Shalom.
Gracias por participar.
Por lo que tenemos entendido, algo parecido a
lo que usted cuenta referido a la perinola usada en Januca, el sevivón o
dreidl, es lo que ocurrió en la época de los macabeos (aunque
es sumamente improbable la leyenda que habitualmente se cuenta acerca
de la costumbre de Lag BaOmer, esa de que los alumnos de Torá
jugaban con arcos y flechas, ya que si los romanos invasores veían a
algún judío armado con arco y flecha, primero lo asesinaban y después
preguntaban. El arco y flecha con lo que los niños actuales juegan en Lag
BaOmer recuerda la sublevación contra Roma, y no jueguitos banales).
Realmente ocurría que cuando los del ejército seléucida (los llamados
generalmente griegos) penetraban en los hogares judíos en redadas contra los
estudiosos de la Torá, contra los cumplidores hogareños de los preceptos, y
contra los organizadores de la rebelión libertaria, encontraban a los judíos
esparciéndose con el ingenuo juego de la perinola.
Esto agradaba sobremanera a los invasores, pues los juegos de azar se
vinculan con la adoración a la diosa (o dios, depende de la cultura)
Fortuna, por lo que parecía que los judíos estaban asimilando valores y
conceptos del helenismo, y desechando los de la cultura propia. Entonces los
intrusos se alejaban pacíficamente, tras lo cual los judíos podían volver a
sus actividades legítimas.
En resumen, la perinola usada para simular, servía como escudo contra la
agresión del extraño.
Ahora,
profundicemos un poco más.
El dreidel es una perinola con cuatro caras.
En cada una de ellas está inscrita una letra, Nun, Guimel, He, Shin.
Que corresponden a las palabras Nes, Gadol, Haia, Sham - Milagro, Grande,
Hubo, Allá; en obvia relación a los hechos milagrosos acontecidos en
la gesta libertaria hasmonea. Por lo tanto, el dreidel post-macabeos es un
tanto diferente a la perinola de los tiempos de los macabeos, ya que ésta no
contaba con las letras inscritas.
El juego se puede desarrollar de varios modos y es fácil suponer que es un
mero divertimento para las largas noches invernales (ese es
el clima en la zona de Israel).
Sin embargo, detrás de la sencillez, se esconde un enorme secreto, el del
pasado y futuro de Israel e incluso del mundo.
Comencemos a desentrañar el misterio a partir
de otro misterio, la famosa revelación profética a nuestro patriarca Iaacov
que: "soñó, y he aquí una escalera puesta en la tierra, cuya parte
superior alcanzaba el cielo. He aquí que los enviados de Elokim subían y
descendían por ella." (Bereshit / Génesis 28:12).
Dicen los exegetas que una de las maneras de entender esta visión, es
reconociendo en los enviados del Eterno (ángeles como popularmente se
llaman) a los cuatro representantes espirituales de los imperios que
dominarían a la nación judía: Babilonia, Persia, Grecia y Roma.
Explican que Iaacov vio al ángel de Babilonia subir 70 escalones, y luego
descender. Un escalón por cada año en exilio babilónico de los judíos.
Luego el que ascendió 52 escalones fue el emisario de Persia, para luego
bajar.
Representando los 52 años del dominio persa sobre los judíos.
Entonces, 180 escalones subió el ángel de Grecia; pues eso es lo que duró su
dominación. Y luego descendió.
Finalmente, el ángel de Roma comenzó su ascenso por la escala en dirección a
los cielos, y continuó ascendiendo. En el sueño del patriarca pareciera que
el ángel romano no fuera a bajar. Y los hechos simulan ser realmente así,
que el imperio de Roma se mantuviera por siempre (¡aún lo padecemos!, sus
vástagos son los que dominan el mundo y violentan la independencia, física y
espiritual, de nuestra nación). Sin embargo, otra visión profética anunció
acerca de Roma (= Edom): "El terror que inspiras y la soberbia de tu
corazón te han engañado, a ti que habitas en las hendiduras de la peña y que
te has apoderado de la altura de la montaña. Aunque eleves tu nido como el
águila, de allí te haré descender, dice el Eterno" (Irmiá / Jeremías
49:16).
Bien, pero, ¿qué relación tiene esto con el
dreidel?
¿Recuerda las cuatro letras (N, G, H, Sh)? Ellas señalan algo más que los
milagros de Januca, también se vinculan con los cuatro imperios que
dominaron a Israel.
Expliquemos esta relación empezando por la NUN, de nefesh -alma-.
El imperio babilónico conquistó el reino de Yehudá, destruyó el sacro Templo
en Ierushalaim/Jerusalén y deportó a la mayoría de los judíos.
