Shalom.
Se debe respetar el límite de 50 palabras por misiva.
INTRODUCCIÓN
El estudio de la Torá sigue a su fiel
puesta en práctica
Cuando un judío lee de la heredad de
Israel (la Torá),
-
sin la guía de fieles maestros judíos
idóneos y piadosos,
-
y la lectura no es de fiel copia de los
originales,
-
o auxiliado por traducciones de fieles
judíos eruditos,
generalmente llega a la no-comprensión ni
siquiera de lo literal.
Todavía mucho más alejado de la comprensión
certera se encontrará el gentil en similares condiciones, al cual además no
le está permitido adentrarse en el estudio de Torá. Tal como está enunciado:
"Él (Dios) estableció Su testimonio en Iaacov [Jacob] y puso la Torá en
Israel. Mandó a nuestros padres que lo hicieran conocer a sus hijos..."
(Tehilim / Salmos 78:5); dice que Dios le dio la Torá, Su testimonio a los
judíos, y NO a los gentiles. Dice que Él mandó a nuestros padres, y
no a los padres de los gentiles para que nos la hicieran conocer, a
nosotros y no a las otras naciones. ¿Qué hace el gentil que cree
que está estudiando Torá usurpando el lugar que Dios sabiamente no le ha
otorgado?
Para el gentil justo (cumplidor de los preceptos universales,
fiel a Dios, apartado totalmente de la idolatría) hay mecanismos de
fértil estudio de las secciones permitidas de Torá, prudentemente
establecidos. Traspasar los límites, utilizar herramientas incongruentes,
nada positivo destila.
Las divergencias con lo correcto que emergen
de los estudios (que no son realmente tales, sino
desvaríos) que son incongruentes, suelen llevar a caminos de
extravío, error, febril alucinación o aversión a Dios y Su Voluntad. Es como
el lego que ve cuerpos, contempla padecimientos pero no está legalmente ni
técnicamente capacitado para emitir diagnósticos médicos y proceder con la
terapéutica médica. De hacerlo, el lego puede llegar y llevar a la
catástrofe, al mayor dolor, al horror. Aunque tanto el lego como el médico
son personas, poseedores de cuerpos, de cerebro, de capacidad intelectual;
el lego no está habilitado para actuar como médico, su instrucción, su
instrumental ideológico-práctico, y la ley no se lo permiten.
En Torá el lego (es decir el que no ES instruido por maestros
judíos idóneos y piadosos, que no lee del original, y que no es cumplidor de
los preceptos que le corresponden) TAMPOCO está habilitado espiritualmente para emitir doctrinas.
En verdad, es peor aún, pues en Torá nos entrelazamos con temáticas que se
enraízan en el plano espiritual, para cuya comprensión es menester años de
constante preparación y práctica de los mandamientos. El pueblo hebreo dijo
al momento de sellar el Pacto eterno con Dios, y de recibir la Revelación de
la Torá: "...todas las cosas que el Eterno ha dicho, haremos y
comprenderemos" (Shemot / Éxodo 24:7), primero HAREMOS, cumpliremos con
los mandamientos, y recién después INTERPRETAREMOS. Es decir, Dios no pide
intérpretes y cumplidores, sino cumplidores que luego interpreten. ¿Por qué?
Pues, porqué para interpretar correctamente primero hay que respetar y
cumplir lo que está escrito en la Torá.
La misiva que trascribimos más arriba es un
claro ejemplo de la falta de comprensión de la Torá, y el consecuente
resultado nefasto para la vida (propia y ajena; terrenal y
eterna).
Ahora explicaremos nuestras palabras, pues no nos agradan los agravios, pero
sí nos compromete el señalar lo que consideramos cierto y real en
contraposición a lo incorrecto y falso, de modo tal de atraer más personas
al camino en pos del Bien.
El Shabbat y el extranjero que está bajo
la guía del judío
Al judío le ha sido ordenado (en persona):
"No harás en él (Shabbat) obra alguna, ni
tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu animal, ni
el forastero que está dentro de tus puertas."
(Shemot / Éxodo 20:10)
A ver, veamos: ¿dice simplemente "el
forastero", o, "el forastero que está dentro de tus puertas"?
Dice: "el forastero que está dentro de tus puertas".
Esto es, no cualquier forastero, no cualquier gentil, no cualquiera que se
le ocurra.
Sino el gentil que se aviene a vivir en el hogar del judío, dentro de sus
puertas, o bajo la dirección del judío. ¿Acaso no es eso lo que está
claramente escrito?
