Pregunta: Apreciado licenciado,
con agredecimiento le enviamos este email, el cual le agradecemos, como por
supuesto, que se haya publicado, es usted una persona muy amable enviandonos
un email, es todo un detalle.
Queriamos aprovechar este Email para preguntarle
1) ¿Cuales fueron los motivos porque Dios
permitió que se destruyeran los dos templos?
2) ¿Pecó Israel?
3) Segun nos enseñaron en el Cristianismo (y
dudo de que sea verdad) Dios permitio que se destruyera el templo (los dos)
porque ya no eran necesarios, y de ser asi, le pregunto (y perdone por la
pregunta)
4) Si un Judio expiaba sus pecados ofreciendo
sacrificios de animales, ¿como pues Dios quita el santo lugar?
5) ¿como pues expia un judio sus pecados?
6) ¿por que fue necesario el templo entonces?
Un abrazo de alguien que le aprecia
Desconocido
País: Desconocido
(Deben incluir en todos sus mensajes para
nosotros su nombre y apellidos completos, edad, profesión o actividad, el nombre de la ciudad y país donde vive.
Si falta alguno de estos datos, probablemente su email no sea respondido de
ningún modo. Presten atención a las
REGLAS,
gracias.)
|
Shalom.
Gracias por escribirme.
Agradecería que en cada uno de los e-mails que me son enviados se respeten
las sencillas
reglas
de nuestro sitio.
Pasemos a las repuestas:
1) Durante el período del primer Templo, los
judíos no fueron lo suficientemente dignos y maduros como para que el Templo
estuviera entre ellos, a causa de su infantil tendencia a involucrarse con
las creencias de los vecinos paganos y adherirse torpemente a ellas
(tal como aún acontece con los espiritualmente inmaduros de
la actualidad que nacieron judíos y se rebajaron a ser idólatras, tal como
por ejemplo los así llamados judíos mesiánicos, que no son otra cosa
que ex-judíos que no alcanzan el nivel mínimo espiritual como para
pertenecer a la nación consagrada).
Durante el período del segundo Templo, los
judíos no fueron capaces de superar las discordias entre hermanos,
tontamente y por nimiedades suscitaban graves peleas entre ellos. Esa
actitud de desprecio por el prójimo justo hacía que no fueran meritorios
para que el Templo estuviera entre ellos.
2) Claro que sí, los que somos fieles a Dios
tenemos bien sabido que no hay hijo de mujer que cuando llega a edad adulta no peque,
tal como está dicho:
"Ciertamente no hay hombre justo en la
tierra que haga lo bueno y no peque."
(Kohelet / Predicador 7:20)
Por tanto, y como dijimos recién en la primer
respuesta, entre la nación judía también se podía señalar errores y pecados
que facilitaron la tragedia de la dispersión del Pueblo y la destrucción del
santo Templo.
Sin embargo, infinitamente más pecaron los
paganos invasores que entraron a la santa tierra de Israel, asesinaron a los
inocentes, esclavizaron a los supervivientes, los despojaron de su terruño,
vejaron los objetos consagrados y destruyeron aquello que ellos consideraron
los puentes materiales que conectaban a los judíos con su pasado y
esplendor, entre los que se encontraba principalmente el Templo
(parecen no entender los idólatras que el poder de Israel no
está en lo material, ni en edificios, ni en ejércitos, ni en sangre de
sacrificios derramada, sino en la Torá y la
altura espiritual de la que son capaces de alcanzar los hijos devotos a los
preceptos de la
nación consagrada).
Los sucesores de los invasores de antaño
continúan mancillando con su presencia y malicia la santa tierra de Israel,
y mantienen constantemente su odio perverso contra los hijos de Israel.
Es el pecado de estos terroristas y usurpadores, así como el de sus aliados
foráneos y acomodaticios, los que sostienen en alto la amarga copa que debe
beber Israel.
3) El Templo fue y será necesario.
Preste atención a estas profecías irrebatibles que anuncian la próxima
construcción del tercero, definitivo y perpetuo Templo de Dios en
Ierushalaim/Jerusalén:
"a éstos Yo los traeré al monte de Mi
santidad y les llenaré de alegría en Mi casa de oración. Sus holocaustos y
sus sacrificios serán aceptos sobre Mi altar, pues Mi casa será llamada casa
de oración para todos los pueblos."
