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Lic. Prof. Yehuda Ribco (II Adar 7, 5763 - 11/3/03)

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 Respuestas a Preguntas
// Milagros // Ética                   

     Sociedad de milagros

Claves: Dios, Hashem, emuná, fe, creencia, confianza, milagro, asociación, acción, mandamiento, integridad, pureza, profeta, Biblia, Tanaj, salvación, socio, obra, esperanza

judíos preguntas respuestas mashiaj hamashiaj fiestas jaguim shabat shabbat rezos plegaria Dios Pregunta: Hola querido maestro.
Estuve leyendo un texto que me dejo llena de esperanza y emocion, "Rezar por hijos", le agradezco infinitamente su claridad, sapiencia y calidad de buena persona.

Ahora, permitame consultare por una frase de ese texto, cuando dice:

"No esperar el milagro, sino asociarse a la producción del mismo."

¿Que quiere decir con no esperar el milagro?
¿Y como me asocio para producir un milagro?

Gracias por la fineza de su atencion permanente,

att.

Ana M.
País: Argentina

(Deben incluir en todos sus mensajes para nosotros su nombre y apellidos completos, edad, profesión o actividad, el nombre de la ciudad y país donde vive. Si falta alguno de estos datos, probablemente su email no sea respondido de ningún modo.)

Shalom.
Gracias por participar.

Hay un principio en nuestra santa Tradición:

ein somjin al hanes - no nos confiamos en (que suceda) un milagro

Incluso en el Beit HaMikdash -santo Templo en Ierushalaim/Jerusalén- en el cual Dios realizaba a diario diez milagros (Avot 5:5), regía este principio cardinal (al respecto vea Pesajim 64b) de no depender de los milagros. (En uno uso general, este principio es útil para no ponerse en riesgos innecesarios, suponiendo que la divina mano vendrá a nuestro socorro).

Podemos dar al menos dos motivos para este desprendimiento emocional respecto a la ocurrencia de hechos que alteran el lógico suceder de los acontecimientos:

  • Crecer y construir en lugar de permanecer como lactante
    Aquel que deposita ciegamente su fe en la ocurrencia de milagros, se priva de actuar positivamente en procura de alcanzar aquello que está a su alcance de forma natural.
    Por ejemplo, si Dios permite que existan oculistas y oftalmólogos, y que la ciencia de la óptica se desarrollara al punto de existir correctivos para alguno males de la visión, ¿yo tengo que depositar mi fe en que un milagro inexplicable me dará mejor visión, o concurrir a un técnico en la vista y proceder con lo que corresponda hacerse para fabricar mi milagro personal?
    Evidentemente, que Dios quiere que seamos Sus socios en cada ocasión (ver Bereshit / Génesis 2:15), incluso en la construcción de milagros. (Y reitero, el tzadik reconoce en los anteojos recetados por el oculista la mano milagrosa de Dios, en tanto que el de escasa confianza en Dios maldecirá a los que acuden a técnicos y les acusará injustamente de rebelarse contra Dios, pues los tontos esperan sentados a que caiga un milagro maravilloso del Cielo).
    En un tiempo, a comienzos de la humanidad, Dios proveía directamente, cual madre solícita de aquello que las personas precisaban para su crecimiento. Pero, llegados a la madurez como sociedad, Dios nos reclama que actuemos maduramente, que trabajemos, que nos solidaricemos, que seamos parte activa, que construyamos; por nuestro bien, el bien de nuestros semejantes y para gloria del Padre.
    El que espera el milagro, y no participa en su gestación, actúa como un bebe de pecho, no creativo, pasivo, carente de ánimo, intelectual y emocionalmente lejano de Dios, sorbiendo indiscriminadamente y sin agradecimiento lo que algún otro produce, desperdiciando su potencial y despreciando el divino llamado para crecer y trabajar. El que espera el milagro, sin asociarse a su producción, debería sentirse humillado y avergonzado, tal como leemos: "Él (Dios) es quien te sustentó (40 años) en el desierto ... con el propósito de humillarte y probarte..." (Devarim / Deuteronomio 8:16).
     

