Shalom.
Gracias por participar.
Ya hemos reiterado en numerosas ocasiones, y
lo hacemos nuevamente: el Mashiaj será un ser humano, como cualquier otro,
salvo que dotado de algunas cualidades intelectuales, perceptivas y
comunicativas notables.
Pero, básicamente será un mortal nacido de padres judíos corrientes
(lo único distintivo del padre es que es descendiente del rey
Shelomó), educado y criado dentro del judaísmo tradicional como
tantos otros cientos de miles. Estudioso de Torá y cumplidor de los
preceptos como otros millones de judíos. Adepto a los sabios de Israel, y
fiel estudiante de los mismos.
Por características personales naturales que serán desarrolladas y
perfeccionadas a través de su formación, se convertirá en líder espiritual,
civil y político de Israel, tal como hubo decenas similares en el pasado
(pienso en un Shelomó/Salomón, en un Jizquiá/Ezequías, en un
Ezrá/Esdrás).
El pueblo en su conjunto lo aclamará como rey, y lo impondrá en el trono
restaurado de la casa de David.
Entonces, demostrará sus dotes de rey justo, misericordioso y también
severo. Su mano no temblará cuando deba sentenciar duramente contra los
enemigos del Eterno, pues no será un inmaduro pacifista, sino un pacificador
justiciero. A veces para lograr la verdadera paz, se debe transitar por el
camino de la ruptura.
Lo que distinguirá al Mashiaj de otros reyes del pasado de Israel, será el
momento histórico en el cual surgirá, y la magna obra que acometerá y
logrará: restaurar el reino judío en la Tierra de Israel, proveyendo
de paz, armonía y prosperidad a todos sus habitantes, y de lazos
constructivos con el resto de las naciones.
Al demostrar con hechos concretos su destreza como gobernante y maestro de
Torá, y al exhibir la grandeza del mensaje de la Torá que es puesto
devotamente en práctica, influirá para que las masas retornen deseosas a las
fuentes de la Torá, y al cumplimiento cabal y estricto de todos los
preceptos de la Torá. Así Israel vivirá un período de esplendor físico y
espiritual que no ha sido alcanzado hasta ahora, gozando de los frutos de su
madurez como nación adepta incondicional a Dios.
Por todo esto, fortalecerá el respeto que las naciones tendrán por Israel,
sus maestros y rabinos, por sus gobernantes y jerarcas, y claramente por el
Dios que representan.
Esa es una imagen cercana de la Era Mesiánica: la Era en la cual todos
reconocerán indudablemente la verdad de la existencia del uno y único Dios,
y la elección de Israel como faro para las naciones que buscan al Eterno. Al
reconocer a Dios, acatarán de buen grado Sus mandamientos, permitiendo que
la dicha, paz y prosperidad abunde para todas las naciones.
Para alcanzar la Era mesiánica es probable que
se deba pisar sobre los escombros de la vieja Era, la de la idolatría y
alejamiento de Dios (que es la Era en la cual
desgraciadamente nos encontramos).
¿Cómo serán hechas añicos las perversiones de esta Era?
Le daré tres modos, que no son antagónicos entre sí, sino que pueden ser
complementarios:
-
Una de las formas quizás, es que el Mashiaj, o
más precisamente en su nombre sus comandantes de armas, luchen las batallas
por defender a Israel de las agresiones aviesas de los enemigos. Éste papel
es el que tradicionalmente se ha asignado a un opaco personaje denominado
ungido de la tribu de Iosef, que no es otra cosa que el cargo de un jefe
militar a las órdenes del Mashiaj de la tribu de Yehudá. Probablemente, el
general de la tribu de Iosef combatirá contra los enemigos de Israel que
suelen atacar por la espalda y despiadadamente, y ganará numerosas batallas,
hasta finalmente perecer sin alcanzar la completa paz para las huestes del
Mashiaj davídico.
