cómo se consigue esto?
Hay varias cosas que se debe procurar o tener, le mencionaré sólo éstas:
-
Haber nacido en una familia de constructores
positivos.
-
Recibir una constante educación formativa en
valores y prácticas saludables (Torá y mitzvot según los llaman
algunos).
-
Comprometerse personalmente con la vida, en
lugar de andar por ella en pos de la muerte.
-
Someterse al concienzudo escrutinio y
aceptar los propios errores.
-
Trabajar incesantemente para cumplir con
nuestra parte en la Obra de Dios, que no es otra cosa que perfeccionarnos
a diario, y ayudar al perfeccionamiento ajeno.
Hay un hilo en común a estas cinco
condiciones: la Torá.
Le explico:
-
La Torá brinda las herramientas para que las
familias sean algo más que nidos de reproducción biológica o de actitudes
perniciosas. La Torá da a las personas el método para elaborar relaciones
verdaderamente humanas, que son la base (y el resultado) de las familias
positivas.
-
La Torá es la guía que conduce por el camino
de las acciones asertivas, y busca constantemente la trascendencia,
obviando las modas pasajeras.
-
La Torá es el árbol de vidas para quien se
acoge a ella, pues, dicta las instrucciones que desarrollan una vida plena
en Este Mundo, y acondicionan para deleitarse con el Próximo Mundo.
-
La Torá es el fiel de la balanza, que sin
errores ni omisiones señala objetivamente nuestra posición en cuanto a si
estamos del lado de lo bueno, o no.
-
La Torá indica cuáles son las acciones
apropiadas para el ser humano, indica las negativas, y marca con precisión
el territorio de lo positivo que se debe alcanzar y hacer florecer.
En resumen, para la formación de personas de
bien, además de los padres, es imprescindible la instrucción en Torá.
Pues, los padres modelan principalmente lo terrenal; pero a través de la
Torá se modela tanto el cuerpo como el espíritu.
Esto es así porque lo que heredamos o adquirimos de nuestros padres, no nos
determina necesariamente, sino que nos brinda facilidades (o dificultades).
Entonces, es cierto, los padres deben estar en diario estudio de Torá y
consecuente práctica de sus mandamientos, de modo tal de brindar el mejor
ejemplo vivo y predicado de lo que es una persona de bien.
De no estar al tanto de la Torá, ¿cómo enseñar, si nunca se ha aprendido?
¿Cómo reconocer y buscar el verdadero bien, si jamás se lo ha sentido ni
gustado? ¿Cómo criar hijos dignos, si se equivocan las herramientas y
procedimientos?
Torá y práctica de los mandamientos, eso es el camino, la verdad y la
vida.
Como ya indicamos en otra oportunidad, el
estudio de Torá puede resultar una actividad riesgosa si no se está bajo la
guía y tutela de buenos maestros judíos, entendidos e idóneos además de
reverentes del Eterno.
Por lo cual, nuevamente usted acierta en su apreciación: es menester
estudiar junto (con) maestros judíos de Torá.
(Si el estudiante es gentil, estrictamente debe atenerse al
estudio de las partes que tiene permitido de Torá, de lo contrario estaría
incurriendo en acciones perniciosas.)
Sin dudas que su idea de que existan casas de
estudio de Torá para gentiles, tal como hay Ieshivot -academias de estudios
de Torá- para judíos, me parece notable y excelente.
Le confieso, sin ánimo de disminuir su interesante propuesta, que es una
idea añeja. Por ejemplo Shem, el noble hijo de Noaj/Noé, ya había erigido la
primera Ieshivá unos año después del Diluvio, y continuó enseñando
generación tras generación lo que él había aprendido de Torá
(los mandamientos universales, más sus derivados lógicos, más
anécdotas y experiencias) directamente de su padre y de lo
experimentado personalmente en las penosas vivencias del Diluvio y de Babel.
En el terreno de lo práctico, es cuestión de
que grupos de gentiles deseosos de aproximarse intensamente a Dios se puedan
organizar e instituir centros de estudio dirigidos por idóneos.
No es una tarea difícil, es menester solamente ponerse a hacerlo.
Quedo a las órdenes, pues es mi deseo poder
algún día estar enseñando lo poco que sé a grupos de noájidas fieles a Dios,
al prójimo y a su esencia personal.
Si este texto le ha sido de provecho, no
olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración
económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |