Claves: Judaísmo, judío,
Israel, hebreo, Biblia, Torá, pueblo, nación, conversión, búsqueda, gentil,
piedad, mandamiento, noájida, universal, siete, precepto, mitzvot, giur,
amor, sentimiento, religión, noviazgo, romance, casamiento, iglesia,
idolatría, romper, sufrir
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Pregunta: Hola, Licenciado Yeshua Ribco:
Esta es una consulta perentoria. Perdoneme por ser un poco extenso en su
planteo.
Ya le escribi en una oportunidad, hablandole de mi sed espiritual y de la
necesidad que siento de re-unirme con el pueblo de Israel al que mi familia
-bnei anusim- pertenecia. El tema por el que hoy lo consulto esta -como
anote en el subjetc- relacionado con un hecho bastante doloroso que no se
como enfrentar, de ahi mi necesidad de consejo. Sucede que, mientras
estudiaba Torah junto a la gente de AMIA, La Plata, en mi trabajo docente
conoci a una chica -cuyas raices son tambien judias-, con quien trras seis
meses de amistad, me puse de novio. Ella me pedia continuamente material de
Torah, textos de Musar, articulos sobre los siete preceptos universales y
cada dia estaba mas deseosa de salir del catolicismo -que veia como algo
idolatrico- para unirse al pueblo de Israel ... junto conmigo. Pues bien,
trras varios meses de una relacion excelente, su familia -que nunca me
acepto- y su mejor amiga la obligaron a dejarme, convenciendola de que si
seguiamos juntos, terminaria renunciando a su fe. Incluso llego a
acusarme de no quererla, porque de pronto ve todos mis esfuerzos por
presentarle material de lectura para que amplie su vision, como un acto de
imposicion. Supuestamente, con esos articulos -muchos de ellos,
absolutamente inofensivos y universales- estaria imponiendolos "mi" religion.
Crease o no, esa fue la causa por la que decidio terminar nuestra relacion.
Ibamos a casarnos e incluso yo iba a cuidar de su hijo de cinco años, que
pertenece a su matrimonio anterior. Realmente estoy desolado, porque no
tengo manera de que me crea cuando le aseguro algo que para Ud. es obvio:
que el judaismo no hace proselitismo ni tampoco busca conversos y que, aun
cuando ella buscase realizar ese`proceso, es necesario que supere el examen
de un rabino entendido en la halaja, quien tendra todo el derecho de evaluar
sus motivaciones. ¿Puede haber algo mas extraño? Primero me pidio todo ese
material, hasta ultimo minuto, y durante un año, para en dos dias, terminar
el noviazgop arguyendo que para casarse conmigo deberia hac
er la conversion y negar su fe... Actualmente, y por esa causa, dice que lo
mejor es que nos mantengamos vinculados unicamente por internet como amigos
virtuales. ¿Que debo hacer, desde el punto de vista de los preceptos
universales bajo los cuales nos encontrramos? Hasta le ofreci acompañarla a
la iglesia, exoplicarle los textos y educar a su hijo en esa religion
-cuando no, volvieno a las andadas para hacer de marrano. El tiempo da
vueltas, como en los cuentos de Borges- ¿Y como podria salvar la relacion,
haciendola entender que nadie quiso imponerle nada, ni la obligaria jamas a
hacer algo que no quiere? Le agradecere su respuesta, ya que sera bastante
menos dura que la realidad en donde me encuentro desde el 13 de enero.
Raúl S.
41 años
Docente
País: Argentna
(Deben incluir en todos sus mensajes para
nosotros su nombre y apellidos completos, edad, profesión o actividad, el nombre de la ciudad y país donde vive.
Si falta alguno de estos datos, probablemente su email no sea respondido de
ningún modo. Presten atención a las
REGLAS,
gracias.)
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Shalom.
Gracias por participar.
(Mi nombre es Yehuda, y no Yeshua).
La regla de que los e-mails no superen las 50
palabras es, entre otros motivos, para ayudarme a entender los planteos que
los lectores realizan, por medio de requerirles que sean concisos y precisos
en sus discursos.
En esta oportunidad, le confieso que en parte me pierdo en el texto de su
misiva, por lo que no me queda muy claro lo que está planteando, por tanto,
no me siento muy seguro de poder ser de provecho.
Por la premura en el tono de su carta, así como por su manifiesto pedido de
mi humilde ayuda, es que intentaré darle un modesto consejo, quedando a la
espera de sus comentarios o aclaraciones pertinentes que me permitirán
servirle mejor.
Déjeme recordarle que para el gentil piadoso
estar vinculados por matrimonio/noviazgo con personas aferradas a creencias
idolátricas, es una dura tentación que suele acarrear el fatal extravío, y
es un indudable obstáculo para la consumación del trascendente proyecto
vital personal, el de pareja, y el familiar. (El ejemplo de
estos peligros los ejemplifica vivamente usted en su misiva cuando cuenta
que estaría dispuesto a ingresar a la Iglesia de ella, y a educar en la
perdición al pequeño vástago que usted adoptaría de corazón).
Por tanto, cuanto más alejado se esté del matrimonio con una persona
esclavizada por la idolatría, menos riesgos de fracasar en lo que es
esencial en la vida y más chance de construir un mejor mundo para los
muchos.
Planteado así, hay dos opciones valederas:
-
Luchar con todas las armas lícitas para
redimir al esclavo de la idolatría, y luego ver si se procede a casarse con
él o no; y/o
-
encontrar una pareja idónea, es decir, una
persona que comparta desde el comienzo similares ideales y creencias, y que
por tanto rechace cualquier superstición e idolatría.
Píense usted, señor Raúl, ¿sería esta mujer la
pareja idónea en lo que respecta a las creencias y práctica de mandamientos?
Contéstese usted sinceramente a esta dura confrontación con los hechos
descarnados.
Por otra parte, y disculpe mi crudeza, como me
parece entender de sus palabras, su ex novia optó (por las
razones que fuera) por cortar el noviazgo con usted.
Siendo que el tema de la religión es una excusa, y no la médula de la
cuestión.
Es usted el capacitado para reconocer esto, a pesar del dolor que se mitiga
echando culpas a la religión.
En síntesis, apreciado señor Raúl, ¿qué hacer
en concreto?
No lo sé, es su decisión, su juicio, su experiencia... su vida.
Pero, de estar yo en similar situación, con esfuerzo y tesón mantendría lo
que está cortado tal como está: cortado. Pues comprendería que es lo mejor
para los implicados.
Y, permitiría que la distancia, las nuevas vivencias, el trabajo de
mejoramiento cotidiano, el compromiso con la vida y lo vital, fueran
ahuyentando el fantasma de lo que fue y lo que pudo haber sido.
Y de este modo estaría rotulando la tierra para sembrar en sus frescos
surcos buenas semillas que bien pronto darán su jugoso fruto como
recompensa.
¿Habrá dolor?
Pues, me parece improbable que por un tiempo no lo haya... pero, ¿acaso el
arar la tierra para que produzca no produce fatigas y malestares?
¿Habrá recaídas?
Pues, cuando las relaciones concluyen de un modo intempestivo, suele haber
una tenacidad por mantener lo que no fue...
Ánimo, esfuerzo y fidelidad al camino que Dios
ha dispuesto para usted; esto es el mejor de los bálsamos.
Quedo a las órdenes.
Antes de despedirme, un recordatorio:
¿Ya ha colaborado con
nuestra tarea sagrada?
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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