Así pues, aquí se le está encomendado al judío que se guarde de no ordenarle
o pedirle en Shabbat al forastero-gentil que haga alguna obra
que él (el judío) no debe hacer.
Entonces, el gentil que no es de SU hogar, ¿por qué no habría de hacer
obra-labores vedadas para el judío?
Es evidente la primera falta de comprensión
del escritor de la misiva: olvidó tomar en consideración "dentro de tus
puertas", por lo que supuso reglamentos que atentan contra el mismo
texto (y espíritu) de la Torá: "Los Hijos de Israel guardarán el sábado,
celebrándolo como pacto perpetuo a través de sus generaciones. Será señal
para siempre entre Yo y los Hijos de Israel..." (Shemot / Éxodo
31:16-17). El Shabbat es señal entre Dios y los judíos, y nadie más. El
Shabbat es para ser guardado por los judíos, y nadie más.
¿No es lo suficientemente clara la Torá?
Gentiles e hijos de gentiles: los
extraños y los nuestros
Está profetizado:
"Y los hijos de los extraños que se han
adherido al Eterno para servirLe y que aman el nombre del Eterno para ser
Sus siervos; y a todos los que guardan el sábado no profanándolo y que
abrazan Mi pacto"
(Ieshaiá / Isaías 56:6)
A ver, veamos: ¿dice simplemente "los
extraños", o, "los hijos de los extraños"?
Dice: "los hijos de los extraños".
¿No es lo mismo "extraño" que "hijo de extraño"?
Pues, NO, no lo es. Por algo existen las dos expresiones, ¿no?
Un extraño es el ajeno al pueblo, un gentil.
Un hijo del extraño, es aquel que sus padres son gentiles pero él no
lo es. Esto es: un prosélito del judaísmo. Alguien que habiendo nacido
gentil, prefirió tomar sobre sí el duro compromiso de convertirse al
judaísmo, abandonar su vida anterior de gentil, y dedicarse de lleno al
cumplimiento de los preceptos que Dios ha ordenado a los judíos (entre los
que se cuenta el Shabbat). Algunos hijos de extraños resultan ser una
joya para Israel, en tanto que otros... lamentablemente otros permanecen
siendo más extraños que hijos de... Tal como vemos: "...cuando
el extraño que no sea de tu pueblo Israel ..." (1 Melajim / I Reyes
8:41), lo que significa que hay extraños dentro del propio Israel. ¿Quiénes
son éstos? Pues, los que se han convertido formalmente, pero en su interior
siguen siendo extraños. También así son los hijos de Israel que se
descarrían detrás de las idolatrías mortales (Baal, Ieshu/Jesús, etc.),
pasando a ser extraños en su casa (ver en
Irmiá/Jeremías 2:21).
Más allá de la textual comprensión de las palabras, está lo que dice el
profeta, que se está refiriendo al: "hijo del gentil que se ha adherido a
Dios para servirLe, y son Sus siervos".
Es decir, no solamente un converso al judaísmo, sino una joya para Israel.
Ya que, ¿cómo el gentil sirve fielmente a Dios?
Cumpliendo estrictamente con los siete preceptos universales y sus derivados
(entre los cuales no se incluye el Shabbat).
Y, ¿como el hijo del gentil sirve fielmente a Dios?
Cumpliendo cabalmente, como el judío de nacimiento, con los 613 preceptos de
la Torá (que puede cumplir) y respetando las
decisiones de los Sabios.
Algunos hijos de extraños son tan castos y puros que humildemente no
se presentan como judíos conversos, sino como extraños. Es
obligatorio darle al converso justo (el hijo de extraño que es fiel a
Dios y Sus mandamientos) su tratamiento como nuestro hermano, hijo de
Israel. Tal como aprendemos: "Ella (Rut) se postró sobre su rostro, se
inclinó a tierra y le dijo: –¿Por qué he hallado gracia ante tus ojos, para
que tú te hayas fijado en mí, siendo yo una extraña? Boaz le respondió
diciendo: –Ciertamente me han contado todo lo que has hecho por tu suegra
después de la muerte de tu marido, y que has dejado a tu padre, a tu madre y
la tierra donde has nacido, y has venido a un pueblo que no conociste
previamente." (Rut / Ruth 2:10-11). Rut es una verdadera conversa justa,
humilde, temerosa de Dios, una corona para nuestra nación (no
es casual que haya sido la bisabuela del rey David).
