Claves: Dios, Hashem,
sacrificio, ofrenda, nombre, salvación, eternidad, vida, esperanza, paz,
camino, Isaías, luz, sanidad, hijo, padre, idolatría, error, extravío,
korbán, Templo, sacerdote
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Shalom.
Gracias por participar.
La palabra que usted menciona, hasta donde yo
sé y los diccionarios indican, NO existe en hebreo.
Tampoco es un nombre del Eterno.
(El nombre más parecido es Elcaná, como el padre del gran
profeta Shemuel/Samuel, que es un nombre de persona y que significa algo así
como "Adquisición de Dios").
Tampoco existe un nombre VERDADERO, VÁLIDO Y
RESPETUOSO de Dios que signifique "Dios sacrificador".
Muy por el contrario, el concepto de Dios como ofrendando sacrificio es por
completo ajeno a la Torá, es decir, a la divina Revelación.
Siempre es el fiel humano el que ofrenda a Dios, y jamás nunca el
Todopoderoso sacrificando para gloria del humano (este
pensamiento de un Dios que ofrece sacrificio es el colmo del paganismo
rebelde contra Dios y la humanidad, pues pone al Hombre como amo y a Dios
como siervo, al Hombre como centro y a Dios como periferia insignificante).
Por tanto, suponer a Dios como oferente de un sacrificio es rebajar a Dios
al plano de los ídolos, de la vil falsedad, de los inventos de las mentes
enfermas de aquellas personas que crean dioses a imagen y semejanza de sí
mismos.
Atribuir a Dios la acción de ofrecer sacrificio, es total y absurdamente
desconocer el fundamento que sostiene la práctica consagrada de los
sacrificios.
Dios en Su Torá permite el servicio ritual de los sacrificios en el santo
Templo de Ierushalaim/Jerusalén, exclusivamente a cargo de los sacerdotes de
la tribu de Leví, como un mecanismo primitivo para aproximarse a Él, y
también como un intenso momento de reflexión y toma de conciencia de los
malos actos cometidos personalmente (o colectivamente)
por el oferente (y/o sus representados) con vista a
repararlos.
Sacrificio sin reflexión y arrepentimiento, es estiércol en el atrio del
Templo, tal como el profeta denuncia: "A ellos les gusta ofrecer
sacrificios. Sacrifican y comen carne, pero el Eterno no los acepta. Ahora
se acordará de su iniquidad y los castigará por sus pecados"
(Hoshea / Oseas 8:13).
¿Acaso Dios, el perfecto y eterno, debe reflexionar y arrepentirse por medio
de sacrificio?
¿Acaso Dios debe sacrificar (lo que fuera) para loor o
salvación de la persona?
Pensar esto, es una gravísima ofensa contra el Todopoderoso.
Mi consejo, señor Roberto: aparte de su vida
drástica e inmediatamente la maldición de la idolatría, puede empezar por
ejemplo con la infame canción de la que ha extraído esas falsas ideas, y
horrendas agresiones contra la honra de Dios.
Es preferible que en lugar de buscar nombres de Dios, se empiece por
buscarLo realmente a Él, ¿no le parece?
Por favor, señor Roberto, su eterno espíritu
es lastimado cuando lo alimenta con infamias como esta canción, y las
ignominias que con ella se adoctrina.
¡Sálvese, y salve a su prójimo del fatal extravío!
Sacrifique lo que Él verdaderamente demanda de usted: elimine de su vida el pecado,
la rebeldía, la falsedad, la idolatría.
"Dice el Eterno: ''¿De qué me sirve la
multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros
y del sebo de animales engordados. No deseo la sangre de toros, de corderos
y de machos cabríos.
Cuando venís a ver Mi rostro, ¿quién pide esto de vuestras manos, para que
pisoteéis Mis atrios?
No traigáis más ofrendas vanas. El incienso Me es una abominación; también
las lunas nuevas, los sábados y el convocar asambleas. ¡No puedo soportar
iniquidad con asamblea festiva!
Mi alma aborrece vuestras lunas nuevas y vuestras festividades. Me son una
carga; estoy cansado de soportarlas.
Cuando extendáis vuestras manos, Yo esconderé de vosotros Mis ojos. Aunque
multipliquéis las oraciones, Yo no escucharé. ¡Vuestras manos están llenas
de sangre!
''Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras acciones de delante de Mis
ojos. Dejad de hacer el mal.
Aprended a hacer el bien, buscad el derecho, reprended al opresor, defended
al huérfano, amparad a la viuda.
''Venid, pues, dice el Eterno; y razonemos juntos: Aunque vuestros pecados
sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos
como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Si queréis y obedecéis, comeréis de lo mejor de la tierra.
Pero si rehusáis y os rebeláis, seréis consumidos por la espada; porque la
boca del Eterno ha hablado.''"
(Ieshaiá / Isaías 1:11-20)
Disculpe si no ha recibido la respuesta que
esperaba, pero en lugar de responder a su pregunta textualmente, prefiero
señalarle la senda de la Torá, y así alejarle del pozo abismal que está
abierto a sus pies.
Si mi modesto trabajo aquí presentado le ha
sido de bendición, no olvide que este sitio y su autor se mantienen gracias
a Dios, que en parte canaliza Su bondad a través
de la colaboración económica de
los lectores.
No cierre su mano, y abra
su corazón bondadoso para ser parte de la Obra del Eterno.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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