(Ieshaiá / Isaías 56:7)
"Haré con ellos un pacto de paz; será un pacto eterno con ellos.
Los multiplicaré y pondré Mi santuario entre ellos para siempre.
Mi tabernáculo estará junto a ellos; Yo seré su Elokim, y ellos serán Mi
pueblo.
Y cuando Mi santuario esté en medio de ellos para siempre, sabrán las
naciones que Yo, el Eterno, santifico a Israel.'"
(Iejezkel / Ezequiel 37:26-28)
"He aquí Yo envío Mi mensajero, el cual preparará el camino delante de
Mí. Y luego, repentinamente, vendrá a su templo el Señor a quien buscáis, y
el enviado del pacto a quien vosotros deseáis. ¡He aquí que viene!, ha dicho
el Eterno de los Ejércitos.
¿Quién podrá resistir el día de su venida? o ¿quién podrá mantenerse en pie
cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador y como lejía de
lavanderos.
Él se sentará para afinar y purificar la plata, porque purificará a los
hijos de Leví. Los afinará como a oro y como a plata, y ofrecerán al Eterno
ofrenda en justicia.
Así será grata al Eterno la ofrenda de Yehudá [Judá] y de Ierushalaim
[Jerusalén], como en los días de antaño y como en los tiempos antiguos."
(Malaji / Malaquías 3:1-4)
En conclusión, el Templo es tan necesario que no se
puede comprender la Era Mesiánica sin la existencia de un Tercer Templo en
funciones, tal como lo estuvo antaño.
Por lo cual, y como ya dijimos más arriba, no es que no fuera necesario el
Templo y por eso Dios quisiera destruirlo, sino que el Pueblo escogido, y
los gentiles, aún no habían madurado como para saber aprovechar las
bendiciones que emanaban a través de el. Por lo cual, no fueron, y no somos
aún, meritorios como para gozar de su presencia.
En algún momento, pronto espero, sabremos crecer para hacernos dignos de
merecer nuevamente que el Templo esté entre nosotros.
Como verá, nuevamente las enseñanzas de la
religión que usted menciona no son correctas, y peor aún, están en completa
rebeldía contra lo que Dios desea y exige.
¿No sería más apropiado que los idólatras se dedicaran a aprender de la
Verdad de la Torá que está en boca de los maestros y sabios judíos, en lugar
de pretender ellos dictar cátedra desde su posición de alienada e ignorante
insubordinación?
4) ¿Quién, que sepa y tenga autoridad, le dijo
que se expían los pecados por medio de sacrificios sangrientos?
Los pecados y yerros se expían por medio del proceso del arrepentimiento,
que en hebreo se denomina teshuvá.
Por si no sabe, existían algo así como 50 (CINCUENTA) tipos diferentes de
sacrificios que se presentaban en el Templo (algunos de
animales, otros varios de vegetales), de los cuales unos pocos eran
para AYUDAR en el proceso del arrepentimiento... ¡unos pocos de 50!
Como leyó, los sacrificios "por el pecado" por sí mismos
no redimían, y de poco servían; sino que eran
una ayuda para que la persona lograra tomar conciencia del daño que ocasionó, y por tanto se embarcara seriamente y con responsabilidad en el
trabajo duro de arrepentirse.
Sobre el correcto proceso del arrepentimiento ya hemos escrito en extenso en otras oportunidades, por lo que le
pido que busque los textos en la sección: "Valores".
Mientras tanto, lea lo que claramente dijo el profeta:
"Dice el Eterno: ''¿De qué Me sirve la
multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros
y del sebo de animales engordados. No deseo la sangre de toros, de corderos
y de machos cabríos.
Cuando venís a ver Mi rostro, ¿quién pide esto de vuestras manos, para que
pisoteéis Mis atrios?
No traigáis más ofrendas vanas. El incienso Me es una abominación; también
las lunas nuevas, los sábados y el convocar asambleas. ¡No puedo soportar
iniquidad con asamblea festiva!
Mi alma aborrece vuestras lunas nuevas y vuestras festividades. Me son una
carga; estoy cansado de soportarlas.
Cuando extendáis vuestras manos, Yo esconderé de vosotros Mis ojos. Aunque
multipliquéis las oraciones, Yo no escucharé. ¡Vuestras manos están llenas
de sangre!
Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras acciones de delante de Mis
ojos. Dejad de hacer el mal.
