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Claves: Oración, plegaría, rezo, invocación, Dios, fiel, fe, fidelidad, confianza, energía, positivo, visión, perspectiva, ánimo, despertar, amanecer, mañana, vida, arrepentimiento, sinceridad, perdón, amor

Pregunta:  Maestro Yehuda:

... ¿Por qué se golpea el pecho en la shemoné esre cuando decimos slaj lanu? ¿Es para hacernos doler el pecho con los golpes?

...

Elías Y.
País: Argentina

(Deben incluir en todos sus mensajes para nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive)

Shalom.
Gracias por participar.

La costumbre de darse dos suaves golpes en el pecho, por sobre el corazón con la mano derecha, cuando se pronuncia las palabras jatanu y pashanu dentro de la bendición Selaj lanu Avinu ki jatanu... ("Perdónanos Padre nuestro, porque hemos pecado..."), de la Amidá, tiene al menos cuatro razones:

1. Cuando nos arrepentimos realmente, no podemos dejar de reconocer que por nuestros actos errados y pecaminosos del pasado hemos hecho sufrir a otros, y a nosotros mismos.
   Al golpearnos estamos demostrando que tenemos presente este hecho, que no rehuimos nuestra responsabilidad por el pesar que provocamos. Y que así como movemos la mano para castigarnos, debemos moverla para restaurar lo que esté a nuestra alcance enmendar.
    

2. A modo similar que la razón anterior, al golpear estamos simbolizando que sabemos que por nuestros actos indignos somos merecedores de la justa retribución, del castigo.
   Sin embargo, al arrepentirnos sinceramente tenemos la esperanza de que el Eterno en Su misericordia sepa apaciguar el castigo, y ayudarnos a que alcancemos la armonía sin sufrir lo que nos correspondería por estricta justicia.
    

3. Estamos golpeando las puertas de nuestro corazón, para que las palabras que rezamos pidiendo perdón y dispensación, no sean mero aire que expelemos, sino que penetren en nuestro corazón y nos muevan al arrepentimiento, a la acción que enmienda y restituye.
   Que las palabras se rellenen de cuerpo y sangre, y vivan en nuestra conducta bendita.
    

4. Según el midrash (Kohelet Rabbá 7:2) la fuente del deseo a pecar nace en el corazón, por lo cual al golpear sobre él recordamos esto, y nos entrenamos para andar con cuidado cada vez que el corazón tenga razones que la razón no comparte.

Más allá de golpecitos, palabras o intenciones, es fundamental que tengamos presente las palabras del profeta:

"Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos. Vuélvase al Eterno, quien tendrá de él misericordia; y a nuestro Elokim, quien será amplio en perdonar."
(Ieshaiá / Isaías 55:7)

La esencia está en tornar al Eterno, al estudio fiel de Su Torá, al cabal cumplimiento de Sus preceptos, al amor y reverencia por Él y lo que Lo representa, a apartarnos de todo lo que sea nocivo y contrario a Su mandato (expresado en la Torá y por los Sabios reconocidos de Israel); así andamos por el camino del arrepentimiento sincero y del crecimiento verdadero.

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Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le son fieles servidores, y que sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.

 Yehuda Ribco

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