Shalom.
Gracias por participar.
Me temo que me tengo que negar a su prudente
pedido, por cuatro razones, que le paso a explicar a continuación.
Primera razón
Lo primero que debo reconocer es mi ignorancia al respecto.
No conozco lo que usted me pide.
Y si lo supiera, no se lo podría comunicar, ya que:
Segunda razón
Si la persona supiera exactamente cual beneficio corresponde a cada
mandamiento, entonces tendería a privilegiar el cumplimiento de aquellos
mandamientos que considera provechosos, beneficiosos, útiles; dejando de
lado el acatamiento de preceptos que estimara como de poca importancia, o de
escaso sentido en lo personal.
Ya lo dijeron nuestros Sabios:
"Sé ágil para cumplir el mandamiento que a
tus ojos es insignificante, tanto como el que valoras importante, pues no
conoces la justa retribución de los preceptos."
(Avot 2:1)
Tercera razón
Está explicitado en nuestra santa Torá:
"Y el Eterno nos mandó que pusiéramos por
obra todas estas leyes y que temiésemos al Eterno nuestro Elokim, para que
nos fuera bien todos los días y para conservarnos la vida, como en el día de
hoy."
(Devarim / Deuteronomio 6:24)
Aquí se nos dice que el beneficio secundario
de apegarse al cumplimiento de todos los preceptos y de
reverenciar al Eterno, es que nos predisponemos a recibir bien y actuamos de
modo que conserva la vida.
Por lo tanto, parecería coherente con lo que usted está solicitando, ya que
al conocer a qué órgano o parte del cuerpo corresponde cada mitzvá
podríamos esmerarnos en el cumplimiento de dicho precepto, para así
vigorizar o curar el organismo.
Sin embargo, al siguiente versículo la Torá expresa:
"Y será para nosotros justicia, si tenemos
cuidado de poner por obra todos estos mandamientos delante del Eterno
nuestro Elokim, como Él nos ha mandado."
(Devarim / Deuteronomio 6:25)
Este versículo nos clarifica algo esencial: el
cumplir cuidadosamente los mandamientos que Él nos dicta, debe ser un acto
de justicia.
¿Qué quiere decir esto?
Pues, que no debemos esperar recompensas por lo que hacemos, ya que la
justicia está por encima de consideraciones que atañen al beneficio o
ventaja personal. Por ejemplo, si encuentro una billetera en la calle, está
repleta de dinero y contiene documentos del propietario, evidentemente que
lo que es beneficio material (quedarme con el dinero)
no es acorde con lo que es justo (retornar íntegramente la
billetera y su contenido al propietario).
Tenemos entonces que lo que debiera motivar esencialmente para el
cumplimiento de los mandamientos es el amor y la reverencia a Dios, así como
la búsqueda de lo que es justo.
Sin embargo, y como hemos mencionado más arriba, cuando intentamos ser
cumplidores del sistema íntegro de preceptos, nos estamos entrenando, y nos
estamos desarrollando espiritualmente para predisponernos a recibir
bendición, y aprendemos a actuar de modo coherente con la preservación de la
vida. Pero, si lo hacemos solamente para esto, sólo por el beneficio,
entonces, ni nos entrenamos, ni nos predisponemos, ni aprendemos, ni somos
canales de bendición.
Cuarta razón
Ésta se vincula con la integridad y pureza de nuestros actos y
pensamientos, acorde con lo expresado por la Torá:
"Serás íntegro para con el Eterno tu
Elokim."
(Devarim / Deuteronomio 18:13)
Así por ejemplo, si usted supiera que comer
matzá en Pesaj previene del cáncer, ¿por qué comería la matzá en
la noche de Pesaj?
¿Por ser fiel a Dios y Sus mandamientos?
¿Por amor y reverencia al Eterno?
¿Por adhesión a los valores y fundamentos del judaísmo?
¿Porque es un acto de justicia?
¿Porque le gusta el sabor?
¿Por costumbre?
¿Porque no tiene más remedio ya que fue convidado?
¿Como cura/barrera contra el cáncer?
Quizás honestamente lo haría por todas éstas, pero sinceramente, ¿cuál
privilegiaría de todas?
Sinceramente, ¿hacía donde estaría dirigido su deseo y voluntad?
Como conclusión
Permítame una conclusión breve.
En lugar de estar buscando por específicos y determinados preceptos que la
favorezcan (o ayuden a otro), le recomiendo que cumpla
con todos aquellos mandamientos que pueda cumplir.
Esfuércese por superarse cada día, preservando el cumplimiento de los que ya
cumple, y añadiendo un nuevo mandamiento a su lista de cumplidos.
Esfuércese por ser fiel al Eterno, sin esperar absolutamente nada a cambio.
Esfuércese por ser justa y bondadosa con su prójimo, sin esperar
absolutamente ninguna retribución, ni siquiera un agradecimiento.
De este modo va acumulando santidad en su vida, y transformando cada acto,
cada pensamiento, cada segundo en un imán de bendición.
Si este texto le ha sido de provecho, no
olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración
económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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