Aprended a hacer el bien, buscad el derecho, reprended al opresor, defended
al huérfano, amparad a la viuda..."
(Ieshaiá / Isaías 1:11-17)
¿Se lo sintetizo?
De nada sirven las multitudes de sacrificios y los litros de sangre
derramada en sacrificios de expiación, si es que no están acompañados
(más bien precedidos y continuados) por una conducta
acorde a lo que Él demanda, esto es: CUMPLIMIENTO CABAL DE LOS PRECEPTOS
(7 con sus derivados para los gentiles; 613 y los reglamentos
rabínicos para los judíos).
Los sacrificios mecánicamente realizados y las plegarias vacías y las invocaciones
superficiales son vanidad, si no
hay cumplimiento fiel de Sus mandamientos, ni amor al prójimo tal como Él
estipula en Su perfecta Torá.
Así es el mensaje que se reitera una y otra vez:
"¿Se complace tanto el Eterno en los
holocaustos y en los sacrificios como en que la palabra del Eterno sea
obedecida?
Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención
es mejor que el sebo de los carneros."
(1 Shemuel / I Samuel 15:22)
5) Aparte de lo que ya le acabo de contestar,
le pido que atienda al profeta:
"¡Vuelve, oh Israel, al Eterno tu Elokim;
porque por tu pecado has caído!
Tomad con vosotros estas palabras y volved al Eterno.
Decidle: ''Quita toda la iniquidad y acéptanos con benevolencia; en lugar de
vacunos te ofrecemos [el fruto de] nuestros labios."
(Hoshea / Oseas 14:2-3)
Así que, para que Dios nos perdone tenemos
que:
-
Reconocer a Dios, y darnos cuenta de nuestro
extravío.
-
Arrepentirnos.
-
No volver a hacer lo negativo.
-
Pedirle perdón a Él por los pecados en Su
contra.
-
Pedirle perdón al prójimo por los actos
injustos en su contra.
-
Arreglar lo que podamos enmendar.
-
Cumplir los mandamientos que se ordenan en la
Torá.
¿Los sacrificios sangrientos?
¡Una mera ayuda, de fuerte impacto emocional, para promover una mejor conducta y un más sincero
arrepentimiento en las personalidades inmaduras de sociedad inmaduras!
Confiar solamente en sangre derramada para expiación, es como tener fe que
si suena su nariz en un pañuelo es capaz de curarse de una gripe grave.
"Escucha, oh tierra: He aquí, Yo traigo
sobre este pueblo el mal, el fruto de sus pensamientos. Porque no atendieron
a Mis palabras; y en cuanto a Mi Torá, la han desechado.
¿De qué vale que Me traigáis este incienso de Saba y caña aromática de
tierra lejana? Vuestros holocaustos no son aceptables, ni vuestros
sacrificios son Me mi agrado."
(Irmiá / Jeremías 6:19-20)
Más que sacrificios, o lindos eslóganes que
arrebatan el corazón con pasional fe, Dios claramente está exigiendo:
atender la Torá, cumplir Sus mandamientos... que el resto vendrá por
añadidura...
6) ¿Usted supone que el valor del Templo está
en que es el único lugar que Dios permitió que se realizaran sacrificios en
Su honor?
¿Cree que el Templo es sinónimo de mucha carne quemada y sangre derramada?
Entonces, le aconsejo que ya mismo se ponga a estudiar acerca de lo que el
Templo en realidad es para Dios, y por tanto, para el judaísmo.
Como una pista en el largo camino que tiene de estudio, le doy este pasaje
clave, que es el final de la oración que el sabio rey Salomón hiciera al
inaugurar el primer Templo:
"Que estas palabras mías, con que he
suplicado delante del Eterno, estén cerca del Eterno nuestro Elokim, de día
y de noche, para que Él ampare la causa de Su siervo y la de Su pueblo
Israel, según la necesidad de cada día;
a fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que el Eterno es Elokim y
que no hay otro.
Sea, pues, íntegro vuestro corazón para con el Eterno nuestro Elokim, a fin
de andar en sus leyes y guardar sus mandamientos, como en este día."
(1 Melajim / I Reyes 8:59-61)
Le deseo lo mejor, y le
recuerdo que nuestro sitio se mantiene gracias a la colaboración de los
generosos visitantes.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
E-mail: comentario@serjudio.com?subject=Rap2347 |