Claves: Matrimonio,
compromiso, desposorio, amor, romance, vida, proyecto, común, pareja,
conyugal, boda, enlace, jupá, palio, responsabilidad, noviazgo, ceremonia,
civil, legislación, mandamiento, noájida
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Pregunta: Estimado Yehudá
...
¿En la Torá son equivalentes las palabras matrimonio y desposorio?
¿Si no es así, como es cada cuál en el caso
judío y/o noajide?
Bueno. Que Hashem le bendiga!
Juan
Pd No sé si usted es casado y tiene hijos, si los tiene ruego al Creador
porque también los bendiga...
Juan M.
País: Chile
(Deben incluir en todos sus mensajes para
nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive) |
Shalom.
Gracias por participar.
Gracias por sus bendiciones para conmigo y los míos, quiera el Eterno
retribuirle el doble de sus deseos.
Pasemos a la primera respuesta.
El enlace matrimonial para los judíos, de acuerdo a la halajá
-normativa judía-, consta de dos partes:
-
Kidushín = Desposorio, que es el
momento en el cual la novia queda prometida como consagrada para el novio, y
éste para aquella. Lo que simboliza esta fase es el anillo que el novio
coloca en el índice de su prometida, ante la vista de los dos testigos
calificados.
-
Nisuín = Matrimonio
(propiamente dicho), en el cual se consuma legalmente la consagración
establecida en los Kidushín. Lo que simboliza esta sección es el
palio nupcial, la jupá, debajo de la cual se encuentran los nóveles
cónyuges, al momento de recitarse las siete bendiciones prescritas en
presencia de un minián -quórum-.
Puede encontrar más información al respecto en
nuestra sección dedicada a la
Familia.
Para su segunda cuestión.
El compromiso entre los noájidas puede ser celebrado tal como se suele
hacer, en una ceremonia privada y/o familiar, sin mediar más rituales
que el compromiso de fidelidad y construcción de un proyecto de vida en
común, que se pauta entre los futuros cónyuges.
Por su parte, el matrimonio entre los noájidas debe seguir las pautas que
determina la legislación civil en cada país, que en general no son
adscriptas a ninguna idolatría.
Obviamente que no deben someterse a rituales o ceremonias que conlleven una
ofensa a los siete mandamientos para las naciones que deben guardar y
cumplir.
Si mi modesto trabajo aquí presentado le ha sido de
bendición, no
olvide que este sitio y su autor se mantienen gracias a Dios, que en parte
canaliza Su bondad a través
de la colaboración económica de
los lectores.
No cierre su mano, y abra
su corazón bondadoso para ser parte de la Obra del Eterno.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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