Shalom.
Gracias por participar.
No conozco otro sitio en la Web que trate de
este tema, solamente SerJudio.com. (Sitios que tratan sobre
infinidad de temáticas hay muchos, aunque escasa es la información de
confianza y valedera en lo que a judaísmo se refiere).
Realmente no es una cuestión para ser indagada en profundidad por medio de
información colgada de la Red, sino para ser analizada personalmente
con un certero guía espiritual, con el rabino de su zona. Y si no tienen
relación personal con este guía espiritual, pues, es hora de que hallen
ocasión para tenerla. Muchas de las confusiones y creencias erróneas se
puede corregir con el guía fiel acompañando su camino.
Como sea, este tema lo hemos tratado en varias oportunidades, encontrará lo
que hemos publicado en la sección "Familia",
bajo el apartado "Matrimonio"; y también en esta otra
sección.
Le recomiendo que busque y lea, pues en este texto que estamos escribiendo
seremos muy breves.
¿Cuáles son los pros de una
relación que Dios prohíbe?
Ninguna.
Es Dios, Ese que usted dice amar, el que ha prohibido el matrimonio entre
judío y gentiles, tal como está escrito en Su Palabra fiel:
"No emparentarás con ellas: No darás tu
hija a su hijo, ni tomarás su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo
de en pos de Mí, y servirá a dioses ajenos, de modo que el furor del Eterno
se encenderá sobre vosotros y pronto os destruirá."
(Devarim / Deuteronomio 7:3-4)
Es cierto, todos somos hijos de Dios.
Es cierto, Él nos ama a todos.
Es cierto, todos debemos amar a nuestro prójimo.
Es cierto, Dios recompensa a los que cumplen fielmente con Sus deseos.
Es cierto, Dios da la justa retribución adversa a quien desoye Sus
mandamientos.
Es cierto, existen diferencias entre las funciones que deben cumplir los
miembros de cada nación.
Es cierto, a pesar de que amemos románticamente a personas de otras
naciones/religiones, no debemos consumar nuestro amor, pues esa consumación
nos terminaría por consumir, por resquebrajar, por desviar y hacer perder el
rumbo correcto.
Tome por ejemplo su cuerpo.
-
Usted supongo que ama cada uno de sus
miembros, órganos, arterías, etc., aunque no esté muy al tanto de cada uno
de ellos a cada momento. (A diferencia de Dios, que conoce
cada detalle del universo, y es atento a todo y todos cada segundo, y por
eso Su amor es perfecto.)
-
Usted desea, supongo, que cada miembro se
desarrolle como es debido y que alcance su plenitud que beneficia a todo el
organismo, y es una bendición para usted como persona integra.
(Tal como Dios lo desea de Sus criaturas, y por eso a los
humanos nos ha dado mandamientos para cumplir, 7 para los gentiles, 613 para
los judíos)
-
Usted desea fervientemente, supongo, que cada
uno de ellos actúe de acuerdo a la función que le corresponde, ya que si el
brazo se confunde y se cree bazo... ¿cumplirá por esa falsa creencia
la función para la cual no está diseñado? (Estos son, por
ejemplo, los que se creen judíos sin serlo; o los judíos que pretenden
abandonar el judaísmo.)
-
Y si, Dios no permita, algunas células se
creen con derecho a crecer desmedidamente, a mutar fuera de los marcos
apropiados para el organismo, a ocupar el lugar de otras células, a extirpar
lo que no es como ellas, es decir, si el cáncer comienza a comer su salud y
vida... ¿usted alentaría a que sus células cancerosas sigan
diseminándose por su cuerpo? (Estos son, por ejemplo, los
misioneros; los fanáticos que te convierten o te matan; los extremistas de
sectas, partidos, religiones, etc.)
-
Y, suponiendo que todos los órganos quieren
ser el ojo, de seguro que podría ver mucho, pero la persona no estaría con
vida... (Estos son, por ejemplo, los que creen que todos
estamos para lo mismo, que no hay diferencias de función, que en la masa
indiferenciada está la verdad, que la palabra amor cubre con una pátina
homogénea.)
En resumen, que todos somos hijos del Eterno,
¡pues claro!
Que todos tenemos un rol que cumplir, ¡obviamente!
Que Dios no desea que una función sea desechada, o que alguien ejerza la
función de otro, ¡por supuesto!
No por esta diferencia en roles los judíos son mejores que los gentiles; ni
tampoco los gentiles son mejores que los judíos. Cada cual es valioso,
insustituible, un universo en sí mismo, en tanto reconozca su lugar, y su
misión, y lo que Dios espera de él.
Como verá, esta postura es todo lo contrario a
la xenofobia, al rechazo del diferente, al racismo, al espíritu misionero;
ya que ¡es la valoración positiva de las cualidades distintivas de cada uno!
Contras, le diré tres de decenas
posibles:
-
Tarde o temprano falta de armonía en la
pareja, si es que al menos uno de los dos desea ser fiel a su familia de
origen, a su Tradición, y a sus valores religiosos. ¿Usted comería
carne en la Cuaresma para celebrar junto a su novio Pesaj -Pascua judía-?
¿Desearía él que sus hijos fueran bautizados y criados bajo los dogmas de la
Iglesia?
-
Indefinición en la identidad
personal/nacional/religiosa de los hijos, que por regla general está
comprobado que oscilan entre una religión y la otra, entre una
identidad nacional y la otra, entre una cosmovisión y la otra. Finalmente,
permanecen en una nebulosa, o quizás se inclinan por una de las opciones,
sintiéndose en falta con la otra.
-
¿Es posible vivir en paz sabiendo que se está
actuando en constante rebeldía contra la Voluntad de Dios?
¿Es posible sentirse en equilibrio cuando se está viviendo en contra de lo
que las leyes estipulan como correcto?
Así pues, si ustedes creen amarse, lo mejor
que pueden hacer uno por el otro, es dejar que cada cual actúe en
consonancia con lo que el Eterno les demanda. ¡Eso es verdadero amor!
Permitir y posibilitar que el amado desarrolle las mejores potencialidades
que están en su interior...
Él andando por la senda del estudio de Torá y cumplimiento de los 613
preceptos.
Usted siendo íntegra y yendo por el camino del cumplimiento de los 7
preceptos para las naciones.
Si andan así, ¡están expresando verdadero amor mutuo, por el prójimo y por
Dios!
Si no lo hacen... pues bien... están en SU camino propio, que no es
precisamente idéntico al camino que Dios reclama para que andemos, por lo cual no es conveniente querer a Dios
como aval del asunto que Le es ajeno...
Les deseo que puedan hallar la luz que los
guíe.
Si este texto le ha sido de provecho, no
olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración
económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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