Claves: Prosperidad, éxito,
felicidad, material, espiritual, emocional, conducta, ética, trabajo,
esfuerzo, plantar, sembrar, cosechar, confianza, Eterno, Dios, bendición,
colaboración, dinero, riqueza, abundancia, satisfacción
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Pregunta: A quien lea este mensaje:
Hola!
Sentí angustia cuando leí que:
"Hace más de un mes recibimos el último aporte económico... en estas
condiciones es difícil que podamos continuar trabajando para publicar más
estudios y reflexiones, pues es imprescindible SU colaboración".
Vengo frecuentando el sitio desde hace unos meses. Para ser más precisos, a
partir del momento en el que mi hermano menor emigró a Israel con su
familia. Gran parte de mi alma emigró con ellos. Busco acercarme a la
cultura judía de alguna manera que despierte en mí genuinas resonancias.
Aunque no nací judía, estoy siempre en busca de Dios.
Hago lo que puedo para que se difunda el mensaje del sitio. Me da una
tristeza inmensa pensar que pueden no estar allí. Si actualmente contara con
fondos, los giraría con muchísimo gusto. Hay algo más que pueda hacer para
contribuir a que este proyecto editorial continúe afianzándose?
Me pregunto cuál es el mensaje encerrado en el hecho mismo de que no se
manifieste la suficiente colaboración para que la tarea continúe.
Lamentablemente, no tengo nada para responder a esta pregunta. Así como
tampoco tengo respuesta para la pregunta equivalente en el plano personal.
No sé cómo se va a resolver mi subsistencia física, si acaso se resuelve. No
estoy enferma ni paso hambre, pero cuando miro el futuro en busca de
soluciones prácticas... no veo horizonte. Ya estoy en el punto en el que el
dinero no alcanza y estoy acumulando son deudas.
Mi alma vibra en consonancia con el deseo de "Que seamos capaces de
construir Shalom"
Diana Z.
País: México
(Deben incluir en todos sus mensajes para
nosotros su nombre y apellidos completos, edad, profesión o actividad, el nombre de la ciudad y país donde vive.
Si falta alguno de estos datos, probablemente su email no sea respondido de
ningún modo.)
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Shalom.
Gracias por participar y por su corazón generoso.
Dijo con gran sabiduría el salmista acerca de
la bondad infinita del Todopoderoso:
"Abres Tu mano y satisfaces el deseo de
todo ser viviente."
(Tehilim / Salmos 145:16)
Esto significa que de Dios emana la bendición
necesaria y acorde para cada una de Sus criaturas.
No debería existir la pobreza, la miseria, el hambre, la desesperanza por
motivos económicos.
Sin embargo, entre la dadivosa mano de
Dios y la esperanzada mano de Su necesitada criatura, se suelen interponer
obstáculos (por favor, no piense ni en Satanás, demonios u
otras cosas por el estilo):
-
Unas pocas veces pareciera que los obstáculos
son elementos de la naturaleza, que simularan retrasar la cosecha del
bienestar proveniente de Dios.
-
Muchas de las veces, los impedimentos son a
causa de las personas pecadoras, o de las personas ignorantes, que se
atraviesan maliciosamente, o quizás con torpeza, entre el sustento y la
persona destinataria del mismo.
Mire a los ricos capitalistas (individuos, naciones o
conglomerados) que asfixian con su opresión a las masas
desfallecientes.
O a las naciones poderosas, países árabes petroleros por ejemplo, que
esclavizan a los que no detentan el poder material.
O a los ladrones, o a los chantajistas, o a los malandrines de cualquier
seña y color.
A veces, los que nos estamos robando somos cada uno sí mismo, al
pecar y atraer negatividad a nuestras vidas (ver Devarim /
Deuteronomio 28).
-
Y, hay que reconocerlo, otras de las
oportunidades desperdiciadas para recibir el bien de parte de Dios, son a
causa de la propia indolencia por parte persona destinataria del mismo. Tal como el sabio
predicador enseñó: "El que observa el viento no sembrará, y el que se
queda mirando las nubes no segará." (Kohelet / Predicador
11:4).
Somos nosotros, los que con nuestras acciones, y especialmente con nuestras
omisiones, dejamos pasar de lado la bendición, esperando vaya uno a saber
qué otra-bendición.
Miramos al cielo esperando la señal para sembrar, y nos quedamos mirando, y
mirando y mirando... mientras las nubes pasan, y nada hacemos de provechoso
por extraer el bienestar que está a nuestros pies esperando nuestro
correspondiente trabajo.
Dentro de esta categoría se pueden incluir a aquellos que yerran
inocentemente el campo que deben trabajar, empeñándose en hacer producir un
terreno que es yermo, o impropio para cierto tipo de cultivos
(por más que plante manzanos en el océano, éstos allí no brotarán).
-
No podemos dejar de mencionar las bendiciones
ocultas.
Aquellas que no reconocemos, pero que igualmente nos están nutriendo con aquello que es
mejor para nosotros.
Tal como dijera el profeta: "¿Todavía hay semilla en el granero? Si bien
ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo han producido
todavía, desde este día os daré bendición." (Jagai /
Hageo 2:19).
Hay que saber que a veces lo que suponemos es una sequía de plenitud, o
incluso un malestar sin horizonte de finalización; realmente es el mejor de
los dones que podríamos haber recibido de parte del Padre Justo. ¿Cómo y por
qué? Sólo Él lo sabe.
Ahora, si queremos aplicar estos parámetros
generales para descubrir el motivo por el cual tantas centenas de personas a
diario se benefician con nuestro trabajo en SerJudio.com, y son tan pocos en
número (pero inmensamente valiosos) los que abren su
mano generosa para asociarse a nuestra labor, la respuesta es: no lo sé.
Quizás porqué estoy trabajando en un terreno inhóspito, y que es menester
abonar, y laborar con mucho esfuerzo para que rinda sus buenos frutos en
abundancia. No hay que olvidar que el gusano de la idolatría y la
indiferencia han calado mucho en las almas de miles de millones de buenas
personas de nuestro mundo; y que el combate contra estos males no producirá
sus triunfos con facilidad.
O quizás, porque Dios sabe que así, con pocos pero benditos colaboradores,
es mejor para mí y el sitio, y por lo tanto, para mis amados lectores y
compañeros.
No lo sé.
Tampoco podría aventurar a discernir en su
caso en particular los motivos de la situación que me comenta, por lo cual
le dejo a usted los utensilios conceptuales como para que intente
descubrirlos usted.
Lo importante es que recuerde que:
"Comerás y te saciarás, y bendecirás al
Eterno tu Elokim por la buena tierra que te habrá dado."
(Devarim / Deuteronomio 8:10)
Comer para saciarse y entonces estar en
condiciones óptimas como para servir al Eterno.
Enriquecerse para tener tiempo y energías para hacer lo bueno.
Esa es la finalidad del poderío material.
Pues, si por el contrario el afán de lucro, la ambición se convierten en la
medida de las cosas, ocurre que:
"Ieshurún/Jesurún se engordó y dio coces.
[Te hiciste gordo, grueso y rollizo.] Y abandonó al Elokim que lo hizo;
desdeñó a la Roca de su salvación."
(Devarim / Deuteronomio 32:15)
Si por mucho enriquecerse termina por
envilecerse, ¿no sería mejor menos riqueza, que sería así mayor bendición?
(Así como hay bendición oculta, también la hay la maldición
disfrazada de éxito y prosperidad).
Antes de concluir, por ahora, le dejo un
párrafo que me resulta de habitual inspiración:
"Aunque la higuera no florezca ni en las
vides haya fruto,
aunque falle el producto del olivo y los campos no produzcan alimento,
aunque se acaben las ovejas del redil y no haya vacas en los establos;
con todo,
yo me alegraré en el Eterno y me gozaré en el Elokim de mi salvación.
¡El Eterno, el Señor, es mi fortaleza!
Él hará mis pies como de venados y me hará andar sobre las alturas."
(Jabakuk / Habacuc 3:17-19)
Si mi modesto trabajo aquí presentado le ha
sido de bendición, no olvide que este sitio y su autor se mantienen gracias
a Dios, que en parte canaliza Su bondad a través
de la colaboración económica de
los lectores.
No cierre su mano, y abra
su corazón bondadoso para ser parte de la Obra del Eterno.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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