Su dominio se basó en atacar primordialmente el Nefesh, el alma de
los judíos.
Y pudieron vencer a nuestros antepasados en este aspecto esencial no por
propio mérito, sino por la podredumbre de la idolatría que había ingresado
en el seno de muchos de los judíos de aquel entonces.
¿Cómo nos redimimos de este tormento?
Abandonando la idolatría, así se permitió que sucediera el auxilio del
Eterno, que vino en forma de rey extranjero que sirvió como parcial
libertador.
La letra GUIMEL, de guf -cuerpo-.
Durante el dominio persa se permitió sabiamente a los judíos adherirse a sus
costumbres y credo nacional; y los judíos aprendieron en el exilio
babilónico la desgracia de la idolatría, por lo cual retornaron al sendero
de la Torá y los preceptos.
Lo que el imperio atacó, en determinado período, fue la propia existencia
material de los judíos. Recordemos la historia de Esther, y sabremos que
estamos hablando del primer intento de genocidio, de solución final.
Persia pudo imponerse a través de lo material, ya que los judíos habían
desechado la abominación de la idolatría, pero se habían visto magnetizados
por el afán de las riquezas, olvidando cultivar con persistencia sus
espíritus.
¿Cómo nos liberamos de esta dominación?
Aplicándonos con mayor presteza y fidelidad al cumplimiento cabal de los
mandamientos, y al estudio concienzudo de la Torá. Esto permitió el retorno
al hogar nacional y la reconstrucción parcial de nuestra patria.
La letra SHIN/SIN, de sejel -cerebro,
raciocinio-.
Los helénicos lograron su predominio sobre los judíos atacando la Torá,
racionalizando su mensaje, burlándose de lo que no llegaban a comprender,
queriendo demostrar la preponderancia de lo intelectual por sobre lo
Revelado (no entendían que Torá y ciencia no son
contradictorios, sino que ésta es una sombra de aquella).
Así que, no lucharon para exterminar, tampoco para apabullar con
sentimientos y emociones, sino que venían en son de iluminados a alumbrar a
los incultos judíos.
Y de éstos, aquellos que realmente eran incultos (es decir, faltos de Torá y
preceptos), fácilmente fueron dominados por el materialismo helénico.
¿Cómo nos liberamos de esta perversa regencia?
Volviendo a nuestra cultura, valorando el acervo nacional y luchando para
conquistar lo que justamente nos correspondía.
Por último, la HE, de hacol -todo-.
Roma impera por atacar el alma, el cuerpo y el intelecto.
Sus huestes destruyeron el Templo, tal como hicieran los babilonios.
Perpetraban terribles torturas y masacres colosales, tal como los persas
hicieron o pretendieron hacer.
Prohibieron el estudio de Torá y la adhesión a los preceptos, al igual que
hicieron los griegos.
Así que, cortaron el lazo anímico, laceraron el cuerpo, e instilaron
materialismo y ambición por lo intrascendente en el ámbito judío
(y en el mundo en general. Roma es el dominante actual,
aunque Roma no sea la ciudad de este nombre, ni los italianos en general).
Contemple a su alrededor, y verá las señales de las actividades de Roma
incluso en su vida cotidiana.
¿Cómo nos podremos liberar de este imperio?
Sumando los esfuerzos que hicimos para liberarnos de los imperios previos, y
esperando la mano de Dios, la mano que hace girar el dreidel.
A todo esto, algo hay que escapa del bloque
que conforma el dreidel, pues la agarradera de la peonza se eleva hacia los
cielos, y es lo que permite el giro, el dinamismo vital que hace desaparecer
y confundirse las letras/imperios en las vueltas.
¿Qué aprendemos de esto?
Pues, que la liberación de los poderes terrenales se halla en elevarse hacia
lo Trascendente, en la búsqueda de Dios a través del estudio de Torá y
cumplimiento de preceptos. Así se activa para generar el movimiento
renovador y constructivo, ese movimiento libertador que se denomina
Mashiaj/Mesías.
Queda en nosotros el permitir que Dios haga girar por cuarta vez el
dreidel, para poder limpiarnos del pie subyugante de Roma y sus vasallos.
Cuando eso acontezca, la letras del dreidel dirán absolutamente: "NES GADOL
HAIA PÓ" - "Un gran milagro hubo aquí".
Se variará el "allí" por el "aquí", indicando el verdadero fin de la
historia, y el comienzo de una nueva forma de entender la realidad, a la luz
de la eterna y perfecta Torá.
Mis deseos de que tengamos un jag urim
sameaj, un feliz Januca.
Si este texto le ha sido de provecho, no
olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración
económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |