Shalom.
Gracias por participar.
Es un elogio desmesurado el que usted me hace,
pero le agradezco sinceramente por sus palabras, a pesar de que no soy
rabino.
Por lo general en SerJudio.com nos dedicamos a
desenmascarar la tragedia que acarrea la idolatría a partir de preguntas y/o
comentarios de nuestros lectores. Muy espaciadamente publicamos textos
surgidos a partir de otros motivos que no sean respuestas.
Por lo tanto, le reconocería si me manda consultas respecto a éste, u otros
temas que le sean de interés particular.
Sin dudas que coincidirá usted en que la lucha contra la idolatría no debe
cejar hasta que el último rastro de la misma sea borrado incluso del
recuerdo de las personas y las naciones. Por lo cual, le insto amablemente a
que sea un solícito combatiente del lado de Dios.
En alguna ocasión anterior ya habíamos
explicado que uno de los sinónimos para la idolatría es "falsedad".
La idolatría falsifica la evidencia de la Presencia de Dios, así como
falsifica el vínculo directo que toda criatura tiene con el Padre.
Le explico brevemente este punto.
En el fondo de sus corazones la mayoría de la masa de idólatras anda a la
búsqueda de Dios, pues el alma de toda criatura está sedienta de Él.
Y así caminan por la vida, a la búsqueda, aunque no sepan que así están.
La tragedia ocurre cuando en algún lugar del peregrinar, se detienen a una
vera del camino, en un templo que dice representar a Dios. Felices
con el descubrimiento se abstienen de hacer lo posible por encontrarLe, pues
suponen que ya lo han hecho.
Y así permanecen, desolados, abandonados, alejados de la Verdad, aferrados a
la idea que ellos fantasean como verdadera.
Y es humanamente comprensible, pues, ¿cómo no aferrarse a lo que con poco
esfuerzo les ofrece la eterna felicidad? ¿Cómo no aferrase a lo que les dice
que les da salvación a sus almas a cambio de que no continúen avanzando por
el dificultoso Camino del Bien? ¿Cómo desechar la posibilidad de la certeza
plena, sostenida por la irracionalidad de la fe hueca? ¿Cómo reconocer que están en
un error, si es tan dulce el susurro de sentirse halagado? ¿Cómo aceptar la
derrota de estar acabado a un costado del camino, y perdido el Norte que les
guía?
Entonces, es más cómodo, más sentido, más dulce adormecerse en brazos de la
idolatría, en lugar de saberse en constante trajinar por alcanzar aquello
que Dios exige.
Por otro lado además, dijimos que la idolatría falsifica la conexión directa
y sin intermediarios entre Dios y las personas, pues necesariamente el
templo con sus deidades deben erigirse como el puente entre el
creyente y la divinidad, o en lazo se constituyen los ritos, o los dogmas de
la fe, o las Iglesias, o los mensajeros, o los crucificados y resucitados, o
los santos, o lo que fuera.
Acunados por la idolatría brotan una serie enorme de nuevas formas de
adoración y de vincularse con lo Trascendente, ahogando el simple y llano
vínculo irrompible que Dios tiende hacia la persona.
En un resumen, idolatría es todo aquello que
no es Dios y Su Torá, que se presenta diciendo: "...yo soy el puente, el
camino, la verdad, y la vida; sólo se llega al Padre Dios a través de mí y
de mis rituales; fuera de mí todo es perdición..." (Estas
palabras se pueden aplicar, con más o menos precisión a todas las
religiones, idolatrías).
¿Comprende la diferencia radical entre este
pensamiento enfermo de egolatría y corrupción, a aquel que es puro y
cristalino (el del judaísmo tradicional)?
Compárelo por favor con el lema del judaísmo tradicional que es:
todos están en relación directa con Dios; la manera de fortalecer
este lazo es cumpliendo con Sus
mandatos
explícitos que son simples y cercanos y que mayormente estimulan
la vida en armonía con el prójimo.
Bien, quedo a sus órdenes.
Si este texto le ha sido de provecho, no
olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración
económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga,
y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco
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