Claves: Judío, judaísmo, 
    mixto, matrimonio, cristiano, idolatría, conversión, crecimiento, 
    espiritual, identidad, confusión, resultado, descendiente, dolor, eternidad, 
    perplejo, duda, temor
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       Pregunta: Antes que nada, reciban un saludo 
    desde la Ciudad de Cuernavaca Morelos,  
    República de México. 
    Mi nombre es Octavio (omitido), soy un jóven de 23 años, y, realmente estoy
     
    muy interesado en todo lo que refiere al Judaísmo; desde sus costumbres,  
    tradiciones, creencias, fiestas, en fin, todo aquello que del mundo judío
     
    venga. 
    Le parecerá raro, pero, soy alguien, que a ciencia cierta, no tiene bien  
    definido su credo, algo así como, alguien sin tierra... pues, tengo raices
     
    judías y cristianas, y ambas son fuertes. Y bueno, de verdad, estoy muy  
    confundido, pues, he hablado con padres o sacerdotes al respecto, y me dicen
     
    algo, que pues me convence, y leo su tan interesante página y también me  
    convencen...es decir, ¿qué hago?. Por favor, aconsejenme... y pues, del lado
     
    cristiano, ya recibí algunos de los sacramentos, como el bautismo y la  
    comunión. 
     
    Pensando en dónde y cómo así como a quién dirigirme... y agradeciendo su  
    valioso tiempo... 
    Octavio L. 
    País: México 
    (Deben incluir en todos sus mensajes para 
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    gracias.) 
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     Shalom. 
    Gracias por escribirme.  
    Pues no, no me parece raro lo que usted 
    comenta. 
    Es muy común que los descendientes de matrimonios mixtos se encuentren en 
    una confusa situación respecto a su identidad religiosa, que suele 
    repercutir en otros ámbitos de sus vidas. 
    No tengo muy claro su panorama personal, por 
    lo cual mi consejo será escueto. 
    Apártese pronto y totalmente de la idolatría, en cualquiera de sus facetas, 
    y procure no tomar contacto con compañías que afectan gravemente la pureza y 
    belleza de su espíritu. 
    Para ser bien claro: ¿qué beneficio real y eterno se obtiene de sondear y 
    allegarse a las religiones y dogmas apegados a deidades falsas?  
    NINGUNO. 
    Lo único que se obtiene realmente es confusión, malestar, una vida de 
    engaños y una eternidad de carencias. (Si bien esto suele 
    enmascarar: la falsa seguridad, la modorra espiritual, la indiferencia y 
    muchas promesas vacías de paraísos inexistentes). 
    Por tanto, joven apreciado, rehuya los 
    consejos de los que andan a oscuras y extraviados (esos que 
    usted menciona en su misiva), y consagre su vida a lo que le reporta 
    bendiciones en Este y el Próximo Mundo. 
    ¿Qué es esto de bendición? 
    Pues, comportarse con Dios y con el prójimo tal y como Él le exige que usted 
    haga. 
    Esto se logra mediante el cumplimiento de los preceptos. 
    Siendo usted gentil, tal como parece desprenderse de su misiva, está ante 
    usted el desafío hermoso de cumplir a diario con los
    
    mandamientos para las naciones (y los reglamentos que se 
    derivan de estos). 
    Si usted así hace, si se apega al cumplimiento de estos mandamientos, 
    hallará pronto que la vida tiene sentido, y que su identidad está muy clara: 
    un noájida. Es decir, un gentil que se dedica a servir a Dios con fidelidad 
    y amor. 
    De este modo, estará en la senda que le permitirá ayudar a construir una 
    sociedad madura y que procura el crecimiento verdadero para todos sus 
    miembros. 
    Y también se encontrará en compañía de otras personas que avanzan por la 
    vida en pos de la Verdad. 
    Ante usted se abre la aventura de amar a Dios 
    y al prójimo, y de conocer su esencia sin disfraces ni confusas 
    denominaciones que lo apartan de usted mismo. 
    ¡Atrévase a ser usted mismo, en lo mejor que tiene para desarrollar! 
    Porqué usted no es alguien sin tierra, sino alguien que debe 
    afincarse en sí mismo para comenzar a cultivar los buenos frutos que están 
    listos para emerger. 
    Antes de despedirme, un recordatorio:
    ¿Ya ha colaborado con 
    nuestra tarea sagrada? 
    Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le 
    son fieles servidores,
    y que 
    sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'. 
     Yehuda Ribco 
 
       
         
    E-mail: comentario@serjudio.com?subject=Rap2251  |