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Claves: Judío, judaísmo, Torá, profeta, Biblia, nebihim, Isaías, Israel, hijo, padre, pecado, mandamiento, amor, respeto, recuerdo, teshuvá, arrepentimiento, fe, confesión, error, elección, eterna, alianza, pacto, nación, religión |
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Shalom. Empecemos citando la fuente:
Ahora, una breve interpretación acorde a la
Tradición, en esta caso emergida del mismo profeta Ieshaiá/Isaías, y
recogida por sus discípulos y luego trasmitida de una generación a la
siguiente de Sabios. (16) Si bien la nación judía conoce y reconoce
a sus padres biológicos, a los patriarcas de Israel, no es en ellos que
deposita su confianza, ni en ellos a quienes reconoce la paternidad
espiritual y la identidad peculiar de Israel; sino en Dios. Así pues, la
distancia y el tiempo pueden hacer aparecer como extraños a los padres
materiales de la nación, ellos pueden surgir quizás como figuras
legendarias, pero nada puede obstaculizar el trato paternal de Dios con Su
nación. Nada interrumpe la misericordia divina, y su amor de Padre eterno,
de generación en generación. (17) Habiendo reconocido la paternidad del
Eterno sobre Israel, se pide de Él que les ayude a vencer sus apetencias por
lo negativo, pues el ser humano sin la guía de Dios está extraviado y sin
rumbo preciso, sus caminos personales les son de fatal error
(Iejezkel/Ezequiel 7:3-9). La guía es Su Torá y los preceptos que Él
ha ordenado que sean cumplidos (ver Tehilim / Salmos 25:10,
Tehilim / Salmos 103:7). (18) Ni el mérito de los héroes nacionales
pasados, ni las propias sendas apartadas de la Torá, ni el férreo
nacionalismo, ni la majestuosidad del ritual y del santuario pueden suplir
el amor de Dios por Su nación, y la gloria que emana de Su Torá y de cumplir
con Sus mandamientos estipulados en ella. (19) (1) A causa de abandonar la Torá y
desobedecer los mandamientos, una parte de Israel se ha asimilado a las
naciones del mundo; parecen paganos sin entendimiento y sin misión
trascendental. Por su conducta no demuestran ser dignos de llevar sobre sí
perpetuamente el santo Nombre de Dios, de ser Sus eternos representantes
entre las naciones de la tierra (pensemos en los ex judíos
venidos a adoradores de Jesús, como los así llamados "mesiánicos" por
ejemplo, que son una infame mancha sobre la nación de los fieles a Dios). (2) Él es Todopoderoso, y Sus caminos y
procedimientos resultan inesperados y más allá de cualquier posibilidad de
entendimiento cabal por parte del humano. Y si bien puede resultar
incomprensible Su elección de Israel, Él sabe lo que hace, y conoce los
tiempos en los cuales manifestar abiertamente su dominio, y en cuales
ocultar Su rostro del mundo. (3) Dios ha dejado claro cuál es el Dios verdadero, y qué es la falsedad y la idolatría. Jamás nunca se han repetido hechos maravillosos como los narrados en Su Torá, y una manifestación de la divinidad ante todo un pueblo congregado. Nunca se ha vuelto a percibir Su Presencia, como lo fuera en el seno de la nación judía. (4) Dios es un Juez justo, que retribuye
exactamente de acuerdo a las acciones de las personas. (5) Aquel que transita por las vías de la
religión ajena a la Torá, y que está carente de mandamientos seguramente que
piensa que lo que hace está bien, y que su necedad en verdad es cosa
agradable para el Eterno. Cuando realmente eso que catalogan como bueno no
es más que cosa marchita y sin valor, pues "hay un camino que al hombre
le parece derecho, pero que al final es camino de muerte"
(Mishlei / Proverbios 16:25). (6) Cuando la persona deja de estudiar Torá y
de cumplir los preceptos que en ella se ordenan, y por lo tanto está en el
camino de los que invocan deidades que no son el Eterno, está provocando que
se aleje de él la divina Misericordia, y que los males que está cultivando
lo ataquen llegado el momento de la justa retribución por parte de Dios. (7) Existe la estricta Justicia, y sin
embargo, Dios prefiere que muera el pecado y no que muera el pecador. (8) Dios, a pesar de las rebeliones de Sus
hijos, continúa siendo infinitamente un Padre amoroso, y por tanto, nunca es
tarde para arrepentirse y retornar al sendero de la Torá y los mandamientos. Antes de despedirme, un recordatorio: ¿Ya ha colaborado con nuestra tarea sagrada? Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le son fieles servidores, y que sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'. Yehuda Ribco |
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©2003
Yehuda Ribco,
Montevideo, Uruguay. ___Queda
terminantemente prohibido el uso de estos textos para fines de idolatría: |