Como es sabido, en la tradición de Israel no se sale voluntariamente a la
guerra contra el hostil si no hay motivos legales y de peso, y tampoco si
antes no se han hecho todos los esfuerzos por establecer la paz sin mediar
la fuerza. Así que, llegados al caso, el Mashiaj ofrecerá la paz. y no la
guerra; y si el adversario quiere ser enemigo, se luchará.
(Bien distinto es el caso de las guerras de defensa, cuando
el enemigo ataca e Israel debe responder la agresión para preservar la
vida. Esto es lo que en el 99% de las ocasiones acontece con el moderno
Estado de Israel, que cuenta con un ejército nacional de defensa,
que resguarda a la población y patria y responde contra los ataques
enemigos).
-
Otra de las formas de superar la Era previa a
Mashiaj, es que en el bando de los rebeldes contra Dios y Sus representantes surjan rencillas internas, las
cuales devendrán en una terrible guerra, una que será una sanguinaria
carnicería brutal, en la cual perecerán decenas de millones de personas.
Ésta es la denominada guerra de Gog y Magog (¿será quizás la
que Arafat, Hussein y sus aliados están fabricando en contra de Occidente?
¿Fue la Segunda Guerra Mundial? ¿Otra que no conocemos ni prevemos?).
Tras esta desolación, los sobrevivientes buscarán la salvación de Dios a
través de la guía provista por el Mashiaj, quien actuará como médico para un
mundo herido, agonizante y casi desfallecido.
-
Por último, bien puede ser que el Eterno se
apiade de los inocentes del mundo, y extirpe lo repudiable de modo
maravilloso, tal como ejerciera Su Poder sobre los egipcios al momento de
liberar a Israel de la esclavitud. Y en lugar de Moshé liderando, estará el
Mashiaj davídico, a la vista de todos, reconocido por todos los que tienen
ojos para ver.
Quizás una de las maravillas será que los de duro corazón y sedientos de
sangre, se ablanden y abstengan de perseguir a los que desprecian
(es cierto suena a improbable que, por ejemplo, un asesino de
los así llamados palestino cambie su cinturón explosivo y sus ametralladoras
por pétalos de flores... pero, por algo sería una maravilla a manos
de Dios...)
Como verá, no hay nada cierto respecto al modo
por el cual se alcanzará la era de paz mundial, sino tan sólo
probabilidades. Cuando lleguemos a la Era mesiánica y veamos para atrás,
sabremos quizás cuál fue el modo, o los modos, para alcanzarla
(quizás, ¿algún modo que no hemos mencionado?).
Aunque, por como se está perfilando el mundo, pareciera como si algunos
ansiaran derramar sangre insensiblemente, especialmente de judíos limpios y
otros inocentes, apurando así para que sea amargamente el florecimiento de
la Era de paz (mire a los así llamados palestinos que
patrocinan el terrorismo, o a los enceguecidos que defienden las masacres
contra israelíes, o a los que braman por enjuiciar al íntegro y alabar al
culpable, y a todos los otros signos de enfermedad de nuestro tiempo).
Volviendo a las cualidades personales del
Mashiaj, comprobemos lo que hemos enseñado aquí leyendo y comprendiendo
lealmente lo que nos dice el veraz profeta Ieshaiá/Isaías:
"Un retoño brotará del tronco de Isaí/Jesse, y un
vástago de sus raíces dará fruto.
Sobre él reposará el espíritu del Eterno: espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y
de temor del Eterno.
Él se deleitará en el temor del Eterno. No juzgará por lo que vean sus ojos,
ni arbitrará por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los
pobres, y con equidad arbitrará a favor de los afligidos de la tierra.
Golpeará la tierra con la vara de su boca, y con el aliento de sus labios
dará muerte al impío.
La justicia será el cinturón de sus lomos, y la fidelidad lo será de su
cintura."
(Ieshaiá / Isaías 11:1-5)
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olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración
económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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