  • Amar a Dios realmente y confiar en Él
    Aquel que vive únicamente en la esperanza de los milagros salvadores, y no se molesta en cumplir con la parte que le corresponde, es un presuntuoso y su vida debe ser bastante amarga.

    Presuntuoso
    : por creer que el Todopoderoso es su servidor, y que Él debe correr a saciarle, proveerle y brindarle todo aquello que en verdad es su obligación personal conseguir. Debería entender que Dios es el Amo, y que somos nosotros Sus siervos, nosotros los que debemos trabajar para Su gloria, y no al revés.
    Presuntuoso, por creer que él sabe mejor que Dios, aquello que es bueno y beneficioso.
    Presuntuoso por esperar, en lugar de trabajar en lo que está a su alcance hacer.

    Su vida debe ser bastante amarga: porqué, como humanos que somos estamos limitados a lo poco que podemos percibir de la Realidad. Por tanto, esperamos milagros y acontecimientos sorprendentes, y los esperamos, y los esperamos... sin embargo, la Sabiduría infinita de Dios ha decidido que no es bueno que recibamos aquello que tanto estamos esperando... ¿A dónde irá a parar la confianza y creencia en Dios de aquel que espera y espera y espera graciosamente un milagro, y éste (por nuestro bien) nunca llega?
    ¿Cuánto ama y sirve al Eterno la persona que de Él espera premios, milagros, servidumbre?
    ¡Cuánta amargura y angustia al ver que el tiempo pasa, y el milagro tan esperado no ocurre!

Así pues, la idea es que en lugar de esperar, mejor participar.
Trabajar, hacer lo que está a nuestro alcance hacer.
Avanzar desde nuestro lado del túnel, para encontrarnos con la ayuda que Dios nos provee desde Su lado del túnel.
Ser partícipe en la gestación de los milagros, no porque Dios precise de nuestro esfuerzo al ser Él impotente, sino que debemos asociarnos a Él pues ¡eso es lo que Dios nos pide!
("Pedid y se os dará", es una maldición que emana de la idolatría y que es presentada como lema de piedad).
Tomemos un ejemplo, entre numerosos, del Tanaj:

"Entonces una mujer, que fuera esposa de uno de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo diciendo: -Tu siervo, mi marido, ha muerto. Tú sabes que tu siervo era temeroso del Eterno, pero el acreedor ha venido para llevarse a mis dos hijos como esclavos suyos.
Y Eliseo le preguntó: -¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa. Ella respondió: -Tu sierva no tiene ninguna cosa en casa, excepto un frasco de aceite.
Él le dijo: -Ve y pide prestadas vasijas de fuera, de todas tus vecinas, vasijas vacías; no pidas pocas.
Luego entra, cierra la puerta detrás de ti y de tus hijos, y vierte el aceite en todas esas vasijas. Y cuando una esté llena, ponla aparte.
Ella se apartó de él y cerró la puerta detrás de sí y de sus hijos. Ellos le traían las vasijas, y ella vertía el aceite.
Y sucedió que cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: -Tráeme otra vasija. Y le respondió: -No hay más vasijas. Entonces el aceite cesó.
Luego ella fue y se lo contó al hombre de Elokim, quien dijo: -Anda, vende el aceite y paga tu deuda, y tú y tus hijos vivid de lo que quede.
"
(2 Melajim / II Reyes 4:1-7)

La familia del profeta fallecido estaba en una situación monetaria calamitosa.
Y la viuda acude al profeta Elishá/Eliseo, pues sabe que él está siendo un canal activo de bendición, de milagros.
Y vemos que Elishá no hace un pase mágico, y de pronto la cuenta de banco de la señora se incrementa. O los acreedores desaparecen, o la mujer halla un boleto de la lotería premiado.
Elishá exige que la mujer ponga de su parte, que brinde lo que ella puede dar.
Y entonces, sólo entonces, acontece el hecho maravilloso, el milagro (de Dios).
Mientras la viuda y los huérfanos proveían su parte, el milagro se mantenía.
Pero, cuando dejaron de traer vasijas, la canilla del aceite milagroso se cerró.
Pues, Dios no suele hacer milagros gratuitos, ni acontecimientos que parecen alterar el curso de la naturaleza, si la persona se queda esperando y esperando y des-esperando por un milagro...

Otro ejemplo, más breve:

"He aquí, Yo estaré delante de ti allí sobre la peña de Joreb. Tú golpearás la peña, y saldrá de ella agua, y el pueblo beberá."
(Shemot / Éxodo 17:6)

¿Dios no podía abrir la peña para que de ella manará buena agua?
¿Dios precisaba del golpe de Moshé sobre la roca para extraer el agua?
¿Dios precisaba siquiera de la roca para quitar la sed de Su pueblo?
¡Ni siquiera precisa Dios del agua para extinguir la sed del sediento!
Sin embargo, Dios empleó a Moshé, su vara, la roca, los ancianos del pueblo...
¿Por qué?
Pues, porque a Dios agrada que el Hombre se asocie en Su obra...

¿Quiere usted un milagro?

  • Claramente, rece e implore por percibir que está recibiendo lo mejor del Todopoderoso.

  • Imperiosamente póngase a cumplir con los mandamientos que Dios le exige, sino ¿cómo esperar la gracia de Él, Su Luz?

  • Y póngase a hacer lo que pueda por hacer del milagro una realidad, que ya Dios se encargará de proveer lo que Él considere justo, bueno y apropiado para usted y el prójimo.

Podría entonces usted preguntar: 'Si es así, si yo tengo que trabajar y poner el hombro en la empresa, ¿cómo habré de saber que estoy siendo favorecido por un milagro?'
Y la respuesta: en el lenguaje del tzadik ni siquiera existe la palabra "milagro", pues para él cada suceso, cada instante es un milagro (vea Julin 24a, Taanit 23a).
Además está dicho "sod haShem leireav" - "Dios se da a conocer a aquellos que Le reverencian" (Tehilim / Salmos 25:14) (ver Sotá 4b, 10a; Nidá 20b), que entre otras cosas significa: el justo reconoce la intervención divina en todo acontecimiento, sea extraordinario o aburridamente cotidiano.
(El hecho maravilloso, entre otras cosas se diferencia de los malabarismos de la brujería o de la sugestión supersticiosa, pues provoca en el receptor perceptivo el agradecimiento a la persona usada como canal del milagro, pero indudablemente hace emerger la adoración y exaltación exclusiva de Dios: "Cuando Israel vio la gran hazaña que el Eterno había realizado contra Mitzraim / Egipto, el pueblo temió al Eterno, y creyó en el Eterno y en su siervo Moshé [Moisés]." (Shemot / Éxodo 14:31). Si tras un hecho sorprendente, una sanación milagrosa por ejemplo, el receptor alaba y adora a otro que no es Dios, estamos en presencia de idolatría lisa y llana).

En resumen: el justo reconoce en todo momento que hasta lo que consideramos natural, es realmente un milagro.
El resto de nosotros, debemos esforzarnos para percibir lo bueno detrás de los velos que intentan desvanecerlo.

Si mi modesto trabajo aquí presentado le ha sido de bendición, no olvide que este sitio y su autor se mantienen gracias a Dios, que en parte canaliza Su bondad a través de la colaboración económica de los lectores.
No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso para ser parte de la Obra del Eterno.

Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le son fieles servidores, y que sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.

 Yehuda Ribco

comentario@serjudio.com?subject=Rap2022


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