Es evidente la segunda falta de comprensión
del escritor de la misiva: olvidó tomar en consideración "los hijos de"
y la subsiguiente descripción. Por lo que supuso reglamentos que son
rebeldía manifiesta contra Dios, ya que está ordenado: "Seis días te
dedicarás a tus labores; pero en el séptimo día cesarás, para que descansen
tu buey y tu asno, y renueven fuerzas el hijo de tu sierva y el forastero.
Guardaréis todo lo que os he dicho." (Shemot / Éxodo 23:12-13);
¿quién debe cesar su labor? Está claro que le está ordenado al judío, pues
dice "cesarás", y "os he dicho".
Porque el judío cesa su labor en Shabbat, descansan sus animales, y se
tonifica el hijo de las sierva y el forastero que trabajan con él. Dice que
se tonifican, pues se dedican a sus actividades y no a las que les da el
patrón o socio judío para hacer en Shabbat.
Hacen sus actividades, pero no que deben cesar su labor como si fueran
judíos, pues eso no se les ha conferido.
El natural como el converso
Está escrito:
"Si algún *extranjero que reside entre
vosotros quisiera celebrar la Pascua del Eterno, que sea circuncidado todo
varón de su familia. Entonces podrá celebrarla, y será como el natural de
la tierra. Pero ningún incircunciso comerá de ella. Una misma instrucción
será para el ciudadano y para el *extranjero que viva entre vosotros."
(Shemot / Éxodo 12:48-49)
Donde añadimos el asterisco, en el original
está escrito guer, que significa "extranjero", pero también quiere
decir "prosélito" (converso al judaísmo). Saber cuándo
corresponde una traducción o la otra (o indistintamente) es cuestión de
sabiduría, conocimiento, sentido común y atención al contexto. En este sitio
en particular se está refiriendo claramente al extranjero que desea
pertenecer a la familia judía, es decir, a un voluntario para la conversión.
Lo que la Torá ordena en este pasaje es bien simple de comprender, si se
cuenta con las herramientas adecuadas: el gentil tiene prohibido celebrar la
"Pascua del Eterno", si desea hacerlo primero debe convertirse al judaísmo.
Para convertirse, entre otras cosas deberá circuncidar su prepucio, pero
además deberá sumergirse en la pileta ritual, pero también estudiar intensa
y cercanamente los fundamentos y vivencias del judaísmo. Luego del proceso
de conversión, es un judío más, una instrucción para "el ciudadano como
para el extranjero", es decir, equidad legal para "el de nacimiento como
para el converso".
Por otra parte, el pasaje mencionado está referido exclusivamente a las
ordenanzas referentes a la noche previa a la salida de Mitzraim/Egipto, una
noche única y singular entre todas las noches de la Historia. Extraer
apuradas conclusiones de este pasaje, es suponer infundadamente.
RESPUESTAS
1- El gentil que guarda el Shabbat está
trasgrediendo la legislación divina, usurpando el sitial del judío, y
robando la preciosa heredad de Israel. En lugar de ser "ministro" de
Dios como en la misiva se escribe, el gentil que despoja a Israel del
Shabbat, es pasible de ser condenado por un tribunal de justicia a terribles
castigos.
Tal como entendemos: "Tú hablarás a los Hijos de Israel y les dirás:
'Ciertamente guardaréis Mis sábados, porque esto es una señal entre Yo y
vosotros a través de vuestras generaciones, para que sepáis que Yo soy el
Eterno, el que os santifico."
(Shemot / Éxodo 31:13).
Ieshaiá / Isaías 56:6 nada habla de gentiles ministros de Dios.
Es más, como ya hemos demostrado nada habla de gentiles, sino de
conversos, y de judíos naturales.
2- Si por ministrar (que
es léxico cristiano y no del Tanaj, o sea, no es vocabulario de Dios)
se debe entender oficiar como sacerdote de Dios, la respuesta es que JAMÁS
un gentil, o un judío no perteneciente a la familia sacerdotal, tiene
derecho a ser sacerdote de Dios. Según leemos: "...tendrán el sacerdocio
por estatuto perpetuo ...santificaré a Aarón y a sus hijos para que
Me sirvan como sacerdotes..." (Shemot / Éxodo 29:9, 44).
CONCLUSIÓN
En lugar de profanar el jardín del vecino, ¿no
es mejor trabajar para hacer fructificar el propio?
Para el gentil, ¿por qué en lugar de luchar por adueñarse impropiamente del
Shabbat, u otros mandamientos y costumbres exclusivamente judía, no cumple
cabalmente con los Siete Mandamientos Universales y sus 66 derivados?
Para el judío, ¿por qué en lugar de seguir el camino de las naciones, no
andamos y avanzamos por el propio?
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Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |