Pregunta: Shalom Profesor Yehuda:
Aunque no voy a poder cumplir con las 50 palabras deseables, te ruego me
disculpe por esta vez. Y si existen preguntas mas urgentes que la mia ,Te
pido que me respondas cuando tengas tiempo.
El articulo es del Rabbi Moishe Kaiman,quien es una persona muy querida,
tanto por gentiles y judios y que escribe una columna todos los martes en el
periodico El Norte de Monterrey, México. Pero este es un articulo de un
libro publicado por el Rabbi que se titula "Quien no quiere vivir bien ?"
... (Omitimos parte de la extensa misiva)...
Existe un dicho que advierte : "Hay que tener
mucho cuidado con la gente que
se cree mas papista que el .....".Un cuento en el Libro de Ozar Midrashim
339 narra que había un señor muy rico que cuando se hizo de gran edad tuvo
un hijo muy bonito e inteligente; antes de morir, él le hablo a su hijo y le
dijo: "Te pido que tengas mucho cuidado con la gente que se siente ultra
religiosa porque es muy peligrosa, por fuera parece santa pero por dentro es
muy poco humana".
Entonces el señor rico murio y el hijo, despues de cierto tiempo, se casó
con una muchacha huerfana muy bonita, con quien era muy feliz. Un dia el le
dijo a su esposa que quería ir con ella a un baile donde iría mucha gente y
podría pasarla muy bien, ya que siempre ella estaba trabajando en la casa.
Su esposa le dijo que no iría porque tenía miedo de que algún hombre se
fijara en ella y no quería que pudiera tener ese mal pensamiento. Cuando el
esposo escuchó estas palabras, se acordó del consejo de su padre antes de
morir que era : "Hay que tener mucho cuidado con la gente que se siente
ultra religiosa" y pensó que tal vez su esposa era de ese tipo de personas.
El muchacho salió a pasear y pensaba como podría probar lo dicho por su
esposa. Pasaron unos días y trajo a un cerrajero a su casa para que hiciera
dos llaves de cada puerta y un juego de dió a su esposa y el otro lo guardó
él, sin decirselo a ella.Un día le dijo a su esposa que necesitaba salir de
la ciudad por cuestiones de negocio y al otro día se fue, cuando salió de la
ciudad regresó de nuevo y entro a un hotel. En la noche, cuando ya era muy
tarde, fue a su casa y abrió puerta por puerta y cuando entró a su recámara
vio a su esposa con otro hombre, entonces la señora al verlo le dijo a su
amante que matara a su esposo, pero éste salió corriendo y caminó toda la
noche muy triste y desconsolado, hasta que llegó a un callejón y se quedó
dormido en ese lugar.
Esa misma noche entraron unos ladrones a la casa del alcalde de la ciudad y
le robaron alhajas y dinero. El alcalde ordenó buscar a los ladrones y
encontraron a un señor dormido en el callejón y pensarón que el era el
ladrón . Entonces lo agarraron y lo llevaron con el alcalde y lo presionarón
para que confesara su culpa y dijera donde estaba lo robado, pero el dijo
que no sabía nada de eso. El alcalde ordenó que lo llevaran al monte para
ahorcarlo y fueron tambien el verdugo y un juez. CUANDO PASARON POR UN LUGAR
DONDE HABIA MUCHOS GUSANOS Y HORMIGAS, EL JUEZ DIJO QUE RODEARAN ESE CAMINO
PORQUE ERA PECADO PISAR Y MATAR ESTOS ANIMALES.
Entonces el hombre se acordó de lo que le había dicho su padre y pensó que
el juez era tambien ultra religioso. Cuando lo amarraron para ahorcarlo dijo
que quería declarar y confesar, entonces le permitierón hablar y dijo que :
"el juez ministro era el que había robado la casa del alcalde". Cuando le
preguntaron porque decía eso, él contestó que su padre le había aconsejado
que desconfiara de la gente ultra religiosa. Despues, fueron a la casa del
juez y, efectivamente, encontrarón lo robado. Al hombre inocente lo
liberarón y a su esposa y al amante tambien los encarcelaron.
...
Mi pregunta es si existe algun fundamento en
algún lugar de este dicho:
"....... Porque era pecado pisar y matar estos animales"
Un saludo, la labor que haces es admirable.
Rolando O.
País: México
(Deben incluir en todos sus mensajes para
nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive) |
Shalom.
Gracias por participar con tanta amabilidad, gracia e inteligencia.
No todos los días recibimos misivas del tenor afable y constructivo que
tiene la suya.
Permítame primero explicarle la médula del
relato.
La frase procurando el bienestar de hormigas y gusanos, emitida por un mal
juez (sabemos de su baja estofa incluso antes de leer el
desenlace de la anécdota) en tanto se marchaba para ejecutar a una
persona condenada injustamente (pues por lo relatado no fue
sometido al debido proceso), es una evidente ironía.
Tal como irónica es la presentación que se hace de la esposa que se expresa
como casta y pura, cuando esta pureza realmente disfraza a una mujer de
comportamiento vil, infiel y criminal.
Así pues, el cuento ejemplifica por el absurdo una verdad psicológica, que
podríamos enunciar como: cuanto más grite su oponente, menos razón tiene.
Y: cuanto más cerrado en su pensamiento y menos autocrítico, más errores
probablemente esconde.
Teniendo esto en mente, ya tenemos una primera
respuesta para su interrogante: debemos considerar con serias dudas que
exista un fundamento valedero para la piedad impía del juez
(un ejemplo de su actuación en la vida real la tenemos en los nazis, que
masacraban millones de personas, no sólo judíos, mientras asistían
amorosamente a los animales abandonados).
Pero, no nos quedemos en suspicacias, sino que
pasemos a la halajá -normativa judía-, en lo que refiere al Tzaar
Baale Jaim -dolor innecesario inflingido a criaturas animadas-, también
conocida como "Protección a los animales".
El código legal y ético del judaísmo tiene
especial interés en preservar la integridad de cualquier vida inocente, y de
respetar las emociones de incluso los animales más pequeños.
Varios son los preceptos que involucran este tratamiento respetuoso y
humanitario, (ejemplos: Shemot/Éxodo 20:10,
Devarim/Deuteronomio 5:14, Vaikrá/Levítico 22:28, Devarim/Deuteronomio 25:4,
Devarim/Deuteronomio 22:10, Shemot/Éxodo 23:5, entre otros).
Quizás el mejor ejemplo de esta piedad y justicia la encontramos en estas
palabras del maestro Maimónides: "El dolor de los animales en esas
circunstancias (degüello) es muy grande. No existe diferencia entre el
sufrimiento del humano, y el dolor que siente cualquier otro ser vivo en un
caso similar" (Guía de los Perplejos 3:48).
Por otra parte, Dios ha dicho: "El temor y el miedo de vosotros estará en
todos los animales de la tierra, en todas las aves del cielo, en todo lo que
se desplaza en la tierra y en todos los peces del mar. En vuestras manos son
entregados. Todo lo que se desplaza y vive os servirá de alimento. Del mismo
modo que las plantas, os lo doy todo." (Bereshit / Génesis 9:2-3).
Teniendo en vista todo esto, es que la norma judía indica que el humano
tiene derechos sobre los animales, por lo tanto puede hacer uso de ellos
respetuosamente (para alimento, vestimenta, preservar la
salud y vida humana, conectarse con Dios por medio de sacrificio animal);
pero el dolor innecesario, la brutalidad, la muerte carente de motivo
superior son totalmente ilegales, y por completo ajenos al modo de vida que
instruye el judaísmo. (Por lo tanto, prohibido patear al
perro, desplumar la paloma, lanzar al gato, etc.)
Rabbí Iejezquel Landau (5473-5553) en una de sus
Responsas escribió: "La ley contra la crueldad en los animales se aplica
siempre, excepto cuando el animal es degollado rápidamente, o matado para
proveer de algún beneficio cierto al hombre... En la Torá el deporte de la
caza es adscrito exclusivamente a caracteres fieros, tales como Nimrod o
Esav, jamás a los patriarcas o a sus descendientes... Yo ni siquiera puedo
imaginar cómo un judío puede alguna vez soñar con asesinar un animal
meramente por el placer de la caza... Podemos matar animales salvajes que se
nos crucen en lugares inhóspitos, pues representan una amenaza para nuestra
integridad. Pero, no se lo realiza como un acto habitual... Cuando el acto
de asesinar es exaltado como deporte, es una evidente crueldad..."
Ahora bien, ¿es necesario modificar el camino
o descalzarse para no pisotear insectos?
La respuesta es lógica: no. Podemos continuar tranquilamente andando,
pues los pasos no son dados para atormentar a las pequeñas criaturas, ni se busca voluntariamente su
destrucción.
Aunque, inobjetablemente la diversión de molestar hormigas, cercenar
gusanos, etc. es totalmente repudiable. (Exterminar insectos
molestos y dañinos está permitido, aunque recuerde que no en Shabbat ni con
saña, y teniendo en cuenta que estamos matando una preciosa obra de la
ingeniería divina. En
Shabbat, día consagrado, está prohibido matar voluntariamente cualquier ser vivo,
incluidos los insectos, tales como cucarachas, arañas no letales, mosquitos,
etc. Sólo se permite si ponen en real riesgo la integridad o salud humana).
Ahora, debemos preguntar algo fundamental.
Si las mitzvot -preceptos- tienen como esencia el servir al Eterno, y
el entrenar a la persona para pulirla para que sea mejor
(respecto a su relación con Dios, consigo mismo y con el
prójimo), ¿cómo se explica la base de las normativas que protegen a
los animales? ¿Acaso me mejora como persona, y me hace mejor siervo del
Eterno?
Tenemos entonces que una de las respuestas sería: porque son criaturas
sensibles, por las cuales debemos mantener un cierto trato respetuoso
surgido de la empatía por el sufrimiento de otra criatura de Dios. Por lo
tanto, sirve para mejorarme como persona, pues soy sensible al dolor de otro
ser vivo.
Pero, la respuesta más importante es: no castigar innecesariamente a los
animales nos entrena para no ser crueles, y a comportarnos de modo
compasivo. Porque el que es consciente de que es piadoso con un animal
porque eso es parte de lo que complace a Dios, ¿acaso no lo será con un ser
humano, que es creado a imagen y semejanza del Eterno? (Aquí
es donde fallan los nazis, y similares, que aborrecen de Dios y Sus
representantes, y por lo tanto rechazan la idea de trascendencia y
desconocen la chispa de divinidad presente en cualquier ser
humano; mientras se retuercen de placer rodeados de bestias, que son
moralmente superiores a ellos).
Aquel que ha alcanzado un grado de pureza tal que desconoce absolutamente lo
que es hacer padecer a otro humano, y labora infatigablemente por el
bienestar de cada uno de sus prójimos, está capacitado para defender a
ultranza la existencia de insectos u otros animales. (Se
cuenta que el Ari ztz"l era uno de estos santos hombres).
Mientras tanto, nosotros que somos el 99,9% de los que no alcanzamos tal
grado de perfección, debemos entrenarnos constantemente para rehuir la
crueldad y aproximarnos más a la bondad (especialmente en las
relaciones humanas, secundariamente con los animales).
En conclusión, las palabras del juez del
relato no hallan asidero en la normativa.; pero, supongo que nos han servido
como excusa para aprender numerosos valores de positivo uso cotidiano.
Si este texto le ha sido de provecho, no
olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración
económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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